La situación de emergencia sanitaria que atraviesa Uruguay golpea también la institucionalidad de parte del sistema público de salud, mas específicamente en ASSE, donde la improvisación en la definición de medidas ante la magnitud de una pandemia que pocas veces debió enfrentar se encuentra con una dirección en sus primeros pasos de gestión y luchas políticas por espacio de poder.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Ante la crisis sanitaria, comparada a veces con la de una nación intervenida por una fuerza extranjera y en guerra, justifica cualquier medida por parte de los mandos superiores.
Se acciona la perilla
El secretario de la Comisión del Interior de la Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) e integrante del Consejo Directivo de COFE, Javier Acosta, viene recibiendo denuncias de las comisiones internas de hospitales del interior de que han ingresado funcionarios contratados por la Comisión de Apoyo para ejercer tareas durante tres meses en las salas de Cuidados Intermedios y en las UCRA, más conocidas como salas de oxígeno de alto flujo, por designación política y sin respetar la lista de suplentes de funcionarios que ya han concursado.
La explicación dada por parte de las autoridades a la organización sindical que compartía la necesidad de contar con mas personal, para la rotación del mismo y para las nuevas camas de CTI, pero que aspiraba hacerlo mediante llamado público y con un tribunal que calificara la idoneidad de los aspirantes, era justamente la situación de emergencia.
Para la región norte (Rivera, Artigas, Salto, etc.), ASSE tiene abiertos llamados que van desde suplentes de chofer hasta médicos especialistas, algunos abiertos desde el 20 de abril hasta el 4 de mayo, pero las denuncias de las comisiones internas hablan de designaciones que están ocurriendo previas a los llamados y sin concurso.
40 ingresos en el departamento de Salto, 40 en Melo, 20 en Mercedes, un número similar en Rivera, son los contratos por designación directa para realizar tareas en zonas sensibles de los hospitales, como son los CTI y las UCRA (Unidad de Cuidados Respiratorios Agudos).
Idoneidad
Las contrataciones no solo generan un problema de transparencia en el ingreso de funcionarios a la función pública y rompen con un acuerdo establecido, según el cual, por ejemplo, los tribunales de calificación lo integra un representante de los trabajadores, sino que viola los acuerdos salariales.
Acosta explicó a Caras y Caretas que por la especialización que necesita el personal que trabaja en los CTI, los salarios son más altos y no se tiene claro cómo se resolvió ese tema en las contrataciones.
Pero el otro tema más grave aun es que el personal que ya trabaja en los CTI debe encargarse de la formación del personal nuevo, restando tiempo a su tarea y aumentando la carga de estrés.
Es un personal que se encuentra cansado y psicológicamente afectado por enfrentarse diariamente no solo a la muerte de los pacientes, sino al contagio y fallecimiento de sus propios compañeros de labor, y por realizar turnos dobles.
«Se inflan el pecho como gorrión, como decimos en la frontera, diciendo las autoridades que abren nuevas camas; el tema no son nuevas camas, sino todo lo que eso necesita. La idoneidad de los contratados se está comprobando en la práctica y eso no puede ser así, no podemos enseñarles mientras trabajamos», denuncia la delegada sindical de Rivera, Graciela Olivera.
Corriendo de atrás
El gobierno ha instalado la idea de que la crisis sanitaria ha llegado por que la gente no ha hecho un uso responsable de su libertad y por eso dice no sentirse conforme.
Sin embargo, el personal organizado sindicalmente de la salud cree que se actuó mal y que en vez de acompañar el ritmo de la pandemia, se la corre de atrás; que hay un conjunto de medidas que se deberían haber tomado antes si el gobierno no estuviera comprometido en la defensa de los intereses de pequeños y poderosos grupos económicos.
Javier Acosta, en su rol de secretario del Interior, expresa que ha recorrido los hospitales del interior y los centros de la RAP (policlínicas urbanas, rurales, de frontera) y ha visto cómo se ha mejorado e invertido desde 2007 en las mejoras edilicias y de infraestructura bajo la reforma cuando la creación del Sistema Nacional Integrado de Salud, mejorando los indicadores en la atención de salud y el acceso a las personas más vulnerables, que permitió además enfrentar el arribo de la epidemia, pero que las medidas posteriores de las autoridades generan esta situación caótica, en la que no se ha jerarquizado el rol de los trabajadores de la salud y se realiza el juego politico mediante la contratación directa.
«En Florida, por ejemplo, contrataron tres administrativos para recursos humanos, sustituyendo a los que estaban allí, que fueron derivados a otras áreas bajo el argumento de que necesitaban personal de su confianza», denuncia Acosta.
«Estas situaciones nosotros hace meses que las veníamos denunciando en el servicio 105, hasta que la grabación a Montagno lo confirmó», recuerda Acosta.
Los recortes presupuestales en todo el Estado por parte del nuevo gobierno también afectaron al Ministerio de Salud Pública, siendo una contradicción frente a la pandemia, agravada por estas prácticas clintelistas.
Acosta señala que el actual presupuesto quinquenal tiene un recorte como hace 50 años no se veía, recortando presupuesto en recursos humanos, en inversión de obras públicas, cuando la crisis además ha hecho crecer el número de usuarios en ASSE.
«Prometieron hacer 500 casas de salud mental , atenciones domiciliarias que no existen en el interior del país y la telemedicina pero no sabemos con que plata lo van a realizar; Cipriani nos dijo que esto implicaría una inversión de 3.000 millones de pesos, pero solo le dieron 650 millones», manifiesta Acosta.
«Faltan incentivos para los trabajadores, que solo hemos tenido pérdidas, no solo de salario, sino más carga laboral, estrés, sin mejorar el régimen de descansos por ejemplo», agrega.