El gobierno de Cuba rechazó las afirmaciones del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, sobre la presencia de una supuesta base de espionaje establecida por la República Popular China en la isla.
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Una declaración dada a conocer por el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parilla, indica que las afirmaciones de Blinken “constituyen una falsedad”.
Tras recordar que la posición de Cuba sobre este tema “es clara y categórica”, afirma que esas declaraciones “carecen de sustento”.
“Su propósito es servir de pretexto para mantener el bloqueo económico contra Cuba y las medidas de máxima presión que lo han reforzado en los últimos años, y que son objeto de creciente rechazo internacional y también dentro de los Estados Unidos, lo que incluye el reclamo de sacar a Cuba de la arbitraria lista de Estados Patrocinadores del Terrorismo”, sostiene seguidamente.
Cuba “no es una amenaza para los Estados Unidos, ni para ningún país”, subraya y recuerda que el gobierno de Estados Unidos “aplica una política que de manera cotidiana amenaza y castiga a la población cubana en su conjunto”.
“Estados Unidos ha impuesto y dispone de decenas de bases militares en nuestra región, y mantiene, además, contra la voluntad del pueblo cubano, una base militar en el territorio que ilegalmente ocupa en la provincia de Guantánamo”, indica.
Para la Cancillería cubana el país se encuentra “frente a una nueva operación de desinformación, como muchas otras que se han generado en los Estados Unidos en su larga historia de hostilidad contra nuestro país”.
La semana pasada algunos medios estadounidenses como el Wall Street Journal anunciaron que China y Cuba llegaron a un secreto acuerdo para establecer una base en la isla para una posible vigilancia de Estados Unidos.
"La instalación de escucha en Cuba (...) permitirá a los servicios de inteligencia chinos interceptar correos electrónicos del sureste de EEUU, donde hay muchas bases militares, y rastrear el movimiento de los barcos estadounidenses", publicó.
Según los funcionarios, China acordó pagar varios miles de millones de dólares a Cuba para que se le permita construir la instalación.
(En base a Sputnik y Cancillería de Cuba)