En momentos en que el Parlamento está tratando el Presupuesto del próximo quinquenio y el gobierno asegura que una de las prioridades es la educación, Elbia Pereira, secretaria general de la Federación Uruguaya del Magisterio- Trabajadores de la Enseñanza (FUM-TEP), advierte que para la inauguración del presupuesto educativo «se está poniendo a la educación bajo sospecha».
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La materialización de esa sospecha pende sobre «los docentes y los funcionarios, poniendo en tela de juicio aspectos como las certificaciones médicas, sin tener en cuenta que la mayoría de las maestras son mujeres, lo que supone el cuidado de niños y adultos mayores. «Pero también se pone en tela de juicio la pertinencia de las suplencias, que lo que pretenden es «garantizar que cada niño y cada niña tengan un maestro al frente de la clase».
También se pone en cuestión el derecho a la alimentación de niños y niñas, siendo necesario que un impuesto con el que toda la sociedad contribuye, llegue a la primaria y a la escuela pública. «También está en cuestión el tema de las horas de apoyo. Suponen salas docentes, maestros comunitarios, suponen maestros dinamizadores…» Supone un conjunto de acciones que lo que pretende es garantizar mejoras de los aprendizajes ¿Alguien puede pensar que una optimización de recursos pasa por recortar estos aspectos?
Dejando esas interrogantes planteadas, la secretaria general de la FUM invita a ocuparnos de esta problematica y del tema del presupuesto.