Por Germán Ávila
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En este momento Venezuela atraviesa un duro momento producto de las sanciones impuestas por Estados Unidos. ¿Tienen ustedes cifras que den cuenta de las afectaciones sufridas producto del bloqueo económico?
Sí, hay varias contabilidades que se podrían hacer cuando tú tienes una afectación de este tipo. Hay una que es el dinero que te tienen retenido, otra el que te han hecho perder, también está la distancia a la que te han puesto del sitio donde deberías estar por la ruta de desarrollo que tú traías. Entonces nosotros tenemos en este momento 116.000 millones de dólares que están perdidos desde el punto de vista del funcionamiento de la economía, que causan un impacto directo, y esta cifra es de los años recientes.
Este valor equivale aproximadamente a diez veces lo que tenemos en reservas internacionales, es decir que es un impacto sumamente grande, pero adicionalmente es muy cínico que quienes hablan de la ayuda humanitaria sobre Venezuela sean quienes estén de acuerdo y promuevan el bloqueo económico y financiero contra el país. Nosotros tenemos en este momento, en el exterior, cerca de cinco mil millones de euros congelados en cuentas bancarias, por ejemplo, solamente en el caso de Inglaterra, tenemos cerca de 1.600 millones de euros congelados, eso equivale a todo el programa CLAP, que es el programa de alimentos que se distribuyen a todos los hogares de Venezuela, con una periodicidad de 15 veces al día durante un año.
En el caso de lo que está retenido ilegalmente en Estados Unidos, equivale a 1.300 millones de euros, que es lo que cuesta toda la importación de insumos en el sector farmacéutico de nuestro país. En varias cuentas en Europa tenemos el equivalente a todas las medicinas de alto riesgo para el uso de nuestra población, cerca de 600 millones de euros, es decir, hay cerca de 5.000 millones de euros que están en varias cuentas a los que simplemente no nos permiten acceder; y son los recursos nuestros, soberanos del país. Posteriormente hay un encarecimiento de la actividad económica producto de la guerra, cuando nosotros vamos a hacer una importación de cualquier producto, que antes llegaba en un solo tramo directo a los puertos de Venezuela, ahora son 5 puertos los que tiene que tocar antes de llegar a nuestro territorio; es decir, un barco puede salir de cualquier lugar y debe llegar primero a Panamá, ahí debe desembarcar los productos, ahí los deben volver a embarcar y desde ahí sí sale hacia territorio venezolano, eso va encareciendo los productos, por lo que la guerra tiene distintos impactos; por un lado el tema del tiempo, por otro el tema de la logística y por supuesto, los costos que se generan.
Entonces encontramos, por un lado, el valor neto y por el otro lo que nos tienen congelados en cuentas, pero adicionalmente nosotros tenemos una serie de indicadores de que íbamos con un ritmo, y si bien hemos demostrado la fortaleza que tiene el modelo socialista, que ese es el problema realmente, ese es el debate de fondo: qué significa el socialismo ante el capitalismo, qué significa el bolivarianismo ante el neoliberalismo; esos son los temas de fondo y es esa la discusión que está dándose en este momento y él por qué se ha generado esta guerra; entonces nosotros tenemos una tasa de desempleo que está cerca de seis o siete puntos, 6% o 6,5%, la oposición y la derecha hubiesen querido que esa taza llegara a subir entre el 20% y el 25%, es decir que el modelo económico y social ha permitido que se mantenga a raya entre los 6 y los 7 puntos; ahora, nosotros estamos fortaleciendo nuestro esquema de desarrollo para poder llegar a 4 o 5 puntos. En este escenario nosotros demostramos para qué sirve el modelo histórico y social, pero evidentemente nos hacen un daño, ya que no tenemos las cosas que podríamos tener.
Hemos tenido, por ejemplo, un plan de infraestructura, un plan de desarrollo, un plan de industrialización del país en que hay cosas que no hemos podido concluir, porque estamos abocados a que, como ocurre en este momento, cerca de 57% del total de las importaciones que generó la república son de alimentos, anteriormente era cerca de un 20% y ahora tenemos focalizado completamente el sector de las importaciones a los alimentos y productos de medicina, que es la prioridad. Entonces cuando tienes esta situación que te conté, en la que se contraen los ingresos y las cuentas están congeladas, hay una decisión que toma el gobierno socialista, y es que es que lo que no se puede tocar es el pueblo, que es lo único que estará siempre bajo salvaguardia.
