Las deterioradas relaciones entre Lula y Ortega
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Lula y Ortega en otros tiempos.
Foto: Despacho 505
La relación entre Lula da Silva y Ortega ha sidio estrecha desde 1980, cuando el líder brasileño viajó a Managua para celebrar el primer aniversario de la revolución sandinista. Sin embargo, en los últimos tiempos la relación entre los mandatarios se ha deteriorado, sobre todo debido a la persecución política que el régimen nicaragüense mantiene sobre antiguos sandinistas y figuras religiosas.
El propio Lula explicó la situación el mes pasado en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Brasilia, en la cual reveló que Ortega no le atiende el teléfono desde que el papa Francisco le pidió que abogue por la situación de un obispo detenido en Nicaragua.
“Conversé con el papa y él me pidió que conversara con Ortega sobre un obispo que estaba preso”, dijo Lula en referencia a Rolando Álvarez, encarcelado por su oposición al régimen nicaragüense.
“Lo concreto es que Ortega no me atendió el teléfono y no quiso hablar conmigo. Entonces, nunca más hablé con él”, agregó.
Lula lamentó que eso ocurra con “un tipo que hizo una revolución como la que Ortega hizo para derrotar a (Anastasio) Somoza” y dijo que hoy no sabe “si esa revolución fue porque quería el poder o porque quería mejorar la vida de su pueblo”.
Según Lula, “cuando un dirigente se pone en la cabeza que él es imprescindible o insustituible, ahí es que comienza a nacer el espíritu del dictador”.