El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011) aseguró que nunca tuvo problemas con las Fuerzas Armadas, y defendió establecer una relación de "respeto" en caso de que gane las elecciones presidenciales de octubre. "Nunca tuve ningún problema con las Fuerzas Armadas porque las Fuerzas Armadas tienen sus funciones establecidas en la Constitución, las Fuerzas Armadas nunca preguntan para qué ni el porqué de la decisión de un presidente, la cumplen", afirmó, y añadió: "Lo que tenemos que hacer es establecer una relación de respeto, una relación en que cada uno cumpla su función y no tener un presidente que trata las Fuerzas Armadas como si fuesen un objeto en sus manos".
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Aludió así de forma indirecta al presidente, Jair Bolsonaro, que intenta atraer a los militares a su estrategia de cuestionar la fiabilidad del sistema electoral, para tener una base para poder cuestionar el resultado en caso de derrota.
En este sentido, Lula también criticó las acusaciones infundadas de Bolsonaro, diciendo que quien alega fraude tiene que probar "y quien no prueba tiene que ser castigado por la farsa de acusar".
"No vamos a caer en el juego de la mentira, no nos rendiremos a las trampas y los desvaríos de un presidente que no quiere volver a casa, es hora de que Bolsonaro se vaya por todo el daño que causó al país", pidió el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT).
Lula hizo estas declaraciones en la convención del Partido Socialista de Brasil (PSB) que se celebró en Brasilia el viernes y que confirmó su apoyo a su candidatura y a la de Geraldo Alckmin como vicepresidente.
Las elecciones presidenciales de Brasil celebrarán su primer turno el 2 de octubre, y de momento Lula parte como claro favorito: si los comicios fueran esta semana Lula tendría el 47% de apoyos, frente al 29% de Bolsonaro, según una encuesta del instituto Datafolha divulgada el 28 de julio
( Vía Sputnik)