Para muchos sectores de la economía, las medidas vinculadas a la movilidad, implicó la rápida adopción de respuestas que, como mínimo, amortiguaran los efectos económicos de las mismas.
Para otros sectores, las medidas anunciadas funcionaron como un “posible epitafio”, preanunciaban la posibilidad real de su desaparición de la escena económica del país.
El caso, probablemente más paradigmático de esto, lo constituye la situación de la Cámara de Infraestructura Técnica para Eventos y Espectáculos (CITEE).
Constituida por cerca de 40 empresas y afiliada a la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, para la CITEE, el decreto de marzo de 2020, significó la paralización total de sus actividades.
Lo que siguió, de ahí en más, ha sido una lenta y agónica marcha de pedidos, comunicados e interlocuciones que, a la fecha, lo único que les ha devuelto ha sido, el silencio.
Un silencio que da forma sepulcral a la forma epitafio que les destinara el decreto del poder Ejecutivo.
Los directivos de la CITEE, comenzaron, desde agosto del 2020, un largo periplo de pedidos al Ejecutivo.
Solicitaron, en primer lugar, entrevistarse con el secretario de la presidencia, Dr. Álvaro Delgado y con varios ministros, pero hasta la fecha, no solo no se han concretado dichos encuentros, sino que, además, nunca han sido atendidos en sus reclamos, aunque no más sea, mediante una respuesta verbal y/o escrita.
Durante los primeros días de enero de 2021, un comunicado emitido a la prensa explicaba la situación del sector.
“Llevamos 10 meses con ingresos cero, hasta la fecha no hemos recibido ninguna asistencia por parte del Gobierno.
Nuestra Cámara representa a casi la totalidad de empresas proveedoras de servicios para la Industria de Eventos y Espectáculos (…) se encuentra paralizada desde el pasado 13 de marzo, somos unos de los sectores más afectados y castigados por esta pandemia. Y seremos de los últimos en volver a nuestra actividad”.
Probablemente, por la propia “naturaleza” de las actividades que realizan, en tiempos “normales”, el trabajo de la CITEE, sea poco conocido.
Atendiendo a ello, los mismos señalaban en la comunicación publicada:
“Nuestra Industria a lo largo de los años ha invertido en tecnología y mano de obra especializada, gracias a ello reconocidos artistas extranjeros, como así también eventos de gran importancia para nuestro país y para la industria hotelera, se han realizado con éxito”.
La pandemia, sin embargo, vino a afectar la subsistencia misma de este sector.
En los momentos actuales, señalan desde la CITEE, “de no recibir ningún subsidio por parte del Estado, estaremos en riesgo, que muchas de las empresas afiliadas a nuestra cámara desaparezcan en poco tiempo. Perdiendo puestos de trabajo y tecnología que a futuro imposibilitara la realización de tales eventos y/o llegada de reconocidos artistas internacionales”.
Hay un doble efecto en las afectaciones generadas al sector, el primero, la pérdida de fuentes laborales directas que afectarían a cerca de 1000 trabajadores.
La segunda, la posibilidad real de que desaparezca un sector de la economía que, con el esfuerzo de los últimos años, ellos han hecho posible.
“La situación de nuestro sector es crítica”, señalan y aunque comprenden la importancia de las decisiones adoptadas para evitar la propagación de la pandemia, se preguntan por qué hacia el sector no ha habido un “acompañamiento” similar al adoptado con otros rubros de la economía: “Hasta el momento en estos 10 meses de estar parados hemos continuado pagando tributos y aportes a BPS y DGI entre otros gastos obligatorios de forma mensual.
¿Nos preguntamos por qué a nosotros no?
¿Seremos un sector que el Gobierno está dispuesto a sacrificar?”.
Y agregan: “vemos subsidios para algunos sectores de la industria, pero el nuestro sigue siendo ignorado, sentimos una real tristeza e indignación que nuestra Industria no existe para el Gobierno, creemos que no somos más ni menos uruguayos.
