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Política

Con el presidente del Pit-Cnt

Pereira: «Mujica me propuso para la Intendencia de Montevideo pero a título personal»

El dirigente sindical contestó a los líderes políticos que critican que integrantes de la gremial hagan política: “Si hubiera una propuesta para que fuera candidato, yo no me sentiría un pecador de ninguna norma […] Si no se prohíbe por ley, no lo va a hacer una barra que no sabe nada del movimiento social en el mundo”.

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Por Lucía Barrios

Uno de los nombres que resuenan dentro del Frente Amplio (FA) para ser candidato a la intendencia es el del presidente del Pit-Cnt, Fernando Pereira, lo que ha generado la crítica en algunos medios de comunicación y ciertos políticos de los vínculos entre el sindicalismo y la política. Pereira, en una entrevista a Caras y Caretas, se mostró cauteloso en hablar sobre una candidatura. Afirmó que no descarta esta posibilidad, pero dijo que esa decisión será tomada en base a los planteos que se hagan en el Pit-Cnt y si existen apoyos dentro del FA.

“He recibido una propuesta del expresidente José Mujica (2010-2015) a título personal. No hay ningún posicionamiento formal de ningún sector y yo no voy a analizar una candidatura que no está propuesta. Si en algún momento hay una propuesta concreta sobre esta posibilidad, los trabajadores se van a enterar por mí”, afirmó a esta revista Pereira.

Sostuvo que su posible candidatura no fue motivada por una aspiración personal y reiteró en varias oportunidades que fue planteada por Mujica.

Por otro lado, Pereira salió fuerte a contestar las críticas de ciertos sectores políticos, que señalan que los sindicalistas no pueden estar vinculados a la política.

“Los dirigentes sindicales, igual que los médicos, veterinarios, odontólogos, periodistas, pueden llegar a ser candidatos a diputado, senador, presidente, intendente, alcalde, porque la Constitución así lo habilita. No hay nada más político en la vida que ser sindicalista. Es decir, lo antinatural sería que un dirigente sindical no tuviera militancia política”, agregó.

“De la misma manera que hay dirigentes sindicales que pueden ser candidatos, hay dirigentes empresariales que pueden serlo. Por ejemplo, Carlos María Uriarte, que va a ser ministro de Agricultura y Pesca y fue miembro de las agremiación Rural”, señaló Pereira.

“¿A alguien le asusta eso? Cuando esto pasa, ¿por qué nadie se pregunta por qué los dirigentes empresariales han perdido la independencia al ser parte de los partidos tradicionales? […] Si hubiera una propuesta para que fuera candidato, yo no me sentiría un pecador de ninguna norma del Pit-Cnt ni mucho menos de la democracia uruguaya y de la ley. Si no se prohíbe por ley, no lo va a hacer una barra que no sabe nada del movimiento social en el mundo. La gente en definitiva es la que decide”, reflexionó.

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Un hecho que fue muy citado por los medios es su candidatura a la intendencia por el Frente Amplio. ¿Usted tiene alguna posición tomada al respecto?

Yo soy presidente del Pit-Cnt y es un lugar que me eligieron los trabajadores con un gran consenso y por el que me siento enormemente orgulloso. He recibido una propuesta del expresidente José Mujica a título personal. No hay ningún posicionamiento formal de ningún sector y yo no voy a analizar una candidatura que no está propuesta. Si en algún momento hay una propuesta concreta sobre esta posibilidad, los trabajadores se van a enterar por mí. Pero al principio le digo que hay pocos lugares en el mundo mejores que militar en el Pit-Cnt.

 

Pero en caso de que sectores del Frente Amplio pidan su candidatura, ¿usted estaría dispuesto?

Lo voy a pensar, como lo hice toda mi vida: colectivamente. Mi primer colectivo de cercanía es el Pit-Cnt. Es decir, hay colectivos a los que yo pertenezco que los estoy escuchando estos días. Claramente los colectivos que son de mi mayor pertenencia son mi sindicato y mi central sindical. Lo que nadie puede hacer es responder cuando no hay ninguna propuesta por parte de ningún sector. Yo no voy a responder a titulares de prensa. Entiendo que tengan que dar información y me pongan en un listado, pero ahora no soy candidato a la Intendencia ni tengo esa aspiración personal. No me levanté una mañana queriendo ser intendente, hubo una persona importante a quien yo respeto mucho que me hizo este planteo en varias oportunidades, pero ningún grupo político de esa fuerza me hizo un pedido formal. Por lo cual no puedo dar una respuesta a algo que no existe.

 

Usted dijo que no había mejor lugar que militar en el Pit-Cnt. ¿Quiere decir que no militaría en otro lugar?

No. La organización a la que pertenezco desde el año 85 es de las más importantes de la sociedad uruguaya, que tiene nexo con otras organizaciones también esenciales, como son los estudiantes, corporativistas, ambientalistas y defensores de derechos humanos. No soy una persona aislada del mundo que se pone a pensar en la soledad de su hogar. También estos colectivos tienen que darme su opinión. Pero a partir de ahí yo la podría revisar.

