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Mundo río |

hacia la segunda vuelta

Bolsonaro se fue a Rio a buscar el voto evangelista

A 16 días de la segunda vuelta en brasil el presidente Bolsonaro procura el respaldo de los sectores más conservadores.

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El presidente brasileño Jair Bolsonaro acudió a la ciudad de Duque de Caxias (en la periferia de Río de Janeiro) donde miles de personas se congregaron para verlo en un ambiente festivo y de fuerte carácter religioso. "Bolsonaro ganará seguro y con un margen mucho mayor (respecto a la primera vuelta) porque su adversario Lula ladrón no puede ganar, acabará con el país, ya está negociando con países comunistas", afirmó a la Agencia Sputnik, apoyado en una valla, Betuvio de Lima, jubilado de la ciudad.

Entre los presentes, como siempre vestidos de verde y amarillo, los colores de la bandera nacional, predomina la idea de que Bolsonaro se impondrá con claridad al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) en el balotaje del 30 de octubre, a pesar de que todas las encuestas dan como favorito al candidato de la izquierda.

"Donde Bolsonaro va hay un mar de gente, donde va Lula no hay casi nadie, ¿cómo puede estar una criatura de esas por delante en las encuestas?", replicaba Lima, visiblemente exaltado.

Como él, muchos de los seguidores del presidente brasileño no creen en las encuestas, ni en las urnas electrónicas, que consideran "frágiles y fáciles de manipular", a pesar de que se llevan usando desde hace más de dos décadas y de que Bolsonaro no protestó con el resultado para el poder legislativo, que dio una amplia mayoría de parlamentarios de derechas.

Zona pobre y evangelista

Duque de Caxias es una ciudad de casi un millón de habitantes, la más poblada de la "Baixada Fluminense", el cinturón metropolitano de Río. Es una región pobre, de clase trabajadora, formada por descendientes de inmigrantes que llegaron décadas atrás del aún más pobre noreste de Brasil.

A día de hoy es una zona muy castigada por la violencia del narcotráfico y de la milicia, con medios de transporte escasos, pero con una iglesia prácticamente cada esquina. No muchos años atrás, la periferia de Río votaba a la izquierda, pero que en los últimos tiempos dio un fuerte giro conservador.

Un factor fundamental ha sido el crecimiento exponencial de las iglesias evangélicas neopentecostales, que han ayudado a diseminar ideas más conservadoras, así como el poder de la milicia, grupos paramilitares que acaban controlando el voto de forma indirecta y favorecen a candidatos conservadores.

Este viernes, Bolsonaro subió al escenario de Duque de Caxias acompañado del alcalde de la ciudad, Washington Reis, acusado de múltiples vínculos con la milicia.

Reis iba a ser el número dos del gobernador de Río, Cláudio Castro, pero la justicia lo impidió en el último momento por delitos de corrupción.

La familia Reis es muy poderosa en Caxias y, aunque la alianza con el gobernador bolsonarista al final se frustró, esa asociación entre los dos es clave para entender el éxito arrollador que Castro tuvo en la primera vuelta, venciendo a la primera sobre el candidato de la izquierda.

En el estado de Río, el tercero más poblado de Brasil, Bolsonaro sacó a Lula más de un millón de votos de ventaja, y la estrategia pasa por consolidar o aumentar ese margen para poder ganar al líder del Partido de los Trabajadores (PT) en la segunda vuelta.

( Vía Sputnik)

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