Esto hace que los puentes que estamos construyendo sobre el Orinoco o los que estamos construyendo en el occidente del país, las fábricas que estamos construyendo, las siderúrgicas, toda una cantidad de infraestructura, aserraderos etc., tienen que aplazarse para otro momento porque la prioridad es otra. Entonces aquí hay un impacto que dificulta la construcción de la ruta que tú llevabas como modelo. Este último punto es probablemente el más importante de todos, ya que el tema de discusión que tenemos en este momento es sobre el modelo, por lo que se ha pretendido señalar que los revolucionarios somos malos ejerciendo el poder, que el pueblo no tiene derecho a ejercer el poder y que como no es de la oligarquía, no tiene derecho a hacer un ejercicio revolucionario para construir la sociedad. Ese que es el debate de fondo, que busca por medio de la guerra aniquilar la moral, cuando te afectan la economía, cuando te someten a una situación de desabastecimiento, uno de los resultados es agrietar esa moral; entonces, si bien es cierto que nosotros tenemos afectaciones profundas producto de la guerra, que son inobjetables, y es por lo cual existen los programas sociales que generamos, porque si no existieran las afectaciones de la guerra, no tendríamos los cerca de 10.000.000 de CLAP que distribuimos para atender a la población, o no tendríamos que hacer el esfuerzo que hacemos en educación, para garantizar que sea pública; hay que llenarse de orgullo por esta bandera, porque el gobierno del presidente Maduro sostiene que los niños, cuando entren a la escuela tengan una mochila con el uniforme y los útiles escolares de manera gratuita, que se garantice también que van a tener un plato de comida, y esto ha ocurrido en medio de la guerra, esto te habla de la moral, te habla precisamente de cómo nosotros en medio de la dificultad hemos sostenido un camino de construcción.
Entonces buscan fracturar el sistema socialista, atacan a los países que han sido hitos y referencias en América Latina en función de la construcción de un modelo alternativo y de integración, entonces se ve una especie de oleada imperial en contra de la oleada que significó el momento de la década ganada, entonces está la intención de decir que eso no se puede y nosotros estamos en esa coyuntura, por medio de una demostración concreta que hemos resistido con coraje, asumiendo con nobleza el golpe más grande que se le puede dar a gobierno alguno, y lo hemos asumido en medio de nuestras dificultades. Y ante eso vemos en estudios recientes que 87% de la población se manifiesta en contra de cualquier acto de injerencia del país, el 97% la población se muestra en contra de los bloqueos a los barcos de alimentos y medicinas y 90% de la población se manifiesta expresando que quien pida sanciones económicas o intervención militar contra Venezuela debe ser considerado como traidor a la patria, es decir que no solamente se ha tratado de la resistencia y que no han logrado unificar fuerzas para la acción de desestabilizar el país, sino que han creado una cohesión social en contra de la acción imperialista.
En el marco de este debate capitalismo vs. socialismo, han surgido gobiernos desde la derecha que han tardado poco en hacer crisis y fracturar sus propios avances, como es el caso de Argentina con Macri, Bolsonaro o Iván Duque, y no han logrado sobreponerse de sus crisis ni siquiera con el apoyo estadounidense. ¿Cómo se ve desde Venezuela la posible reconformación del proyecto latinoamericanista y bolivariano?
Ahí hay varios temas, uno es el reconocimiento de que el multilateralismo se encuentra secuestrado por Estados Unidos, secuestrado por un chantaje imperial, ese es un tema profundamente grave; el hecho de que algunos gobiernos se vuelvan serviles y cedan ante la presión rompiendo todos los códigos posibles, incluso dentro de la concepción burguesa de la democracia representativa, permitiendo los actos de injerencia e intervención sin ningún tipo de careta y defendiendo intereses económicos. Eso es profundamente grave, que haya gobiernos dispuestos a reconocer a una persona autoproclamada en mitad de una calle es un hecho sumamente grave, que existan gobiernos que justifiquen una acción como activar un dron armado para asesinar el presidente de un país es un hecho profundamente grave, que haya gente justificando un intento de golpe de Estado, que aunque hayan sido 100 personas reunidas en la calle y donde varios jugaron una posición adelantada y se manifestaron sobre lo que iba a pasar supuestamente, son hechos profundamente graves. Porque independientemente de las posiciones que tengamos, pues nosotros no estamos pidiendo que piensen como pensamos nosotros o que se pronuncien a favor de la revolución bolivariana, nosotros nos encargaremos de eso, de tener