Parecería que no hay empatía hacia nuestro sector por parte de Gobierno”.
A pesar de la falta de respuestas por parte del Ejecutivo, la posición de CITEE con relación a las medidas adoptadas es muy clara y lo explicitan de la forma siguiente: “entendemos que no están dadas las condiciones para retomar la actividad del sector y estamos de acuerdo, pero mientras tanto, necesitamos del apoyo del Estado para no desaparecer”.
Un apoyo solicitado desde agosto de 2020 y ratificado mediante una última solicitud realizada el 22 de diciembre pasado y con carácter urgente.
Para interiorizarnos con la situación, invitamos al programa Legítima defensa (29/01/2021) de Caras y Caretas, al secretario de la CITEE, Enrique Heguaburu.
En esa instancia, Heguaburu señaló “somos un rubro, un sector muy desconocido, mucha gente no entiende qué hacen estas empresas y ha sido lo más complicado de explicar desde el inicio” para poder trasmitir la situación del sector, comenzó explicando.
Con respecto a las empresas que conforman CITEE, señaló “somos el grupo de empresas que monta la infraestructura de un evento y ello va desde un escenario, hasta los aspectos eléctricos, de iluminación, pantallas, instrumentos, no somos la cara visible del espectáculo”.
“Desde el 13 de marzo nos hemos dedicado a guardar todos los equipamientos en los depósitos durante varios meses; y desde entonces, se está en cero total”, explicó al detallar la situación de larga inactividad en el sector.
Consultados respecto a la cantidad de trabajadores afectados, el secretario de CITEE, señaló: “somos 40 empresas que integran la cámara y alrededor de 800 trabajadores de base, aunque en una temporada de trabajo fácilmente se duplica la cantidad de trabajadores involucrados, aparte de todo el trabajo que las actividades permiten subcontratar”.
Cada evento en el que se participa, agregó, implica un conjunto relevante de unidades de movilidad y equipamiento técnico que involucra un número relevante de trabajadores.
Con respecto a posibles apoyos gubernamentales, Heguarburu dijo: “nosotros no recibimos nada para el sector, si nos hemos visto incluidos en las modificaciones relacionadas con los seguros de paros para los trabajadores, pero no ha habido ninguna atención a la realidad que se está viviendo”.
En su descripción de la situación señaló que “son empresas que están cerrando, que están dejando los depósitos por no poder alquilarlos, son empresas que se encuentran, por ejemplo, bajo un préstamo de las modalidades del tipo emergencia Covid, donde hoy esos préstamos de emergencia les están diciendo que si no pagan les van a trabar embargos”.
El representante enumeró las diferentes acciones que han venido llevando a cabo, con el objetivo de ser atendidos por el poder ejecutivo y los ministerios vinculados a la problemática que viven, en este sentido recalcó “no hemos sido recibidos por nadie, todavía estamos esperando saber si el secretario de Presidencia nos puede recibir, hemos presentado peticiones al ministerio de Economía y Finanzas y hemos presentado cartas por varios lugares y todavía a CITEE nadie la recibió”.
Ante las solicitudes de reuniones realizadas, la única que se concretó fue con el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, quien los recibiera en el mes de octubre, una instancia sin resultados ya que el mismo manifestó «que no estaba en sus manos podernos ayudar».
Con respecto a lo que demandan del Ejecutivo, aclaró “lo que estamos solicitando es que no les sigan cobrando los impuestos a las empresas que se ven impedidas de trabajar ya que hay un decreto que dice que no pueden hacerlo, porque el decreto establece claramente que lo que nosotros hacemos no se puede hacer, nosotros trabajamos en la aglomeración de gentes y eso no se puede hacer, el decreto no dice que no trabajemos, dice que lo que hacemos no se puede hacer”.
En ese sentido expresó que “necesitaban que alguien los escuchara para poder hacer un planteo que, dentro de varias cuestiones más que los afectan, se concentran en el pedido de que no les cobren más impuestos a las empresas del sector que están imposibilitadas de trabajar”.
