Audiencia de Trump: calles cerradas y despliegue policeal

Este martes lo espera el juez federal de la ciudad de Miami, John Goodman, para leerle los 37 cargos de los que se le acusa por llevarse de la Casa Blanca sin permiso en enero de 2021 un centenar de cajas con unos 13.000 documentos, 300 de ellos clasificados, a su residencia en Mar-a-Lago, en Palm Beach.

Se enfrenta a siete delitos federales que acarrean penas de hasta 400 años. Está previsto que se declare inocente de retener intencionadamente información sensible para la defensa nacional, de guardarse y ocultar papeles a los investigadores federales y de falsedad, así como de conspiración para obstruir a la justicia con uno de sus empleados, Walt Nauta.

Las autoridades de la ciudad afirman que se preparan para gestionar la presencia de hasta 50.000 simpatizantes del expresidente. Varias calles fueron cerradas a la circulación y otras permanecerán bloqueadas entre las tres y las cinco de la tarde (hora local).

Las autoridades ya habían aumentado la seguridad en el juzgado y sus alrededores antes de la audiencia judicial y aunque no divulgaron detalles, afirmaron que los preparativos tienen lugar tras la fecha de la imputación contra el magnate, ocurrida el pasado jueves.

El jefe de policía de Miami, Manuel Morales, aseguró que la ciudad está aportando suficientes recursos para manejar a la multitud. “Estamos listos, y estamos listos para que todo termine”, declaró citado por CBS News.

Antes de la comparecencia del exgobernante ante el tribunal, varios funcionarios encargados de hacer cumplir la ley le dijeron a la cadena televisiva que no se han identificado amenazas específicas y creíbles, pero que la retórica en línea sobre el asunto aumentó significativamente.

Trump, quien declaró a Fox News que se declarará inocente durante la audiencia a iniciarse a las tres de la tarde (hora local), instó a sus seguidores a manifestarse.

“Necesitamos fuerza en nuestro país ahora. Y tienen que salir y tienen que protestar pacíficamente. Tienen que salir”, dijo durante una entrevista con el asesor Roger Stone en WABC Radio hace dos días.

La acusación dice que el reclamo de Trump sobre los documentos expiró en el momento en que dejó el cargo, pero que intencionalmente se aferró a los de alto secreto y otros clasificados, en algunos casos durante más de un año y medio después de abandonar la Casa Blanca.

Los documentos “incluían información sobre las capacidades de defensa y armas de Estados Unidos, programas nucleares, vulnerabilidades potenciales y planes para una posible represalia a un ataque extranjero”, plantea la acusación, entre otras cuestiones.

También trató de manera descuidada esos expedientes, a veces manteniéndolos en el escenario en el salón de baile de su resort de Florida y en un baño al lado de un inodoro, abunda la imputación.

Añade la acusación formal que durante el período en que Trump mantuvo los documentos de su propiedad de Mar-a-Lago en Palm Beach, el club “organizó más de 150 eventos sociales, incluidas bodas, estrenos de películas y eventos para recaudar fondos que, en conjunto, atrajeron a decenas de miles de invitados”.