el favor y la voluntad del pueblo, pero sí quisiéramos que se trabaje por la reconstrucción de un mínimo de coexistencia en el orden internacional. Esto de que haya alguien que juegue como un gestor inmobiliario, apropiándose de naciones y que les tire sanciones a los chinos, les tire sanciones a los rusos y le tire sanciones a Irán, y si no me pasas tal cosa, te pongo un muro, ese es un tipo de actitudes que terminan haciéndole un inmenso daño a las experiencias de desarrollo. Sin embargo, nosotros tenemos una visión respecto a todo esto, sabemos lo que es la guerra, reconocemos lo que es, pero vamos a aprovechar las adversidades para acelerar el camino de la construcción del socialismo. Esa es una convicción que tenemos; proyectos que tenemos planteados para 2030, los vamos a tener que conquistar antes, porque esa es otra manera de blindarnos; por ejemplo, ellos querían que nosotros renunciáramos a nuestro modelo, renunciando a la salud pública y a la educación pública, ahora más que nunca tenemos que decir que esa es la manera de proteger a nuestro pueblo, que existan una educación y una salud que sean públicas. Vamos a acelerar el proceso de construcción de la soberanía económica productiva, que es un tema importante y que para un país petrolero es sumamente difícil, precisamente porque vivimos del rentismo y venimos de la arquitectura de un sistema económico dependiente, colonial, que nos lleva ahora a mirar hacia adentro y revisar nuestros motores productivos y que estamos anclándolos dentro del territorio; por ejemplo, toda nuestra arquitectura en la industria petrolera está diseñada en función del imperio, desde los taladros, la tecnología, cada componente, las redes de flujo, las comerciales, es por eso que dentro del plan de la patria tenemos como objetivo la ruptura con el imperialismo en términos de mercado, y hay que construir una nueva geopolítica, hay que construir unas nuevas rutas, logísticas nuevas y un nuevo esquema comercial, independientemente de la agresión que recae sobre nosotros, debemos continuar en la construcción de un modelo más autónomo, en lo interno lo que nos corresponde es reforzar y construir un país que da el salto de la economía rentista a una Venezuela del trabajo y productiva.
En la parte de las relaciones internacionales yo diría que hay dos vertientes: siempre apostando a la geopolítica de paz, a nosotros por más agravios que nos hagan algunos países, no vamos a renunciar a la geopolítica de paz, por un lado, nosotros consideramos que representamos, con mucha humildad lo digo, una visual, un referente y es por eso nos han querido destruir, pero nosotros nos preguntamos ¿qué pasa si triunfamos? ¿Qué pasa si triunfamos en la imagen de los pueblos? Es decir, que si podemos nosotros, cualquier otro también podría, lo que podría generar un efecto contrario a lo que han venido propugnando; por otro lado está la visión bolivariana, y duela a quien le duela, la visión chavista de la geopolítica es el esquema en el que tenemos que pensar en nuestros países. Vamos a pensar por ejemplo qué sería de América Latina sin la visión de la infraestructura y los sistemas de interconexión que planteó el comandante Chávez, qué significaría, por ejemplo, ante las dificultades económicas que atraviesan nuestros países, o cualquier país que quiera tener soberanía, ni siquiera estoy diciendo que sean países que tengan una posición política o ideológica como la que tenemos nosotros, solamente que quieran tener soberanía. ¿Qué significaría si existiese el Banco del Sur? Qué significaría esto en un momento coyuntural determinado para que no tuviesen que arrodillarse y esperar a que les impongan las normas del Fondo Monetario Internacional, para que tengan que entregar la soberanía del país. ¿Qué significan los sistemas de integración? Hay quien cree que son simplemente sistemas arancelarios y de relaciones comerciales entre países, pero son mucho más que eso, son sistemas de articulación desde el punto de vista productivo. ¿Qué significa el respeto a los movimientos sociales? ¿Qué significa el ecosocialismo por ejemplo respecto a lo que está pasando en la Amazonia? Es decir, el pensamiento del comandante Chávez está más vivo que nunca, no solamente por la fuerza y el vigor que tiene, sino porque es una necesidad, y es una necesidad porque estamos en una suerte de fragmentación, de la política del sálvese quien pueda, y ahí está la ruta, ahí está la alternativa, ya que el neoliberalismo y el capitalismo son insostenibles, no tienen posibilidad de existencia y no tienen la capacidad de atender las necesidades de la gran mayoría.
Se han dado varios intentos de diálogos que han sido saboteados, ¿Qué perspectiva tienen ustedes acerca estos escenarios de diálogo y del papel de Uruguay particularmente?