Para graficar mejor la situación, el representante de la cámara, explicó con relación a los bienes de las empresas que los mismos hoy no tendrían ningún valor, por ejemplo, en caso que se quisiera venderlos.
“Esos bienes son materiales que hoy no tienen valor alguno porque al no poder realizar la tarea para la cual están hechos, no tienen ningún valor, no somos una empresa de transporte que cerró y tiene 15 camiones que, aunque sea mal vendidos, lo hace, los equipamientos nuestros no los vas a poder vender, no es que tenga un valor malo, es que no vale nada”, explicitó.
Pero, además, continuó detallando “esas empresas que tienen estos valores, son empresas no en el sentido tradicional, ya que se trata de trabajadores que quisieron hacer algo más, que quisieron ir un paso más adelante y quisieron avanzar, esos trabajadores son las empresas”, enfatizó.
“Esto no es un fondo de inversión”, remató, “no es así como surgió esto (…) estos son trabajadores que quisieron apostar para ir a más”, detalló respecto a las empresas que conforman CITEE.
“No está en la naturaleza de estos trabajadores golpear la puerta al gobierno para reclamar un sustento (…) lo que sí le está diciendo a su socio por obligación”, señaló en referencia al gobierno, “no me cobres más tu ganancia por una actividad que no estamos teniendo”, concluyó expresando Heguarburu.
Cuando el 13 de marzo, el poder Ejecutivo emitió sus primeras medidas, no solo produjo múltiples efectos negativos sobre áreas de la economía nacional, sino que, como hemos visto, para algunas de ellas, como es el caso de la Cámara de Infraestructura Técnica para Eventos y Espectáculos (CITEE), este fue un decreto que de no atenderse a la situación del sector constituirá su epitafio.
Una imagen sepulcral es una imagen terrible, pero no es menos terrible que el silencio que desde entonces la rodea.
Para muchos sectores de la economía, las medidas vinculadas a la movilidad, implicó la rápida adopción de respuestas que, como mínimo, amortiguaran los efectos económicos de las mismas.
Para otros sectores, las medidas anunciadas funcionaron como un “posible epitafio”, preanunciaban la posibilidad real de su desaparición de la escena económica del país.
El caso, probablemente más paradigmático de esto, lo constituye la situación de la Cámara de Infraestructura Técnica para Eventos y Espectáculos (CITEE).
Constituida por cerca de 40 empresas y afiliada a la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, para la CITEE, el decreto de marzo de 2020, significó la paralización total de sus actividades.
Lo que siguió, de ahí en más, ha sido una lenta y agónica marcha de pedidos, comunicados e interlocuciones que, a la fecha, lo único que les ha devuelto ha sido, el silencio.
Un silencio que da forma sepulcral a la forma epitafio que les destinara el decreto del poder Ejecutivo.
Los directivos de la CITEE, comenzaron, desde agosto del 2020, un largo periplo de pedidos al Ejecutivo.
Solicitaron, en primer lugar, entrevistarse con el secretario de la presidencia, Dr. Álvaro Delgado y con varios ministros, pero hasta la fecha, no solo no se han concretado dichos encuentros, sino que, además, nunca han sido atendidos en sus reclamos, aunque no más sea, mediante una respuesta verbal y/o escrita.
Durante los primeros días de enero de 2021, un comunicado emitido a la prensa explicaba la situación del sector.
“Llevamos 10 meses con ingresos cero, hasta la fecha no hemos recibido ninguna asistencia por parte del Gobierno.
Nuestra Cámara representa a casi la totalidad de empresas proveedoras de servicios para la Industria de Eventos y Espectáculos (…) se encuentra paralizada desde el pasado 13 de marzo, somos unos de los sectores más afectados y castigados por esta pandemia. Y seremos de los últimos en volver a nuestra actividad”.
