En cinco años, Estados Unidos (EEUU) ya no tendrá la posibilidad de sancionar las economías de los países del mundo. Esto será así porque las naciones estarán utilizando otras monedas y divisas distintas al dólar para sus pagos y compromisos internacionales. De esta manera, saldrán de la jurisdicción de la nación norteamericana. Así lo vaticinó el senador republicano, Marco Rubio, quien resaltó el reciente acuerdo entre Brasil y China para realizar negociaciones utilizando sus propias monedas nacionales.
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Durante una entrevista con el canal Fox, el político de ascendencia cubana comentó que, en 2028, aproximadamente, ya no se hablará de las sanciones de los EEUU. “Porque habrá tantos países que realicen transacciones en monedas distintas al dólar que no tendremos la capacidad de sancionarlos”, reconoció.
El senador republicano recordó que ya Brasil y China acordaron crear una economía secundaria independiente de Estados Unidos.
Entre esas monedas podría resaltar bitcoin (BTC), la criptomoneda pionera, con la cual toda persona o empresa puede realizar pagos transfronterizos. Y sin el riesgo de que la transacción sea censurada por alguna sanción estadounidense o de otro Estado.
Para las transacciones también podrían usarse las venideras monedas digitales de banco central (CBDC), que serían utilizadas por los gobiernos para pagar bienes y servicios entre países. Actualmente hay varias CBDC operativas, pero gran parte de ellas se encuentra en desarrollo.
Para Rubio, el reciente acuerdo comercial de Brasil y China, que “da la vuelta” al dólar y resalta al real y el yuan; representa la creación de una “economía secundaria” en el mundo, que será “totalmente independiente de los Estados Unidos”, como lo señaló.
Ambos países forman parte del grupo BRICS, que también tiene en mente darle la espalda a la divisa estadounidense mediante la creación de una nueva moneda pensada para el comercio entre esas cinco naciones.
Además del BRICS, el grupo de naciones que conforman la región del sudeste asiático también declaró su intención de reducir la dependencia del dólar estadounidense. Así como del euro, el yen japonés y la libra esterlina.