La habilitación de mujeres, en la Iglesia católica para que ocupen algunos de los puestos concebidos en dicha institución siempre han sido altamente polémicos y en consecuencia rechazados.
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A partir de este lunes y por decisión del sumo Pontífice Francisco un decreto papal habilita a las mujeres a ocupar roles en la Iglesia católica que hasta la fecha solo eran reservados a los hombres.
Según consigna Página 12, el decreto habilitaría “la posibilidad de que mujeres puedan ocupar los cargos de Lectores o Acólitos, ministerios católicos que hasta ahora estaban reservados para los hombres”.
Vía “un Motu proprio” se “modifica el canon 230 del Código de Derecho Canónico” cuya vigencia data de 1972 y que “restringía el acceso a “fieles idóneos del sexo masculino”.
Para Francisco, señala el medio de prensa, “esta decisión hace más eficaz en la Iglesia la participación de todos en la obra de evangelización”.
La decisión del Sumo Pontífice, “fue publicada este lunes en el comentario oficial de las Acta Apostolicae Sedis -el boletín oficial de la Santa Sede”.
No se trata de un paso aislado, la decisión constituye parte de las transformaciones que se vienen impulsando para ampliar los espacios de participación de las mujeres en el Vaticano.
En este sentido, Página 12 recuerda que “según una investigación de Vatican News, el porcentaje de mujeres que trabajan dentro del Vaticano alcanzó este año el 24 por ciento del total de trabajadores, mientras que, en 2010, durante el papado de Benedicto XVI, sólo el 17 por ciento de los más de 4 mil empleados eran mujeres. En agosto del 2020, el papa nombró a seis mujeres de diferentes países y formaciones para integrar el Consejo de Asuntos Económicos de la Santa Sede, que cuenta con 15 integrantes en total”.
El Pontífice en carta dirigida al cardenal Ladaria, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, escribió:
“Hay un creciente sentido de urgencia hoy para redescubrir la corresponsabilidad de todos los bautizados en la Iglesia, y en particular la misión de los laicos (…) es tarea de los pastores de la Iglesia reconocer los dones de cada bautizado, dirigirlos también hacia ministerios específicos, promoverlos y coordinarlos, para que contribuyan al bien de las comunidades y a la misión confiada a todos los discípulos”.
Los llamados “ministerios de lectores y acólitos son ministerios “instituidos”, o laicos, que la Iglesia Católica confía a personas que hayan recibido el bautismo y la confirmación”.
Son personas, en las que “se reconocen carismas específicos, después de un adecuado camino de preparación, distintos a los ministerios “ordenados”, que son propios de los miembros del Pueblo de Dios -obispos, sacerdotes-, tal como quedaron configurados según el Ministeria quaedam de 1972, que abolía las “órdenes menores”. El Lector, ligado al ministerio de la Palabra, es el encargado de leer la Palabra de Dios en la asamblea litúrgica -misa católica-, instruyendo a los fieles para recibir los sacramentos. El acólito, por su parte, oficia de ayudante del diácono y al sacerdote en el altar, y de modo extraordinario puede distribuir la comunión”, explica el medio argentino.
La decisión papal institucionaliza, para la iglesia católica “una práctica que ya ocurría en distintas comunidades del mundo, autorizada por los obispos”, pero, a partir de hoy, esa presencia femenina en el altar alcanza estatuto oficial y reconocimiento de la Santa Sede.
“Ofrecer a los laicos de ambos sexos la posibilidad de acceder a los ministerios de Acolitado y Lectorado, en virtud de su participación en el sacerdocio bautismal, aumentará el reconocimiento, también a través de un acto litúrgico, de la preciosa contribución que desde hace tiempo muchísimos laicos, incluidas las mujeres, ofrecen a la vida y a la misión de la Iglesia “equidad”, escribió el Papa en el documento.
Los criterios para la selección de los y las candidatas para los ministerios de Lectorado y Acólito quedan a cargo de cada Conferencia Episcopal.