Probablemente, por la propia “naturaleza” de las actividades que realizan, en tiempos “normales”, el trabajo de la CITEE, sea poco conocido.
Atendiendo a ello, los mismos señalaban en la comunicación publicada:
“Nuestra Industria a lo largo de los años ha invertido en tecnología y mano de obra especializada, gracias a ello reconocidos artistas extranjeros, como así también eventos de gran importancia para nuestro país y para la industria hotelera, se han realizado con éxito”.
La pandemia, sin embargo, vino a afectar la subsistencia misma de este sector.
En los momentos actuales, señalan desde la CITEE, “de no recibir ningún subsidio por parte del Estado, estaremos en riesgo, que muchas de las empresas afiliadas a nuestra cámara desaparezcan en poco tiempo. Perdiendo puestos de trabajo y tecnología que a futuro imposibilitara la realización de tales eventos y/o llegada de reconocidos artistas internacionales”.
Hay un doble efecto en las afectaciones generadas al sector, el primero, la pérdida de fuentes laborales directas que afectarían a cerca de 1000 trabajadores.
La segunda, la posibilidad real de que desaparezca un sector de la economía que, con el esfuerzo de los últimos años, ellos han hecho posible.
“La situación de nuestro sector es crítica”, señalan y aunque comprenden la importancia de las decisiones adoptadas para evitar la propagación de la pandemia, se preguntan por qué hacia el sector no ha habido un “acompañamiento” similar al adoptado con otros rubros de la economía: “Hasta el momento en estos 10 meses de estar parados hemos continuado pagando tributos y aportes a BPS y DGI entre otros gastos obligatorios de forma mensual.
¿Nos preguntamos por qué a nosotros no?
¿Seremos un sector que el Gobierno está dispuesto a sacrificar?”.
Y agregan: “vemos subsidios para algunos sectores de la industria, pero el nuestro sigue siendo ignorado, sentimos una real tristeza e indignación que nuestra Industria no existe para el Gobierno, creemos que no somos más ni menos uruguayos.
Parecería que no hay empatía hacia nuestro sector por parte de Gobierno”.
A pesar de la falta de respuestas por parte del Ejecutivo, la posición de CITEE con relación a las medidas adoptadas es muy clara y lo explicitan de la forma siguiente: “entendemos que no están dadas las condiciones para retomar la actividad del sector y estamos de acuerdo, pero mientras tanto, necesitamos del apoyo del Estado para no desaparecer”.
Un apoyo solicitado desde agosto de 2020 y ratificado mediante una última solicitud realizada el 22 de diciembre pasado y con carácter urgente.
Para interiorizarnos con la situación, invitamos al programa Legítima defensa (29/01/2021) de Caras y Caretas, al secretario de la CITEE, Enrique Heguaburu.
En esa instancia, Heguaburu señaló “somos un rubro, un sector muy desconocido, mucha gente no entiende qué hacen estas empresas y ha sido lo más complicado de explicar desde el inicio” para poder trasmitir la situación del sector, comenzó explicando.
Con respecto a las empresas que conforman CITEE, señaló “somos el grupo de empresas que monta la infraestructura de un evento y ello va desde un escenario, hasta los aspectos eléctricos, de iluminación, pantallas, instrumentos, no somos la cara visible del espectáculo”.
“Desde el 13 de marzo nos hemos dedicado a guardar todos los equipamientos en los depósitos durante varios meses; y desde entonces, se está en cero total”, explicó al detallar la situación de larga inactividad en el sector.
Consultados respecto a la cantidad de trabajadores afectados, el secretario de CITEE, señaló: “somos 40 empresas que integran la cámara y alrededor de 800 trabajadores de base, aunque en una temporada de trabajo fácilmente se duplica la cantidad de trabajadores involucrados, aparte de todo el trabajo que las actividades permiten subcontratar”.
Cada evento en el que se participa, agregó, implica un conjunto relevante de unidades de movilidad y equipamiento técnico que involucra un número relevante de trabajadores.
