A ver qué les parece esta idea: en lugar de sudar en un gimnasio, hacerlo en una sesión de buen sexo, de esas que te dejan exhaustos, pero felices. La idea es seductora, apetecible… pero insuficiente, al menos si la intención es bajar de peso, o mantener una buena forma física. El sexo ayuda, pero no basta.
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Incluso si te pones en modo acrobático o contorsionista, posiblemente termines quemando lo mismo que quemarías en media hora de caminata moderada. Lo gozas más, sin dudas. Pero tampoco vas a quemar las calorías suficientes para rebajar la panza, desarrollar músculo o fuerza ósea.
Dirás, entonces, “bueno, cada persona es un mundo: algunas son más monótonas, otras más entusiastas; unas se dejan hacer y otras tienen iniciativa”. Sí, todo eso está muy bien, pero en la concreta, el gasto es bastante similar, de 75 a 150 calorías por cada 30 minutos de "coito normal".
Igual, de cierta manera contribuye a mejorar la forma física y la resistencia cardiovascular, siempre y cuando se realice de manera regular y se combine con otros hábitos saludables, como seguir una dieta equilibrada y hacer ejercicios -y no matemáticos- de manera regular.
Por otro lado, con el sexo se liberan endorfinas, hormonas que producen una sensación de bienestar y reducen el estrés, así que por ahí también hay ganancia.
¿Qué dice la ciencia?
El portal Huffington Postreseñó un estudio de Antony Karelis, profesor de Ciencias del Deporte en la Universidad de Quebec (Canadá), para medir el gasto energético durante las relaciones sexuales. Para ello, convocó a 21 parejas heterosexuales, a las que se les pidió que tuvieran sexo cuatro veces durante el mes del estudio, y que lo hicieran con unas pulseras que recogían datos corporales.
El promedio de calorías quemadas durante la actividad sexual fue de 101 en hombres (a una media de 4,2 por minuto) y de 69,1 en mujeres (3,1 por minuto). Igual, cada pareja arrojó datos diferentes, pese a ser similares en juventud y buena forma física. Karelis encontró además que las personas, mientras más grandes, más queman…
Si bien faltó un desglose de quema calórica en dependencia de la postura usada, sí se presupone que las personas con enfermedades crónicas, como cardiopatías, cáncer o diabetes, así como quienes tienen un estilo de vida sedentario, posiblemente quemen menos calorías durante el sexo.
"Hay varios factores que podrían explicar esto, como el hecho de que estos individuos seguramente se cansen más, tengan menos movilidad o peor condición atlética", razona Karelis.
El estudio comparó el gasto energético del sexo con 30 minutos corriendo en una cinta y corroboró que el coito no sustituye una rutina de cardio. No obstante, los beneficios fisiológicos son abundantes, más allá de las satisfacciones que proporcionan las distintas fases del proceso.
Por ejemplo, la actividad sexual eleva el rendimiento cognitivo en los adultos mayores, y favorece el descanso por la noche, pues se libera prolactina, una hormona que ayuda a dormir.
El sexo también pone en funcionamiento ciertos grupos musculares que no suelen ser activados en el gimnasio, como el suelo pélvico en las mujeres, que se debilita con el paso del tiempo o al parir, y que es crucial para el control de la vejiga.
Igual, para quemar más durante el sexo, obviamente hay que durar más y, además, activar de manera consciente los músculos que usamos en el acto. También ayuda usar diversas posturas, pues pasar de una posición a otra no solo acelerará el corazón, sino que potenciará la flexibilidad.
En resumen, coma bien, vaya al gimnasio, y tenga sexo. Santa palabra.