Por Alexandra Perrone
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Este año, debido a la pandemia generada por el coronavirus SARS CoV 2, la Feria Nacional de Clubes de Ciencia será virtual, y Piriápolis se privará de una instancia que año a año tiene la capacidad de cambiar el paisaje, colmando de alegría y entusiasmo las instalaciones del Argentino Hotel y sus alrededores.
Pero la llegada de la pandemia no impidió que cientos de maestras y maestros, profesores y profesoras, docentes y educadores, se prepararan durante todo el año para llevar adelante la enorme tarea de fomentar el pensamiento científico de niñas, niños, adolescentes, jóvenes y adultos de nuestro país. Este esfuerzo conjunto llevó a que la trigésima cuarta Feria Nacional de Clubes de Ciencia se desarrolle a través de la plataforma AVE (Área Virtual de Educación), del Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Las propuestas de los más de 400 clubes de ciencia se podrán conocer ingresando como invitado a ave.mec.gub.uy del 9 al 15 de noviembre.
“La territorialidad a nivel de clubes de ciencia sigue siendo muy marcada, y la COVID- 19 no pudo con ella”, cuenta Gustavo Riestra, integrante de Cultura Científica de la Dirección de Educación del MEC, haciendo referencia a las más de 110 localidades de los 19 departamentos del país que participan en esta nueva edición.
“Este fue un año muy peculiar para todos sin excepción, en el cual Cultura Científica también recibió un impacto que llevo a un proceso interno de reflexión, a los efectos de ver cómo podíamos estar presentes ayudando a los clubes de ciencia en época de pandemia, donde inició el ciclo con una virtualidad en todo el país. Nosotros establecimos un trabajo de promoción y acompañamiento a los orientadores de clubes de ciencia, tanto aquellos que ya tienen el training, como los nuevos, porque una cosa que queremos resaltar, es que en este año tan particular tenemos varias localidades nuevas que por primera vez se están sumando a esta propuesta. Se organizaron talleres y jornadas virtuales con docentes y estudiantes que intentaron promover el acercamiento, el gusto por la investigación, y el conocimiento científico desde distintas fuentes”.
En esta edición de la Feria, se determinó que todos los clubes de ciencia que se presentaron a las instancias departamentales, podrán participar de la Feria Nacional, por lo que todas las categorías estarán incluidas.
Riestra aclaró que la participación en los clubes de ciencia es abierta, y comprende desde la educación formal hasta estudiantes de otras entidades educativas, como por ejemplo los centros CAIF, el INAU, y otras instituciones.
Las categorías abarcan desde niños de tres años (abejita), hasta adultos mayores de 29 de años sin especificidad (Horneros). También está la categoría Colibrí (niños de 6 a 8 años), Cardenal (9 a 11 años), Churrinche (jóvenes de 12 a 14 años), Chajá (de 15 a 17 años), Ñandú (18 A 29), y Tero (egresados de cualquier disciplina de nivel terciario universitario, sin límite de edad). Además de estas categorías, los clubes de ciencia se dividen en tres áreas: la científica, la tecnológica y la de ciencias sociales.
Propuestas que aportan soluciones
Los clubes de ciencia permiten que estudiantes de todas las edades sean protagonistas, ya que son ellos los que deciden qué tema trabajar y cómo hacerlo, para luego presentar y defender su investigación. Riestra aseguró que además son una vitrina excepcional de aquellas cosas que les preocupan a niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos de nuestro país. En este año tan particular, contó que en todas las áreas aparece la COVID-19.
“Este es un tema transversal a todo el país en los distintos lugares, y más allá de las edades. Hay una preocupación por el tema pandemia, y está bien que así sea, que se enfoque desde distintos puntos de vista, y que desde los clubes de ciencia se contribuya a la incorporación de soluciones.
Hay diversos proyectos que han enfocado la problemática desde las ciencias naturales, experimentales y exactas, otros lo enfocaron hacia el área de las ciencias sociales, abordando el impacto social que provocó, y hay quienes salieron a buscar alternativas, respuestas a través de la fabricación de aparatos que pudieran ayudar en esta situación”, detalló.
Por ejemplo, algunas propuestas comprenden robots dispensadores de alcohol en gel que no es necesario tocar, respiradores de fabricación casera para centros educativos, diversas investigaciones sobre el uso de barbijos, y el reciclado de frascos de alcohol en gel.
“Lo interesante es como los participantes fueron capaces de motivarse, y a través de la creatividad, el ingenio y la innovación, plantearon cosas que realmente a muchos no se nos hubiera ocurrido”, dijo Riestra.
Respecto a los premios, algo tradicional de las Ferias Nacionales, Riestra contó que en esta oportunidad habrá reconocimientos especiales, y remarcó que está abierta la invitación a instituciones y empresas a sumarse en el reconocimiento a los clubes de ciencia.
“Premiar el proceso reflexivo, la construcción del conocimiento y el amor por la búsqueda del conocimiento, por saber más para construir ciudadanía, es algo fundamental y es por eso que invitamos a que se acerquen empresas, instituciones y particulares, porque nos importa que la mayor cantidad de clubes de ciencias sean reconocidos. Los reconocimientos no necesariamente tienen que ser cosas materiales, sino que puede ser un diploma, una entrevista, lo importante es el mimo, porque es un estímulo, una motivación a todos los que realmente han trabajado muchísimo en este año tan particular”, señaló.
Desafiando a la no presencialidad
Quien ha estado presente en las últimas ediciones de la Feria Nacional de Clubes de Ciencia, puede dar fe de la riqueza ganada por los protagonistas fruto del intercambio social, una riqueza que va más allá del trabajo científico, y que muchísimas veces deja huellas imborrables.
“Las Ferias presenciales tienen un valor agregado más allá del educativo, un aspecto social, porque para muchos se transforma en la primera vez que salen de su localidad, que están lejos de su familia, que toman un ómnibus, que ven el mar, que pisan la arena, que van a un hotel, que suben a un ascensor. Vivencias que terminan siendo un hito para la vida de muchos.
Por eso es que la presencialidad en la Feria es más que importante, pero no queríamos dejar de hacerla, porque desde el Ministerio de Educación y Cultura a través de la Dirección de Educación, en conjunto con la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), se hace un esfuerzo muy grande. Y este escenario es muy atesorado por maestras, maestros, profesores, profesoras, docentes, educadores y familias enteras, que entienden que los clubes de ciencia son un escenario que permite trabajar y potenciar las habilidades del siglo XXI, y las competencias científicas tan importantes en la formación de ciudadanía”, explicó.
Riestra destacó la respuesta recibida en este año en el cual existe un “exceso de virtualidad”, y el cansancio que genera esta situación tan inesperada y desconocida para todos.
“Creíamos que iban a ser muchos menos, y mayor el impacto en los clubes de ciencia o proyectos en el año en curso, y nos alegró el hecho de que tuviéramos mas de 400 proyectos en mas de 110 localidades, y por eso nos genera ese desafío de conseguir la mayor cantidad de reconocimientos para entregar a estos niños, niñas , adolescentes y jóvenes que están trabajando tan arduamente.
Hay que hacer un destaque muy especial este año a nuestros maestros, maestras, docentes y educadores que han puesto mucha energía, merecen un aplauso muy particular”, concluyó.