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Mundo Alex Saab | Venezuela | Colombia

Venezuela

La diplomacia como delito en el caso de Alex Saab

El caso de Alex Saab es una de las muestras más claras en los últimos tiempos de la manera en que la Justicia ha sido instrumentalizada con arreglo a intereses específicos.

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Asumir que se trata de una detención en el marco de la confrontación entre dos países o visto desde la perspectiva de una confrontación geopolítica de Estados no es del todo acertado.

Es importante entender la razón del grado de molestia que generó Alex Saab en la política norteamericana de aislamiento y bloqueo de Venezuela que se ha venido desarrollando desde inicios de la década anterior, pero que se agudizó a partir de 2014.

Venezuela tiene dos grandes activos a la hora de negociar con otros países: petróleo y una postura política clara respecto a Estados Unidos. Los levantamientos en Medio Oriente auspiciados por el Departamento de Estado permitieron el control de una buena parte de las reservas del cada vez más escaso crudo en el mundo, pero la reserva más grande la sigue teniendo Venezuela y dado que Estados Unidos será uno de los últimos países en ingresar a un modelo de transición energética, ha sido vital llevar la presión sobre este país caribeño hasta las últimas consecuencias con tal de echar mano del poco petróleo que queda.

En esa dirección, contra Venezuela valió todo, desde intentos de magnicidio pasando por financiamiento de mercenarios o alimentando un conflicto fronterizo con una Colombia abiertamente instrumentalizada por Estados Unidos para conseguir sus fines, hasta la guerra diplomática de nueva generación tratando de establecer un Estado paralelo que pudiera desplazar en la práctica al gobierno en ejercicio. Nada resultó.

El alter-presidente Guaidó resultó ser uno de los mayores fiascos cometidos por administración alguna en la Casa Blanca: corrupto, desubicado, inescrupuloso y cada vez menos conectado con la poca gente que lo podía apoyar dentro de las fronteras, Guaidó ahora solo aparece cada vez que protagoniza algún bochornoso incidente en cualquier lugar público, donde la gente lo reconoce solamente como un peón funcional de la asfixia económica que ha sufrido el pueblo venezolano.

De otro lado, aún luego de la flagrante apropiación de recursos del estado venezolano por parte de organismos internacionales y gobiernos del primer mundo, Venezuela logró sortear la crisis desde la construcción de tejido social y el manejo diplomático estableciendo acuerdos con países cuyos rumbos no estaban siendo dirigidos desde el Departamento de Estado y que, por el contrario, habían decidido contraponerse a estos.

Uno de esos países ha sido Irán, que a su manera también ha sido golpeado por la política extraterritorial norteamericana y cuyo compromiso en una de las etapas más críticas de la asfixia económica contra Venezuela fue determinante a la hora de sortear la situación.

Dentro de este marco, el papel cumplido por Alex Saab fue determinante, se ha movido con fluidez y habilidad en los entornos de las grandes decisiones económicas y financieras en favor de establecer relaciones que permitan a Venezuela salir de la crisis fracturando definitivamente el bloqueo en un mundo cada vez menos unipolar.

En medio de esa cruzada, Alex Saab fue detenido el 12 de junio de 2020 en Cabo Verde durante una parada de reabastecimiento del avión en que viajaba, sin una orden válida en su contra y rompiendo todos los protocolos jurídicos exigidos para una persona que se encuentra en una misión diplomática acreditada por un Estado. La circular de Interpol fue emitida cuando Saab ya se encontraba detenido y fueron ignoradas las credenciales diplomáticas que este poseía.

Desde el primer momento esta detención ha sido un mar de irregularidades, no solo por lo anteriormente mencionado, sino porque sus condiciones humanitarias básicas no han sido respetadas, más a sabiendas de que Saab es paciente oncológico.

