Perú y el brutal decreto que incorporó la transexualidad en el listado de enfermedades mentales

Plasmada en el Decreto 009-2024-SA, la clasificación de la transexualidad como una "enfermedad mental" por parte del Ministerio de Salud de Perú (Minsa) generó una ola de críticas por parte de organizaciones de derechos humanos, profesionales de la salud y figuras políticas.

La medida, firmada por la presidenta Dina Boluarte, así como los ministros José Arista y César Vázquez Sánchez, fue valorada como un paso atrás en términos de derechos y reconocimiento de la diversidad sexual.

Rechazo a la medida

En este contexto, diversas voces expresaron su rechazo a la medida. Organizaciones de la sociedad civil, así como 414 profesionales de la salud, instaron al Ministerio de Salud a revertir la decisión. La diputada Susel Paredes, del partido opositor Juntos por el Perú, pidió la derogación del decreto, argumentando que refuerza el estigma y la discriminación hacia las personas trans.

El colectivo Más Igualdad Perú también expresó su descontento, recogiendo firmas para solicitar al ministro de Salud, César Vásquez, que reconsidere la medida. "Tardó 28 años en eliminar a las identidades trans de la misma categoría. No retrocedamos un día más", declararon en un comunicado.

El científico Percy Mayta Tristán, de la Universidad Científica del Sur, alertó sobre las implicaciones de este decreto, señalando que estigmatiza a la población trans y dificulta su acceso a los servicios de salud. En la misma línea, Jorge Apolaya, vocero del Colectivo Marcha del Orgullo Lima, instó al Ministerio de Salud a modificar la normativa, advirtiendo sobre el riesgo de abrir la puerta a prácticas como las terapias de conversión, consideradas una violación de los derechos humanos.