Con respecto a posibles apoyos gubernamentales, Heguarburu dijo: “nosotros no recibimos nada para el sector, si nos hemos visto incluidos en las modificaciones relacionadas con los seguros de paros para los trabajadores, pero no ha habido ninguna atención a la realidad que se está viviendo”.
En su descripción de la situación señaló que “son empresas que están cerrando, que están dejando los depósitos por no poder alquilarlos, son empresas que se encuentran, por ejemplo, bajo un préstamo de las modalidades del tipo emergencia Covid, donde hoy esos préstamos de emergencia les están diciendo que si no pagan les van a trabar embargos”.
El representante enumeró las diferentes acciones que han venido llevando a cabo, con el objetivo de ser atendidos por el poder ejecutivo y los ministerios vinculados a la problemática que viven, en este sentido recalcó “no hemos sido recibidos por nadie, todavía estamos esperando saber si el secretario de Presidencia nos puede recibir, hemos presentado peticiones al ministerio de Economía y Finanzas y hemos presentado cartas por varios lugares y todavía a CITEE nadie la recibió”.
Ante las solicitudes de reuniones realizadas, la única que se concretó fue con el director de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP), Isaac Alfie, quien los recibiera en el mes de octubre, una instancia sin resultados ya que el mismo manifestó «que no estaba en sus manos podernos ayudar».
Con respecto a lo que demandan del Ejecutivo, aclaró “lo que estamos solicitando es que no les sigan cobrando los impuestos a las empresas que se ven impedidas de trabajar ya que hay un decreto que dice que no pueden hacerlo, porque el decreto establece claramente que lo que nosotros hacemos no se puede hacer, nosotros trabajamos en la aglomeración de gentes y eso no se puede hacer, el decreto no dice que no trabajemos, dice que lo que hacemos no se puede hacer”.
En ese sentido expresó que “necesitaban que alguien los escuchara para poder hacer un planteo que, dentro de varias cuestiones más que los afectan, se concentran en el pedido de que no les cobren más impuestos a las empresas del sector que están imposibilitadas de trabajar”.
Para graficar mejor la situación, el representante de la cámara, explicó con relación a los bienes de las empresas que los mismos hoy no tendrían ningún valor, por ejemplo, en caso que se quisiera venderlos.
“Esos bienes son materiales que hoy no tienen valor alguno porque al no poder realizar la tarea para la cual están hechos, no tienen ningún valor, no somos una empresa de transporte que cerró y tiene 15 camiones que, aunque sea mal vendidos, lo hace, los equipamientos nuestros no los vas a poder vender, no es que tenga un valor malo, es que no vale nada”, explicitó.
Pero, además, continuó detallando “esas empresas que tienen estos valores, son empresas no en el sentido tradicional, ya que se trata de trabajadores que quisieron hacer algo más, que quisieron ir un paso más adelante y quisieron avanzar, esos trabajadores son las empresas”, enfatizó.
“Esto no es un fondo de inversión”, remató, “no es así como surgió esto (…) estos son trabajadores que quisieron apostar para ir a más”, detalló respecto a las empresas que conforman CITEE.
“No está en la naturaleza de estos trabajadores golpear la puerta al gobierno para reclamar un sustento (…) lo que sí le está diciendo a su socio por obligación”, señaló en referencia al gobierno, “no me cobres más tu ganancia por una actividad que no estamos teniendo”, concluyó expresando Heguarburu.
Cuando el 13 de marzo, el poder Ejecutivo emitió sus primeras medidas, no solo produjo múltiples efectos negativos sobre áreas de la economía nacional, sino que, como hemos visto, para algunas de ellas, como es el caso de la Cámara de Infraestructura Técnica para Eventos y Espectáculos (CITEE), este fue un decreto que de no atenderse a la situación del sector constituirá su epitafio.
Una imagen sepulcral es una imagen terrible, pero no es menos terrible que el silencio que desde entonces la rodea.