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Like desnudos | Charlie Ann Max |

lo nuevo en gastronomía inmersiva

¿Vamos a cenar desnudos con Charlie Ann?

La moda de las cenas holísticas, cuyo único requisito indispensable es sentarse a la mesa desnudos, nos recuerda que es bueno ponerse cómodo para comer...

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A veces, cuando se sale a cenar, la comida es lo de menos, e importa más una compañía interesante, ponerse elegante o pasar un rato que vaya más allá de la mera degustación. Sin embargo, en EEUU una modelo ha llevado esas experiencias a un nuevo nivel, con una propuesta que consiste en compartir la mesa con perfectos desconocidos y completamente desnudos.

Se trata del proyecto The Füde Dinner Experience, evento gastronómico que reúne a 25 comensales que comparten un menú temático como Dios los trajo al mundo, sin pena o prejuicios, con la idea de fusionar el comer con un amplio rango de experiencias sensoriales.

Este sui generis cena naturistas fue creada por Charlie Ann Max, una artista y modelo de 29 años, que comenzó a implementarla en Los Angeles, la llevó a New York y comienza a ser replicada en otros continentes. La buena de Charlie define su propuesta como "un espacio liberador donde celebrar nuestro más puro ‘yo’ a través de la cocina vegana, el arte, el nudismo y el amor hacia uno mismo".

Esto comenzó en abril de 2022 y enseguida caló entre personas con más hambre de experiencias que de alimentos. De hecho, la comida cuesta unos 88 dólares, y consiste de tres platos a base de comida vegana y bebidas, elaborados por la propia Charlie Ann. La cena dura de cuatro a cinco horas, y a juzgar por las fotos que comparte el proyecto en sus redes, hay buena onda…

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No es para todos

Según su creadora, The Füde Dinner Experience fue diseñado para crear una experiencia “holística y transformadora”. ¿A qué se refiere con esto? A propiciar que el acto físico de alimentarse consiga una conexión entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Esto implica, claro, prestar atención a los sabores, pero también apreciar la calidad de los ingredientes, el proceso de preparación, la presentación del plato, el ambiente en el que se consume la comida y la manera en que se come.

“Hicimos hace poco una comida basada en el amor propio y las propiedades curativas/medicinales de la rosa, en la que colaboraron una experta en herbolaria y otra en ejercicios de respiración, por lo que todas las recetas las fusionamos en pétalos de rosa”, relató Charlie Ann al portal Metropoli.

Esta experiencia no es para todos, y no por lo que pueda costar. Cuando se abre la convocatoria, los organizadores hacen un casting previo de los 25 comensales, sobre todo para asegurar la cohesión del grupo. La idea es que cada participante aporte su perspectiva a los invitados, con el objetivo de conectar con su ‘yo’ más profundo.

Por ejemplo, antes de sentarse a la mesa, los comensales realizan una pequeña danza o movimientos que “despiertan sus sentidos”, para luego seguir con una sesión de meditación, que suele incluir ejercicios de respiración, más una charla o clases de dibujo o escritura. Lo dicho, no se trata de matar el hambre…

Estas cenas, por cierto, son mayormente femeninas. Los hombres no están vetados, sino sometidos a un escrutinio más riguroso. De hecho, una participante dijo al The New York Times que la desnudez ayuda a despojarse de elementos del patriarcado, a tono con el concepto inmersivo de la propuesta.

Charlie Ann ha relatado que la idea le surgió como una manera de reafirmación de su propio cuerpo, tras pasar toda su vida sometida al tóxico culto de la perfección corporal. "Practicar nudismo me ayudó mucho a aceptarme como soy. Y pronto descubrí que la unión de los alimentos de origen vegetal, el arte y la desnudez era una combinación potente para encontrarse a uno mismo y quererse", aseguró la instigadora del eslogan “free the nipple” (liberen al pezón).

Gastronomía inmersiva y holística

La moda de la gastronomía holística no es nueva, pues diferentes culturas lo practican desde tiempos remotos. Muchas tradiciones culinarias consideran la comida un elemento central para la salud y el bienestar integral del ser humano, y se le atribuyen propiedades curativas y espirituales.

Sin embargo, es cierto que en los últimos años surgió un renovado interés en la gastronomía holística en todo el mundo. Los chefs y restauradores adoptan un enfoque más consciente y equilibrado hacia la alimentación, y buscan ofrecer experiencias gastronómicas que sean deliciosas, pero también que aporten a la salud física y espiritual de sus comensales.

Esto se entronca con la llamada “experiencia inmersiva en la comida”, que consiste en involucrar a todos los sentidos de una manera más profunda y completa en el acto de comer. Para ello se juega con elementos como la decoración del ambiente, la iluminación, la música, la presentación de los platos y la interacción con el personal del restaurante.

Además, puede aromas específicos que complementen la comida, o incluso proyecciones visuales o sonidos para crear un ambiente temático.

Que todo, en fin, maride perfectamente con el menú, para que cada bocado genere sensaciones únicas, de modo que surja una conexión consciente entre la alimentación y el bienestar integral, en lugar de enfocarse únicamente en el sabor, la satisfacción inmediata o la saciedad.

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