2. Permítete sentir
Es natural la tristeza, el enojo y el vacío cuando alguien rompe tu confianza. Estas emociones también se manifestarán a nivel físico. Puede que notes una sensación de pesadez, un nudo en la garganta, malestar estomacal e incluso dolor en el pecho. No trates de aparentar que esto no te afecta: tienes derecho a sentir, permítetelo.
3. Recalibra tus expectativas
Después de una decepción, es un buen momento para revisar las expectativas. Pregúntate si esperabas algo razonable o exigías demasiado. Si tus pretensiones fueron poco realistas, ajústalas para manejar mejor futuras situaciones. En cambio, si fueron razonables, entonces la persona simplemente te falló.
4. Habla de lo que sientes con personas de confianza
Conversar con alguien que te escuche sin juzgar será útil para procesar lo que vives. Compartir lo que sientes con amigos, familiares o un terapeuta te ayudará a desahogarte y, tal vez, a ver las cosas desde otro punto de vista. Hacerlo puede aliviar un poco el peso emocional y darte el apoyo que te hace falta.
5. Reflexiona sobre lo que puedas aprender de la experiencia
¿Crees que hay algo que puedas aprender sobre ti, tus expectativas o tu manera de relacionarte? A veces, las decepciones nos muestran lecciones importantes para crecer y estar más preparados en el futuro.
6. Ten una conversación con la persona que te decepcionó
Si te sientes listo/a y crees que puede ser útil, intenta hablar con la persona que te falló. Esta conversación contribuiría a entenderse mejor y aclarar malentendidos. También es válido si necesitas más tiempo o decides centrarte en tu propio proceso de sanación.
Cómo comunicar lo que sientes a quien te defraudó
Puede ser tentador reaccionar de forma impulsiva, pero si deseas que la conversación sea en realidad productiva y madura, es esencial abordar el tema de manera calmada y reflexiva. Toma nota de estos consejos prácticos para saber cómo responder cuando alguien te decepciona.
1. Elige el momento adecuado
Busca un momento tranquilo y apropiado para hablar. Evita iniciar la conversación en medio de una pelea, cuando hay poco tiempo disponible o si ambos están demasiado estresados. Es mejor esperar a que las emociones estén en calma para que el diálogo sea constructivo.
2. Usa el «yo» en lugar del «tú»
Apela a la comunicación asertiva. Se trata de expresar tus pensamientos y emociones sin acusar o culpar con un tono agresivo. Usar frases que comiencen con «yo» en lugar de «tú» hace que la otra persona esté más abierta a escuchar. Por ejemplo:
- No digas «tú no me valoras», es mejor «yo me siento desvalorizado cuando no se toma en cuenta mi opinión».
- En vez de decir «tú siempre me desilusionas», puedes apelar por «lo que has hecho me hizo sentir desilusionado».
- En lugar de decir «esto que has hecho es imperdonable», opta por «me siento muy dolido por lo que pasó y me cuesta mucho perdonar».
3. Escucha su punto de vista
¿Te parece que podría ser útil darle espacio para explicar su perspectiva y compartir su versión de los hechos? Solo tú sabes si esto te ayudará o no. De todas formas, ten en cuenta que conocer su punto de vista aclararía malentendidos y mostraría aspectos que no habías contemplado.
Hay que considerarlo: también está la posibilidad de que, al oír su versión, tu decepción crezca aún más. A veces, la explicación de la otra persona puede hacer que tu frustración sea mayor si notas que no reconoce el daño que causó o si, de alguna manera, empeora la situación.
4. Establece límites
Es fundamental que dejes claro qué aceptarás y qué no. Si algo en especial te dolió, es bueno expresarlo y establecer qué necesitas para sentirte más a gusto en esa relación. Eso sí, asegúrate de comunicar tus límites de forma directa y sin tanto rodeo.
5. Si es posible, busca soluciones
Si crees que hay oportunidad para arreglar las cosas y que la otra persona en verdad está dispuesta a hacer cambios y reparar su error, pues evalúen cómo mejorar la situación. Plantea alternativas concretas, siempre que se fomente el diálogo abierto y empático.
6. Date permiso para procesar lo que conversaron
Después de hablar, date tiempo para digerir lo que se dijo. Tu mente y tu corazón necesitan asimilar lo que se discutió. No esperes que todo se resuelva al instante; de hecho, puede que no se llegue a una solución completa y que continúes con esa desilusión. Si eso sucede, considera qué pasos quieres dar a continuación.
¡Cuida de ti!
El sentir que alguien te defraudó puede traer una mezcla de angustia, rabia, frustración y una sensación de injusticia. Tu bienestar es lo más importante en este momento. Por eso, recuerda no cargar con la culpa de lo que hizo la otra persona. Pese a que es valioso revisar tus propias actitudes y expectativas, la responsabilidad de sus acciones no es tuya.
Enfócate en ti y en lo que te hace sentir mejor. Permítete tomar el tiempo necesario para sanar y evita exponerte a situaciones o relaciones en las que sientas que te valoran poco.
Fuente: La Mente es Maravillosa