El último día
En su último día del mandato descubrió su retrato que le recordaba en la sede el Palacio Nacional, fue despedido con Mariachis y mucho calor popular. Se sentó en su oficina y miró, supongo yo, la prensa del mundo. Los principales diarios del mundo lo despiden en primera plana. Caso harto curioso, porque supo ser muy duro con los EEUU, también lo dice el New York Times.
Dice el matutino neoyorquino bajó el título “Un líder transformador deja su cargo en México”. Y agrega: “¿Cuál será su legado?”
Luego desarrolla la idea señalando en un tono inusual hacia un presidente de México, por parte de la prensa independiente dentro e EEUU: “Para algunos, Andrés Manuel López Obrador es un reformador que dirigió el país hacia el progreso. Para otros, es una aplanadora que socavó las instituciones democráticas”.
Luego remata “Para algunos, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, es un reformador que dirigió el país hacia el progreso durante sus seis años de presidencia. Para otros, es una aplanadora que socavó las instituciones democráticas y está dejando una infinidad de problemas a su sucesora. Sin embargo, a medida que se acerca el final de su mandato, sus críticos y partidarios coinciden en gran medida en una cosa: López Obrador transformó su nación, más que ningún otro líder en la historia reciente del país”.
Tirios y Troyanos
Andrew Paxman, historiador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) de México, quien está escribiendo una biografía de López Obrador, escribo a su vez: “Esta es definitivamente una presidencia que ha cambiado el rumbo del país”.
Andrés Manuel López Obrador dejará la presidencia de México el 1 de octubre, y lo hará con un 60% de aprobación, el poder en manos de una aliada, la economía estable y mayorías históricas en el Congreso para su partido.
Por todo esto, y algo más, AMLO dedicó su último mes que le queda en el poder a despedirse a lo grande. Pero hasta el final siguieron las transformaciones. ¿Polémicas?, si las hay. Pero transformaciones a las que se había comprometido.
No es un conciliador. Pero sin duda un reformista. Un transformador como dice el periodista del NYT y su propio biógrafo. Esas conferencias de prensa matutinas, donde nunca perdía la calma, aunque muchas veces debía abordar temas complejos. Todo ello le dio transparencia: un tema olvidado hace años por la política mexicana.
La sucesora
Ya comenzaron a llegar los primeros mandatarios para el acto de asunción de su sucesora Claudia Sheinbaum, colaboradora y amiga de AMLO. Primera presidenta mujer de la historia en México. Quizás, elecciones mediante, EEUU siga sus pasos. Pero no deja de demostrar que razón tenía, esta vez, el principal matutino de EEUU (y uno de los más importantes del mundo) al definirlo como un transformador. Agrego yo: hasta en su partida.
Nueva polémica
Ya con valijas hechas desató una nueva polémica ante la anunciada visita del monarca español Felipe VI: anunció que para recibirlo era menester que pidiera perdón por los abusos cometidos por la corona en épocas de la colonia en México. Obviamente, el Rey declinó la invitación. Tras ello, Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, anunció que él no iría.
No suena como una postura tenedora de lentes que tanto precisa el mundo de hoy. Pero para entender este roce que ya ambos gobiernos anunciaron que no deteriora el relacionamiento diplomático entre ambos países, hay que pensar en los pueblos originarios. ¿Cuántos mexicanos originarios sintieron que el gobierno por fin se acordaba de ellos?
Una semana antes de quitarse del pecho la banda presidencial, se estableció la prometida reforma judicial que hará que lo magistrados se sometan a la voluntad popular. Al soberano. “Dictadura como en Venezuela” puso la voz en la CNN en español el “analista” Andrés Oppenheimer.
Al escucharlo se de dibujo una sonrisa. Pensé: se va pero queda. Ya reinicio a Morena, el Partido que él mismo fundó. Explicitó. Como esperado, su retiro de la vida política, Y yo quedé pensando, en lo formal seguro que sí. En la memoria de la gente se queda.
