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Mundo

Investigación internacional revela espionaje a activistas, políticos y periodistas

Una investigación de Amnistía Internacional, en conjunto con periodistas de unos 17 medios, reveló la filtración de aproximadamente 50 mil números telefónicos de “posibles objetivos de vigilancia”. “Entre ellos hay jefes y jefas de Estado, activistas y periodistas”, señalan. El método de espionaje fue la utilización del software Pegasus, desarrollado por la compañía israelí NSO Group.

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Un informe difundido por Amnistía Internacional (AI) reveló que el software espía Pegasus, desarrollado por la compañía israelí NSO Group, se ha utilizado para “facilitar la comisión de violaciones de derechos humanos a gran escala en todo el mundo”.

La investigación, llevada a cabo de forma conjunta con “más de 80 periodistas de 17 organizaciones de medios de comunicación de 10 países”, muestra la filtración de unos 50 mil números telefónicos de “posibles objetivos de vigilancia”. AI destaca que “entre ellos hay jefes y jefas de Estado, activistas y periodistas, incluida la familia de Jamal Khashoggi (periodista saudí asesinado brutalmente en la embajada de ese país en Estambul).

Las revelaciones son parte del El Proyecto Pegasus, una “innovadora investigación colaborativa” que contó con el apoyo técnico de AI y fue coordinado por la organización Forbidden Stories, con sede en París.

Dentro del estudio, se realizaron “análisis forenses punteros de teléfonos móviles para identificar rastros del software espía”.

«El arma preferida de los gobiernos represivos»

Agnés Callamard, secretaria general de AI, declaró que El Proyecto Pegasus “pone al descubierto que el software espía de NSO, es el arma preferida de los gobiernos represivos que intentan silenciar a periodistas, atacar a activistas y aplastar la disidencia, poniendo en peligro innumerables vidas”.

Callamard negó lo afirmado por la empresa, de que la herramienta es usada únicamente en investigaciones penales y para la prevención de ataques terroristas. “Estas revelaciones echan por tierra cualquier afirmación de NSO de que tales ataques son poco frecuentes y obedecen a un uso fraudulento de su tecnología”, señaló.

Para la secretaria general de AI, es evidente que esta tecnología “facilita la comisión de abusos sistemáticos”. Acusó además a NSO Group de dibujar “una imagen de legitimidad, mientras saca provecho de violaciones de derechos humanos generalizadas”.

“Está claro que sus acciones plantean preguntas más amplias sobre la absoluta falta de regulación que ha dado lugar a un ‘salvaje oeste’ de ataques abusivos generalizados contra activistas y periodistas. Hasta que esta empresa y la industria en su conjunto puedan demostrar que son capaces de respetar los derechos humanos, se debe suspender con carácter inmediato la exportación, venta, transferencia y uso de tecnología de vigilancia”, manifestó Callamard.

El software

La investigación señala que el software Pegasus se instala “subrepticiamente” en los móviles de las víctimas. Una vez establecido, “proporciona al atacante pleno acceso a los mensajes, correos electrónicos, elementos multimedia, micrófono, cámara, llamadas y contactos del teléfono”.

En el correr de la semana próxima, los distintos medios de comunicación asociados al Proyecto Pegasus, publicarán información más detallada. Se darán a conocer activistas, políticos y periodistas que fueron espiados mediante esta herramienta.

Entre los medios que participan del proyecto están The Guardian, Le Monde, Süddeutsche Zeitung y The Washington Post.

La investigación logró identificar a posibles clientes de NSO en once países. Arabia Saudita, Azerbaiyán, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos, Hungría, India, Kazajistán, Marruecos, México, Ruanda y Togo, son los señalados.

El caso de Jamal Khashoggi

Amnistía Internacional adelantó que entre las víctimas de espionaje se encuentran familiares del periodista saudí Jamal Khashoggi, asesinado de forma brutal por agentes saudíes en la embajada de ese país en Estambul.

AI pudo establecer que el software Pegasus se instaló en el celular de Hatice Cengiz, prometida del periodista, cuatro días después de su asesinato.

La esposa de Khashoggi, Hanan Elatr, también recibió “reiterados ataques” con la herramienta entre 2017 y 2018. Su hijo Abdullah, así como parientes en Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, podrían haber sido víctimas también del espionaje.

Por su parte, NSO Group, se defendió de los ataques y respondió que su “tecnología no guardaba relación alguna con el atroz asesinato de Jamal Khashoggi”. Según la empresa, ya se investigó la denuncia después del crimen y la misma no tiene “respaldo”.

Espionaje a periodistas

El informe difundido por AI también adelantó datos sobre el espionaje a periodistas. Se señala que “hasta el momento, la investigación ha identificado al menos a 180 periodistas de 20 países que fueron posibles objetivos de ataque con el software espía”.

“Entre ellos hay periodistas de Azerbaiyán, Hungría, India y Marruecos, países donde la represión contra los medios de comunicación independientes se ha intensificado”, destaca el informe.

Además, se pudo corroborar que “se seleccionó como objetivo” a Cecilio Pineda, periodista mexicano asesinado en 2017, “unas semanas antes de su homicidio”.

También se identificó como posibles víctimas a otros 25 trabajadores de la prensa mexicanos y de los medios Associated Press, CNN, The New York Times y Reuters.

Sobre este punto, Callamard señaló que “la cifra de periodistas identificados como objetivos ilustra con claridad que Pegasus se utiliza como herramienta para intimidar a los medios de comunicación críticos. Se hace con el objetivo de controlar el discurso público, oponerse al escrutinio y silenciar cualquier voz disidente”.

“Estas revelaciones deben servir de catalizador para el cambio. Es preciso que los gobiernos con intereses creados en utilizar esta tecnología para cometer violaciones de derechos humanos dejen de brindar a la industria de la vigilancia un trato permisivo”, añadió Callamard.

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