Sharon Stone y el tormento tras actuar en "Bajos instintos"

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Sharon Stone en "Bajos instintos"

En entrevistas sucesivas, Stone ha compartido el calvario que experimentó después de actuar en esa escena, que incluso no estaba originalmente en el guion. La fama que alcanzó en ese momento fue acompañada por una persecución insidiosa por parte de admiradores (especialmente hombres, quienes llegaban a colgarse del auto de la actriz), acoso sexual en los sets de filmación e incluso la pérdida de la custodia de su hijo debido a una decisión insólita de un juez.

Recientemente, Stone hizo una declaración sobre el por qué de la persistente percepción de "Bajos instintos" como un "escándalo", especialmente en tiempos de mayor apertura mental.

En una entrevista con el noticiero de CNN, la actriz se preguntó por qué seguimos viendo la película de esta manera. En sus propias palabras, esa escena en particular cambió la dinámica de su vida para siempre. La transformación fue tan significativa que, antes del estreno de la película, llevaba una vida normal, pero después de su lanzamiento, los hombres comenzaron a comportarse de manera invasiva, incluso siguiéndola en su automóvil.

Sin embargo, el acoso de los fanáticos fue solo una parte del problema. En otra entrevista en el podcast "Table for Two", Stone reveló una situación impactante en la que un juez que debía resolver su divorcio con su exmarido Phil Bronstein y la custodia de su hijo, Roan, le preguntó directamente al niño de cuatro años si sabía que su madre hacía películas de sexo.

Esta sorprendente pregunta llevó a que Stone perdiera la custodia de su hijo, en lo que ella considera un abuso del sistema judicial. Su exceso de trabajo también enfrentó críticas y juicios, y la naturaleza de su profesión fue cuestionada como si eso la hiciera una mala madre.

En su biografía titulada "La belleza de vivir dos veces", nombre derivado del accidente cerebrovascular que sufrió en 2001, Sharon relató cómo el equipo de producción la indujo a filmar la escena del interrogatorio sin ropa interior, con el argumento de que el color blanco reflejaba la luz adecuadamente.

A pesar de las promesas del director Paul Verhoeven y los productores de que no se mostrarían sus partes íntimas, la edición final de la película demostró lo contrario. Esta experiencia desencadenó una serie de acosos por parte de productores y colegas en la industria, situaciones que en ese entonces eran aceptadas sin cuestionamiento debido a la falta de conciencia sobre el acoso sexual y laboral.

Sharon Stone destaca cómo la industria cinematográfica ha esperado durante mucho tiempo que las actrices utilicen su sexualidad para avanzar en sus carreras. Sin embargo, a pesar de los desafíos que enfrentó, Stone ha demostrado fuerza y resiliencia, y ha sido una defensora enérgica del cambio en la industria, especialmente desde la aparición del movimiento #MeToo.