Desde ese momento han tenido lugar diferentes pronunciamientos, dentro de los que se encuentra el emitido por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) a la que pertenece de manera vinculante Cabo Verde, cuando el 15 de marzo de 2021 ordenó a este Estado la liberación de Alex Saab, así como poner fin al trámite de extradición hacia Estados Unidos y adicionalmente el pago de una indemnización de 200.000 dólares por daños causados en la persona de Saab. Nada de esto se cumplió.

Está claro que el delito ideológico es cada vez más difícil de sustentar, por lo que en el caso de Saab como en otros que han alcanzado dimensiones de Estado en Latinoamérica, lo fundamental es primero entablar un imaginario para luego generar los movimientos jurídicos ajustados a este. Para el caso de Venezuela se ha desarrollado una narrativa que no soporta un análisis profundo, pero con el suficiente despliegue mediático y político como para que funcione por lo menos en la forma.

El delito del que se acusa a Saab es el de lavado de activos producto de la corrupción asociada al narcotráfico del gobierno venezolano en cabeza de Nicolás Maduro, quien ha sido nombrado como la cabeza de un cartel de drogas, así como presidentes y expresidentes de otros países han sido rotulados como cabeza de organizaciones dedicadas a la corrupción, dando como un hecho “común” que se puede estar a cargo de un Estado y al mismo tiempo de una organización criminal; coincidentemente todos los acusados han mostrado una postura autónoma respecto a los intereses económicos de Estados Unidos.

Finalmente, el 16 de octubre de 2021 Saab fue extraditado en un procedimiento también lleno de irregularidades, dado que su extradición no fue notificada al embajador de Venezuela en Cabo Verde y además pasó por alto las medidas cautelares concedidas el desde 8 de junio por el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que ordenó a las autoridades de Cabo Verde que "se abstenga de extraditar al enviado especial Alex Saab a Estados Unidos de América mientras su caso sea examinado por el Comité o hasta nuevo aviso. Se ha pedido además al Estado parte que adopte todas las medidas necesarias, para garantizar el acceso del autor a una atención sanitaria adecuada, preferiblemente por médicos independientes y especializados de su elección.”

En este momento Saab se encuentra detenido en Estados Unidos esperando una fecha de juicio, ya que fue aplazado el que estaba proyectado para octubre. El motivo del aplazamiento posiblemente vaya determinado porque la fiscalía ha intentado demostrar con poco éxito que los documentos que acreditan a Saab como encargado diplomático por parte del gobierno venezolano son falsos, debido a que la cantidad de veces que este se ha pronunciado en esa dirección ante el gobierno de Cabo Verde en primera instancia, así como diferentes organismos internacionales son abrumadoras.

Sobre los cargos judiciales en contra de Alex Saab, existe un sólido caso armado para los grandes medios de comunicación, donde una afirmación se sostiene con otra y no es necesario demostrar nada, mientras que en los estrados de Estados Unidos no es la Justicia, sino los intereses los que operan, y un antecedente emblemático que lo demuestra es el del juicio contra en exguerrillero colombiano Simón Trinidad.

La guerra entre Rusia y Ucrania auspiciada por Estados Unidos desde la OTAN por un lado y la confrontación geoestratégica con China por otro, han hecho que desde la Casa Blanca se vean obligados a aflojar ante la férrea resistencia de Venezuela al bloqueo, ahora Maduro ha vuelto a ser llamado presidente y el cambio de signo gubernamental primero en Colombia y luego en Brasil deja desierta la estrategia de guerra sucia desde las fronteras.

Estados Unidos no tiene ningún reparo en negociar hidrocarburos con Maduro por un lado, mientras continúa un montaje judicial afirmando que este lidera un cartel de droga y le está haciendo juicio a uno de sus testaferros; la ética política no es precisamente el sello de la Casa Blanca a la hora de la política internacional, mientras tanto la campaña por la liberación del diplomático nacido en Colombia y con encargo diplomático de Venezuela continúa tocando puertas alrededor del mundo.

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