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Política

Los abusos de la autonomía en la lupa de la justicia

Huele fétido en las cantinas militares

Actos de corrupción, abuso de poder y de funciones, acosos laborales, e irregularidades administrativas y financieras, son algunos de los elementos que la Justicia investiga a partir de una denuncia radicada en la Fiscalía de Delitos Económicos. Además de las auditorias administrativas que se realizan paralelamente por disposición de la autoridad civil, la fiscalía investiga el funcionamiento del Servicio de Cantinas Militares.

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En el autónomo universo corporativista de lo militar, el funcionamiento del Servicio de Cantinas Militares ocupaba el folclórico lugar con el que el poder civil no debía meterse. Su lógica parecía inabordable para los civiles, que siempre iban a encontrar irregularidades donde había una forma de funcionamiento disciplinada, críptica y marcial.

Las cantinas están casi en el mismo pedestal que el manejo de los combustibles, algunas pequeñas producciones –como cría y faena de animales–, y oficios como carpinterías en cuarteles del interior que permiten obtener algunos dineros extras para mejorar los magros salarios de la tropa.

En ese altar se ubica el funcionamiento del Servicio de Cantinas Militares (S.CC.MM), entidad que constituyó y constituye un dolor de cabeza para todos los ministros de Defensa; un servicio que no posee un marco orgánico, con un reglamento a libre interpretación del director de turno y con un funcionamiento bastante distante con respecto a la estructura del Ministerio.

El S.CC.MM es una entidad dependiente del Comando de Apoyo Logístico del Ejército, que cumple con el objetivo de proporcionar al personal de las FFAA condiciones económicas más ventajosas en artículos de primera necesidad de almacén, tienda, ferretería y sastrería; así como también se encarga de la provisión de órdenes de pasajes y fletes en empresas de transporte público interdepartamental, equipos y uniformes de uso reglamentario, farmacia y servicios de confitería. Tiene 30 puntos de venta en todo el territorio nacional, 23 cantinas en los 19 departamentos, y seis supermercados en Montevideo y uno en el Parque Nacional Santa Teresa.

Claramente, su dirección es integrada por militares de grado, pero trabaja también, en calidad de contratados, personal civil. Su director suele cambiar cada dos años, lo que trae aparejado los cambios de criterio en la gestión; cada nuevo director gestiona con su librito, y la “viveza criolla” es parte del manual.

El S.CC.MM. no ha soportado indemne una sola auditoría a lo largo de su vida. Los informes de estas siempre han terminado señalando y sugiriendo la necesidad de mayores controles y transparencia del manejo financiero y contable.

Las auditorías llevadas adelante por el actual gobierno en varios organismos públicos, pero en particular la resuelta por el ministro Javier García sobre las Cantinas, si bien apuntan a un revisionismo de la actuación del gobierno frenteamplista, van a encontrar si operan de buena fe hechos pocos claros que suceden hasta el día de hoy. Cuando se hable de irregularidades se encontrarán con algún vecino de la coalición multicolor que hoy incursiona en la política sin la gorra.

Durante la administración del director del Servicio Cnel. Arturo Astudillo (actualmente retirado y candidato en Salto a edil por Cabildo Abierto en alianza con el Partido Nacional), el S.CC.MM llevó adelante contrataciones de personal civil, violando el art. 33 del reglamento de cantinas, ya que la potestad de contrataciones es exclusiva del Poder Ejecutivo.

Astudillo fue sancionado en su momento por el ministro Bayardi por algunas denuncias de acoso laboral y fue removido de su cargo. Tiempo después sería designado el Cnel. Prant, y actualmente el director es el Cnel. Carlos Frachelle.

Hoy el subdirector es el Cnel. Leonel Erasum; el jefe de personal, el mayor Roberto Díaz; el jefe financiero contable, el Tte. Cnel. Jorge Marichal, y el jefe de Adquisiciones, el mayor Miguel Conti.

