Esta época es oportuna para reunir a todos los trabajadores de una empresa y despedir el año, pero a pesar de lo fraterno del contexto hay cosas que nunca deberías hacer.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
– Cuidado con la ingesta excesiva de alcohol. Es una cena distendida, cuyo objetivo es confraternizar, estrechar lazos, pero no dejas de estar en un contexto profesional. No es una fiesta con tus amigos.
– No rompas tu código de conducta y modifiques tu vestimenta de manera exagerada. Recuerda siempre que estás en el trabajo aunque sea una celebración y tus compañeros y jefes lo seguirán siendo el lunes por la mañana.
– No es el momento ni de declarar tus sentimientos ni tus animadversiones a tus compañeros o a tu responsable. La asertividad es un arte y una de sus claves es encontrar el momento adecuado para comunicar algo importante. Una cena de empresa no lo es.
– Tampoco es apropiado resolver un conflicto con un jefe o compañero en este contexto. Sí puede ser una oportunidad para limar una aspereza y de allanar el camino, pero no de profundizar.
– No acorrales a tu jefe con la excusa de invitarle a una copa para pedir un ascenso o un aumento de sueldo. Tampoco te tomes demasiado en serio las promesas realizadas bajo el influjo del alcohol.
– Cuidado con las fotos que hagas y sobre todo, cuidado con subirlas a tus redes sociales sin permiso de tus compañeros, y más cuando pueden perjudicar su respetabilidad al día siguiente. A todos se nos puede ir un poquito la olla. No te aproveches de ello.
– No tomes una decisión drástica ni mucho menos, se la comuniques a nadie en la cena de navidad, porque puede que al día siguiente te arrepientas y la comunicación se tome en serio y llegue más arriba, por ejemplo, a RRHH.
– Pásalo bien y diviértete, claro, que eso es lo principal.