El presidente Maduro ha expresado en un sinnúmero de ocasiones su agradecimiento a los países que han generado escenarios de diálogo, de encuentro; es bueno en ese caso hacer referencia a algunos puntos; previo a las elecciones de 2018, nosotros estábamos en un proceso de diálogo, estaban en República Dominicana diversos sectores de la oposición y de las fuerzas revolucionarias, sentados ahí, entonces hubo visitas de miembros del Departamento de Estado a Colombia, desde ahí hicieron una llamada que recibieron en la mesa de diálogo, estando listos para firmar un acuerdo que incluía la realización de ese proceso electoral que ocurrió en el año 2018, recibieron una llamada y se pararon de la mesa. Y al mismo tiempo que estaban sentados en esa mesa, estaban pidiendo sanciones económicas en contra de la República; posteriormente, gente que ha participado en escenarios de diálogo participó en la realización de acciones de magnicidio, gente que estaba sentada en el proceso de diálogo, en ese mismo momento, estaban participando en la realización de un golpe de Estado en contra de la República, e incluso estaban sentados hablando sobre la necesidad de llegar a un entendimiento y diciendo que iban a ir a Estados Unidos a pedir que se levantaran las sanciones contra la República y posteriormente se fueron a aplaudir las sanciones generadas en contra de Venezuela. Ha habido permanentemente un agresor en contra del diálogo, ha habido permanentemente un agresor en contra del entendimiento y ese agresor ha sido Estados Unidos, quien ha sido el que permanentemente llama a sus siervos y les dice que no participen en los diálogos, los chantajea y los retira de los diálogos, realmente la oposición venezolana es víctima de un chantaje permanente que les impide hacer el papel dentro del juego democrático. Pero es importante que se vea que en una contienda electoral somos partes, somos grupos políticos que van a la contienda, pero nosotros en este momento no somos una parte, no se trata de un encuentro entre iguales, nosotros somos el gobierno legítimamente elegido. El presidente de la República es el presidente constitucional y no está en el mismo escenario de una persona autoproclamada, el presidente constitucional, que en el caso de la última elección ganó con 68% de los votos, en procesos electorales en buena lid, que son los mismos procesos electorales en los que salieron electos los alcaldes y gobernadores de la oposición y es el mismo proceso electoral en el que salió electa la asamblea que tiene la oposición venezolana, con el mismo Consejo Nacional Electoral, es decir, hay una acción que se ha venido procurando constantemente. Ante esto, nosotros llamamos a los demás países para que se fijen si no hay un patrón de acción, que es el de empezar a crear organismos paralelos a los constitucionales, es decir, si quieren debilitar los procesos electorales, crean un consejo electoral paralelo, empiezan a crear, por ejemplo, unos voceros paralelos de la asamblea para debilitarla, empiezan a crear gabinetes desde la sombra para socavar las instituciones; al comandante Chávez lo dibujaban con forma de un simio, desdibujando el ser humano porque eso es parte precisamente de la acción política. Nosotros siempre vamos a apostar al diálogo, siempre vamos a apostar por el máximo apego a la constitución, pero nadie puede pretender que cuando nos sentemos a una negociación, el pueblo esté en medio de esa negociación, el pueblo venezolano es inalterable, es un elemento fundamental y la carta fundacional de la República, por lo que no puede estar en medio de una negociación, así que el tiempo en el que las élites han negociado con los intereses del pueblo y lo han traicionado ya pasó.
Finalmente, ¿qué lectura hace usted del informe de Michelle Bachelet?
Lo que nos llama la atención es que la publicación de este informe, más que hablar de nosotros, habla de quienes lo publicaron, realmente este informe desdice de la expresidenta Bachelet, porque si ella es representante de un organismo de derechos humanos y de un sistema de las Naciones Unidas, lo mínimo que debió hacer fue expresar las distintas posiciones que hay en Venezuela, y simplemente tomó partido por invisibilizar a las mayorías de nuestro pueblo, nosotros le dimos los datos, le pedimos que interfiriera directamente a nivel internacional en contra del bloqueo económico que está generando importantes daños a la República. Incluso, el mismo sistema de Naciones Unidas en Venezuela está siendo afectado producto de esas sanciones; le dimos todos los datos, todos los números sobre los niveles de afectación, todo lo que ha pasado, vio casos de niños, casos de pacientes con problemas serios, ella personalmente vio a las víctimas de las guarimbas y de la violencia, las vio ahí, con su rostro, contándole cómo habían sido asesinados sus familiares, ella estuvo en los hospitales y vio a los pacientes que tenemos con problemas de diálisis, ella eso lo vio y decidió que no lo publicaba, por lo tanto, esto habla mal precisamente de quien decidió tomar parte como parcialidad política o económica y omitir una parte de la información. Podía no pronunciarse a favor del gobierno, pero para alguien que habla de derechos humanos y que habla precisamente la objetividad y la neutralidad, ese silencio es censura y es un delito.