Conti ingresó en enero del 2019 en un proceso de transición donde aún no había asumido el Cnel. Prant, y entre las medidas innovadoras del jefe de adquisiciones, según denuncian, se encuentra la contratación sin prueba de ingreso de su esposa, quien ingresó con el máximo grado, el Nº 12, dentro de la carrera funcional. Esta situación fue resuelta por el Cnel. Erasum, dando de baja a la esposa de Conti, quien, a su vez, fue sancionado por el exministro José Bayardi, pero aún reviste al frente de la División Adquisiciones.

La denuncia a la que líneas arriba referimos y que motiva la presente nota fue presentada en Delitos Económicos y atañe a hechos que ocurrieron desde el año 2019 hasta julio del 2020. Según la denuncia, las compras se realizan sin ningún protocolo formal, definiéndose a criterio exclusivo del mayor Miguel Conti.

Algunas de estas compras se efectúan, sin ningún procedimiento competitivo, en los comercios del Barrio Reus, mal llamado Barrio de los Judíos, de Montevideo, comprando mercadería para revender en cantinas.

Tal como se detalla en la denuncia, algunas empresas a las que se han comprado productos, como Textil Universal S.A y Odisan, no eran proveedoras del servicio de Cantinas. En particular, cuando Odisan empezó a ganar licitaciones, no estaba registrada en el RUPE (Registro Único de Proveedores del Estado), requisito fundamental para ser proveedor del Servicio (ganó licitación en mayo del 2020 y recién obtuvo su registro en RUPE el 29 de junio de 2020).

Otra de las medidas que tomó Conti fue eliminar la modalidad de compra por consignación, perjudicando al servicio y beneficiando al proveedor, y pasó a realizar las compras en modalidad Compra Directa, pagando a 30 días en efectivo.

La situación de las irregularidades en las compras y el vínculo con los proveedores se focalizó en los artículos de vestimenta y electrodomésticos, dejando de lado el propósito fundacional de las Cantinas que es la de proveer artículos de primera necesidad. Tomada esta decisión que desvirtúa el origen de la entidad, el mayor Conti se reunió con el Sr. Gonzalo Arias, representante de Ta-Ta S.A., y sus empresas satélites, BAS, a los que se dispuso ingresar en la lista de proveedores.

Desde ese momento, se empezaron a realizar múltiples compras a estas empresas satélites y con un único representante: BAS. NyP, Segmeto, Super al Costo, Tazwel S.A. son algunas de las otras empresas.

El proveedor NyP presenta una irregularidad constatada; está registrada en D.G.I y en el RUPE como rubro tienda, pero presenta un certificado notarial como multirubros, no coincidiendo con lo declarado ante el Estado. Es así que a esta empresa se le comenzó a comprar prendas de vestir, hasta que con el aval del subdirector Cnel Leonel Erasum, también se adquirieron televisores, lavarropas, alcohol en gel, etc. A dichos efectos, y a modo de ejemplo, a la empresa NyP se le compró en montos que ascienden a la fecha a cifras de $U2.311.071; a Segmento, $U 659.190; a Ta-Ta, $U 466.271, y a Super al Costo $U 293.565.

Cuando el Servicio fue informado de que la Auditoría Interna de la Nación comenzaría a auditar, y a los efectos de regularizar esta situación, comenzaron a realizar procesos de compras directas con la modalidad de licitaciones abreviadas y muy discretas, de manera que los resultados han sido previsibles; las compras parecen dirigidas y siempre son elegidas las mismas empresas. NyP parece correr con el caballo del coronel, gana en todas las licitaciones, sea el rubro que sea, hasta hoy en día.

