Por Matías Mata
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Una aclaración que debe hacerse es que, sin lugar a dudas, los viajes al exterior por parte de los legisladores representantes en la Cámara de Diputados son un componente del costo del Estado, es decir, así como gasta en planes sociales, reducción de impuestos para atraer inversores o disminución de las tarifas de luz para algunos productores, también gasta en los viajes que realizan nuestros legisladores al exterior.
La reducción del costo del Estado puede entenderse desde varios puntos de vista, y uno de ellos sin dudas es el gasto en los viajes de los diputados al exterior. Estos viajes son necesarios, ya que a partir de ellos se espera que nuestro país pueda avanzar en diferentes acuerdos económicos, comerciales, políticos, de intercambio, tecnología, etc. Sin embargo, no debemos olvidar que el dinero para estos viajes sale de las arcas del Estado, y aunque sea una frase muy trillada, no deja de ser verdad que a dichas arcas aportamos todos los uruguayos, por lo que se espera que su utilización por parte de los legisladores sea ajustada a la realidad, pero sobre todo a sus discursos políticos.
El costo de estos viajes se encuentra principalmente compuesto, según la documentación que aparece en la página del Parlamento uruguayo, de viáticos y pasajes, entre otros.
Para el caso de los pasajes, los montos quedan supeditados al precio que tienen según cada aerolínea, y en la mayoría de los casos no varían para los legisladores que han viajado a un mismo destino.
Para el caso de los viáticos y, según el documento Otorgamiento y uso de viáticos a funcionarios públicos del año 2017, “todos los funcionarios públicos, incluidos los que ocupen cargos electivos y los de particular confianza o políticos, de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, del Tribunal de lo Contencioso Administrativo, del Tribunal de Cuentas, de la Corte Electoral, que deban cumplir sus servicios o sus funciones en el exterior del país, tendrán derecho a la percepción de los viáticos que se regirán por lo dispuesto en la presente ley”. Por otro lado, el referido documento engloba dentro del concepto viático al “alojamiento, alimentación, transporte y otros de naturaleza extraordinaria que deriven necesariamente del ejercicio de sus servicios o funciones”. En este caso tampoco existen diferencias en el otorgamiento de los mismos, ya que los montos son asignados según una escala que fija el Ministerio de Relaciones Exteriores sobre la base de otra ya elaborada por Naciones Unidas para los diferentes destinos.
Sin embargo, si analizamos la devolución de dichos viáticos y los viajes que incluyen delegaciones compuestas por los tres partidos, aparecen algunas diferencias.
Para el caso de las devoluciones, los diputados del Frente Amplio recibieron un total de 59 viáticos para sus viajes al exterior, contabilizando un costo total de 80.450 dólares y devolvieron 12.080 dólares. Es decir, el 15% de lo recibido por dicho concepto. A su vez existen dos diputados, quienes, según la documentación mencionada, viajaron al exterior sin solicitar viáticos; estos casos son los de Gerardo Núñez (PCU), en su viaje a Brasil entre el 6/8/2018 y el 8/8/2018, y el caso de Daniela Payssé (AU), en su viaje a Panamá entre el 14/3/2018 y el 17/3/2018.
Por su parte los diputados del Partido Colorado sumaron un total de 13 viáticos, para sus viajes durante 2018, contabilizando 17.045 dólares, y devolvieron 2.193 dólares, es decir, un 12% de lo recibido por dicho concepto.
Mientras tanto, los diputados del Partido Nacional recibieron para sus viajes un total de 52 viáticos, contabilizando 66.090 dólares y devolvieron 6.072 dólares, es decir, el 9% de lo recibido por dicho concepto.
Si tenemos en cuenta ahora los viajes al exterior de delegaciones compuestas por al menos dos de los tres partidos políticos mencionados, vemos cómo en algunas ocasiones el gasto de viáticos guarda importantes diferencias.
Por ejemplo, en el viaje a Ginebra entre el 22/3/2018 y el 28/3/2018, el legislador Jorge Gandini (PN) gastó 3.365 dólares por el concepto de viáticos, en tanto el legislador José Carlos Mahía (FA) gastó 2.398 dólares. Por otro lado, en el viaje a Madrid entre el 5/5/2018 y el 11/5/2018, la diputada Elizabeth Arrieta (PN) gastó 2.550 dólares por concepto de viáticos, mientras que la diputada Lilián Galán (FA) gastó 1.570 dólares. En el viaje a Panamá realizado entre el 26/9/2018 y el 29/9/2018, el diputado Mario García (PN) contabilizó un gasto de 1.508 dólares, mientras el diputado Alfredo Asti (FA) contabilizó un gasto de 572 dólares. A su vez, en el viaje a España realizado entre el 29/10/2018 y el 30/10/2018, la diputada Graciela Matiaude (PC) gastó 2.495 dólares por concepto de viáticos, en tanto el diputado Nelson Larzábal gastó 1.300 dólares.
Lo primero que nos debe llamar la atención es el reducido porcentaje de devoluciones por concepto de viáticos de los tres partidos políticos analizados, ya que como muestran los documentos referidos son varios los legisladores que gastan la totalidad del mismo.
Sin embargo, llama también la atención que existan diferencias entre los mismos partidos al momento de realizar la devolución de los viáticos no utilizados; como vimos, mientras el FA devuelve el 15%, el PC devuelve el 12% y el PN tan solo el 9%. Más aún se identifican estas diferencias cuando vemos algunos casos en los cuales se viaja a los mismos lugares, para los mismos eventos, y durante la misma cantidad de días. Allí aparecen diferencias de hasta 1.000 dólares entre los gastos de los legisladores del Partido Colorado y del Partido Nacional, en comparación con el Frente Amplio.
Estos números nos muestran cómo los discursos políticos no siempre se condicen con la realidad, y cómo la necesidad de bajar el costo del Estado implica para algunos partidos políticos decir una cosa en los medios, pero hacer otra en sus viajes.