Estados Unidos presentó una nueva asistencia militar para Ucrania que incluye municiones convencionales mejoradas de doble propósito, también conocidas como bombas de racimo, anunció el Departamento de Defensa en un comunicado.
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Bombas de racimo, una maldad extrema.
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"Hoy, el Departamento de Defensa (DoD) anunció asistencia de seguridad adicional para satisfacer las necesidades críticas de seguridad y defensa de Ucrania. Este paquete proporcionará a Ucrania sistemas de artillería y municiones adicionales, incluidas municiones convencionales mejoradas de doble propósito altamente efectivas y confiables, sobre las cuales la administración realizó amplias consultas con el Congreso y nuestros aliados y socios", reza el texto.
Las bombas de racimo son proyectiles que se abren en el aire y despliegan una gran cantidad de pequeñas bombas que cubren cientos de metros. Pueden quedar mucho tiempo enterradas y detonar al paso de civiles. Más de cien naciones son signatarias de una convención internacional que prohibe el uso de estas armas. Uruguay es uno de ellos.
El nuevo paquete consta de municiones de defensa aérea adicionales, vehículos blindados, armas antiblindaje y otros equipos, agrega la nota.
Según el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, proporcionar este tipo de municiones en racimo a Ucrania fue una "decisión difícil", a la que llegó el presidente Joe Biden después de una recomendación unánime del equipo de seguridad nacional.
Agregó que Washington consultó con sus aliados sobre la decisión de suministrar a Ucrania bombas de racimo para usar en su contraofensiva y éstos la comprendieron.
"Reconocemos que las municiones en racimo crean el riesgo de daños a civiles debido a las que quedan sin detonar. Es por eso que aplazamos la decisión todo lo que pudimos. Pero también existe un riesgo masivo de daños a civiles si las tropas y los tanques rusos capturan posiciones ucranianas y toman más territorio ucraniano, y subyugan a más civiles ucranianos porque Ucrania no tiene suficiente artillería", dijo Sullivan.
A su vez, el presidente Biden dijo a la cadena de televisión CNN que aprobar dicho envío fue "una decisión muy difícil", que adoptó porque "los ucranianos se están quedando sin municiones".
Poco antes, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, reiteró su rechazo al uso de bombas racimo en el campo de batalla, incluso en el conflicto de Ucrania.
Una maldición
Las municiones de racimo que EEUU enviará a Ucrania no ganarán la guerra para Kiev, si no que durante años serán una maldición para las tierras de cultivo de ese país, dijo a la Agencia Sputnik el exjefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) de EEUU, Phil Giraldi.
"(Las municiones de racimo) no ganarán la guerra para Ucrania", dijo Giraldi.
"Lo que harán las bombas es matar a muchos civiles al extender sus cargas y la munición enterrada sin explotar será una lacra en las tierras de cultivo de Ucrania allí donde se desplieguen durante mucho tiempo".
El exoficial de la CIA dijo que la decisión se produce cuando Ucrania está perdiendo en el campo de batalla contra Rusia, a juzgar por su contraataque fallido que ha sido apoyado con entusiasmo por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y las cancillerías de Europa y EEUU.
Giraldi agregó que la medida también ilustra la hipocresía de la administración del presidente Joe Biden, que criticó el supuesto uso de tales armas el año pasado por parte de Rusia.
(Sputnik y Redacción)
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