La denuncia expresa también que el mayor Conti tenía un acuerdo con el proveedor por el que recibía el equivalente a un 2% y un 3% de la totalidad de las ventas que las empresas de Gonzalo Arias realizaban a Cantinas. Todo esto sin perjuicio de la multiplicidad de regalos que recibe de dichas empresas, como consecuencia de ingresar como proveedores. Conti realizó petición de regalos a proveedores para ingresar sus artículos a comercializar en cantinas: reloj Huawei a Incra Srl; termos y jarras Stanley a Distribuidora Continental; muñecos para su hijo, pedidos a Gonzalo Arias a través de su nexo con Segmento; una radio de Casa Negrin para el padre; perfumes a Textil Universal.

A eso se suma que toda la mercadería que fue adquirida a los proveedores antes mencionados y no fue vendida queda en el depósito N° 7, acondicionado para tal efecto, hecho que facilitó que el mayor Conti sacara múltiples artículos para uso personal o regalar.

Esto causó que el stock de dicho depósito no coincidiera con los productos asentados en los inventarios, pero por orden de Conti se hicieron los ajustes correspondientes (H.T. No. 031/ADQ/2020) y cuando comenzó la Auditoría devolvió parte de las mercadería que se había llevado, alegando que solo lo había hecho para saber qué decían de él. Los empleados dijeron que era ropa fácil de volver a conseguir con el proveedor de Textil Universal.

En el mes de mayo de 2020 –refiere la denuncia–, comenzaron a sucederse irregularidades con determinadas facturas que pretendían ser ingresadas sin registro de proveedores.

Así, también ingresaron a la oficina de Adquisiciones, el 20 de mayo, 2 cajas de NyP con 50 buzos de hombre y 50 buzos de dama; pero al día siguiente, a las 07:00 a.m., dichas cajas ya no estaban en la oficina, nunca fueron codificadas y nunca fueron comercializadas en el Servicio.

De la farmacia de Cantinas se retira un complejo alimenticio para el mayor Conti cuyo valor asciende aproximadamente a $U 4000, pero la compra se registra como gastos de Casino del SS.OO.

Todo gasto personal del mayor Conti, ya sea en el Super N°1 o en farmacia o fuera del servicio, es pasado como gastos generales de los que se hace cargo Cantinas.

Si esto ocurre en Montevideo, es fácil imaginarse, y algunas de nuestras fuentes lo ratifican, lo que pasa en las unidades cercanas a las fronteras. Entre otros productos no previstos para suministrarse en las cantinas, nos dicen que se comercializa whisky de contrabando.

Cuando algunos funcionarios empiezan a llamar la atención sobre estos procedimientos, se da toda una serie de situaciones de acosos laborales, traslados y no renovación de contratos principalmente contra el personal civil femenino.

La denuncia expresa que la mayoría de las resoluciones de traslados se realizan de forma verbal, no dejando ninguna actuación por escrito.

En su momento, un cabo realizó denuncias en el Ministerio de Defensa Nacional, pero el hostigamiento fue tal que terminó solicitando la baja. Muchas de las facturas y artículos denunciados por el excabo aparecieron ante la inminencia de la auditoría, y otro soldado terminó pidiendo el retiro, luego de denunciar el traslado de mercadería de dudosa procedencia en el auto del mayor Conti.

Aduciendo razones de servicio, se está realizando una reducción del personal civil y el cierre de algunos locales, al tiempo que se están realizando reformas edilicias en el Supermercado N°1 y en el supermercado de 24 horas, que está en el hospital militar, por parte de la empresa Heinze Rodríguez, que no figura en el RUPE.

Algunos funcionarios decidieron realizar la denuncia ante las autoridades policiales, ya que la investigación interna llevada adelante por la Dirección de los S.CC.MM es instruida por muchos de los implicados en los hechos.

Los hechos denunciados revisten gravedad y trascienden el informe que pueda realizar la auditoría, y por eso adquiere importancia la investigación judicial iniciada por esta denuncia.

El ministro Javier García tiene, a su vez, la oportunidad de demostrar su voluntad de esclarecer los hechos y poner a resguardo el honor del personal militar involucrado en esta investigación de la fiscalía competente.

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