Sin mascarillas en casi todo el mundo, mucho vacunados hasta con cinco dosis antiCovid-19, pero hasta hoy el fin de la pandemia sigue lejano y más ahora cuando la subvariante BA.5 de Ómicron enciende nuevamente las alarmas.
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Esta nueva modificación del virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad que por más de dos años ha mantenido en vilo al planeta; y la variante estrechamente relacionada BA.4, ya ha generado un incremento global de casos: un 30 por ciento solo durante las últimas dos semanas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las dos subvariantes muestran una preocupante capacidad para reinfectar a personas ya vacunadas o que se han recuperado de la enfermedad, puntualizó recientemente el director general de ese organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus
Por quinta semana consecutiva se reporta un aumento significativo en los casos de Covid-19 y solo en los últimos siete días notificaron 5.7 millones de nuevos confirmados, un incremento del seis por ciento.
Según la OMS, los mayores picos se producen en el Pacífico Occidental y Oriente Medio. Las muertes subieron un 78 por ciento en Oriente Medio y un 23 en el sureste asiático, mientras que en otros lugares cayeron o se mantuvieron estables.
En una entrevista con la cadena CNN, Eric Topol, profesor de medicina molecular del Scripps Research Institute de Estados Unidos, calificó la variante BA.5 como «la peor versión del virus que se ha visto».
“BA.5 puede evadir fácilmente la inmunidad de contagios previos y de las vacunas, lo que aumenta el riesgo de reinfección; aunque la variante no parece causar una enfermedad más grave, sí se espera ver una escalada en las hospitalizaciones, como ha ocurrido en Europa y en otros lugares donde la variante se ha fortalecido”, puntualizó.
Señaló, además, que algo bueno es que no parece estar acompañada por mayores ingresos a las unidades de cuidados intensivos, ni por más muertes; pero “definitivamente es preocupante».
En cuanto a los fallecidos, la OMS indicó en su más reciente informe sobre la Covid-19 que las cifras se mantienen relativamente estables y en la última semana ocurrieron nueve mil 800 defunciones, número similar al de la semana anterior.
BA.5 se convirtió en la cepa dominante en Estados Unidos donde representa el 65 por ciento de las nuevas infecciones, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).Mientras que, en Europa, tanto BA.5 como BA.4 causaron un aumento de aproximadamente el 25 por ciento de los nuevos los casos.
Ante esta situación, Michael Ryan, director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, señaló que en realidad esa cifra podría ser mayor, dado el «casi colapso en las pruebas de detección».
Un artículo reciente en el sitio la plataforma de preprint Research Square, indicaba que el punto fundamental de BA.5 es su capacidad para infectar a millones de personas con inmunidad natural o adquirida.
La indagación, realizada en Estados Unidos, comparó historias clínicas electrónicas de más de 250 mil personas positivas a Covid-19 una vez, con casi 39 mil que notificaron dos o más infecciones.
Ambos grupos se compararon con otro de control, formado por más de 5,3 millones de personas sin padecer la enfermedad y de las casi 39 mil que tuvieron una reinfección; 36 mil la experimentaron por segunda vez, aproximadamente dos mil 200 por tercera, y 246 por cuarta.
El resultado fue que; comparadas con las personas que no tuvieron Covid-19, aquellas con reinfecciones corrieron el doble de riesgo de morir y tres veces el de ser hospitalizados dentro de los seis meses posteriores a su último contagio.
También se observaron problemas pulmonares y cardíacos, fatiga, trastornos digestivos y renales, diabetes y afecciones neurológicos después de cada reinfección, síntomas que podían durar por lo menos seis meses.
En medio de este panorama, Adhanom Ghebreyesus, dijo que la vigilancia mundial ante la Covid-19 se ha reducido significativamente, incluidas las pruebas y la secuenciación; lo cual hace cada vez más difícil evaluar el impacto de las variantes en la transmisión, las características de la enfermedad y la eficacia de las medidas de mitigación. «Nuevas oleadas del virus demuestran una vez más que la pandemia no ha terminado», sentenció.