Miles de seguidores del presidente Jair Bolsonaro, derrotado por Luiz Inácio Lula da Silva el pasado domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Brasil, se aglomeraron este miércoles frente al Comando Militar del Este en Río de Janeiro reclamando un golpe de Estado por parte de las Fuerzas Armadas.
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Al grito de “Fuerzas armadas salven a Brasil”, los defensores del presidente se concentraron a las puertas del cuartel a pesar de la lluvia que caía.
La manifestación se suma a los cortes de rutas en varias partes del país, que camioneros partidarios del actual mandatario ocasionan alegando un supuesto fraude electoral.
En tanto, este martes Bolsonaro realizó una breve y poco clara conferencia de prensa donde evitó referirse a su derrota electoral en manos del líder del Partido de los Trabajadores (PT).
Sin embargo, mencionó que “siempre” jugó dentro de "las cuatro líneas de la Constitución”. “Como presidente de la República y ciudadano, seguiré cumpliendo todos los mandatos de la Constitución”, expresó.
Sobre los cientos de cortes de rutas ocasionados por sus partidarios, Bolsonaro expresó que "los actuales movimientos populares son fruto de indignación y el sentimiento de injusticia, por cómo se dio el proceso electoral".
De todas formas, afirmó que "las manifestaciones pacíficas siempre serán bienvenidas, pero nuestros métodos no pueden ser los de la izquierda".
En tanto, el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil a pocos minutos de culminar la conferencia del presidente, se apresuró a declarar que el mandatario había reconocido los resultados de la segunda vuelta, en un intento de apaciguar los ánimos y desalentar las movilizaciones de sus seguidores.
"El Supremo Tribunal Federal destaca la importancia del pronunciamiento del presidente de la República para garantizar el derecho de paso frente a los bloqueos y, al determinar el inicio de la transición, reconocer el resultado final de las elecciones", expresó el alto tribunal poco minutos después de la conferencia de Bolsonaro.