Lo que sí hay es que yo tengo que cumplir con ser el presidente del Pit-Cnt, que es una tarea a la que todos los días me levanto con ganas de hacer. Desde allí pienso la política, yo no soy un presidente en soledad, sino que trato de construir consenso; si mi nombre continúa circulando, mis compañeros me harán llegar sus opiniones.

 

Está pasando algo especial en estas elecciones que es que no solo se está manejando su nombre, sino el de otros dirigentes sindicales como posibles candidatos a la intendencia. ¿Qué conclusión saca de esta nueva aparición política electoral de los dirigentes sindicales?

Los dirigentes sindicales, igual que los médicos, veterinarios, odontólogos, periodistas, pueden llegar a ser candidatos a diputado, senador, presidente, intendente, alcalde, porque la Constitución así lo habilita. No hay nada más político en la vida que ser sindicalista. Es decir, lo antinatural sería que un dirigente sindical no tuviera militancia política. La podrá tener de forma orgánica o inorgánica, pero casi todos los dirigentes sindicales tienen militancia política. No todos dentro del mismo partido, hay militantes del Frente Amplio, otros del Partido Independiente, Nacional, etc. Es decir, los dirigentes sindicales transpiramos política, nos formamos para cumplir nuestra tarea de la mejor manera. Entonces, obviamente surgen cuadros sindicales de mucha valía. Te podría nombrar decenas de dirigentes sindicales y queridos compañeros que han tenido cargos importantes. ¿Eso está mal? Está perfecto, pobre gobierno de izquierda que no tenga trabajadores.

 

¿Qué piensa sobre la posible candidatura de Richard Read?

Yo no sé, porque parto de la base de que no participo de la orgánica del Frente Amplio, no la conozco lo suficiente. Parto de la base de que dirigentes sindicales en condiciones de aspirar a cargos electivos hay, y hay de muy buena actividad. Quien en definitiva lauda si es candidato o no es el soberano. Es decir, en este caso, los ciudadanos de Montevideo.

De la misma manera que hay dirigentes sindicales que pueden ser candidatos, hay dirigentes empresariales que pueden serlo. Por ejemplo, Carlos María Uriarte, que ahora va a ser ministro de Agricultura y Pesca, fue miembro de las agremiación Rural y va a ser ministro de la cartera que precisamente se ocupa del agro. ¿A alguien le asusta eso? Cuando esto pasa, ¿por qué nadie pregunta por qué los dirigentes empresariales han perdido la independencia al ser parte de los partidos tradicionales?

Muchos señalan que está mal que un sindicalista quiera hacer política, pero no critican cuando un empresario quiere hacerla. Yo comencé a militar en el FA en el 1983 y permanezco afiliado a ese partido desde ese entonces. ¿Esto quiere decir que se pierde la independencia? No, quiere decir que yo estoy afiliado a una fuerza política con la que comparto muchos valores. Cuando llegué al movimiento sindical, entendí la independencia de clases, ¿qué significa? no consultar ni al partido ni al gobierno para tomar decisiones. Pero eso no significa ser indiferente ni neutral a los procesos de cambio que hubo en Uruguay. ¿Esto va a hacer que yo oculte mi preferencia? No, como no oculto que soy hincha de Goes, que soy cristiano y que tengo una familia. Me da la impresión que muchas veces algunas personas exigen que los dirigentes sindicales oculten la pertenencia partidaria y no tienen por qué hacerlo, porque de última el movimiento sindical alberga a votantes blancos y colorados, la mayoría de ellos amigos míos y compañeros, que han sido secretarios de mi sindicato. No tenemos por qué esconder la pertenencia, esa condición puede hasta permitir dar algún paso a la política. Yo no tenía esa aspiración, no participé activamente para ocupar un cargo. Si hubiera una propuesta para que fuera candidato, yo no me sentiría un pecador de ninguna norma del Pit-Cnt ni mucho menos de la democracia uruguaya y de la ley. Si no se prohíbe por ley, no lo va a hacer una barra que no sabe nada del movimiento social en el mundo. La gente en definitiva es la que decide.

 

El Pit-Cnt debe esperar a reunirse con Lacalle Pou”

Pereira dijo que en principio las propuestas del futuro gobierno en materia laboral son negativas para los trabajadores. Sin embargo, consideró que la central sindical debe esperar a reunirse con el presidente para llegar a una conclusión.

“¿Qué hay que hacer en esta situación? En vez de llevarnos por los anuncios de lo que pudimos escuchar en estos días, hay que tener una reunión con Lacalle Pou y ver los alcances de la denominada flexibilización laboral. En principio claramente la vemos negativa”, reflexionó.

 

¿Cómo usted ve el futuro del Pit-Cnt ante un cambio de gobierno, el cual ha planteado flexibilizar los consejos de salarios y eliminar el derecho a huelga?

Nosotros esperamos tener una reunión con Luis Lacalle Pou, que en los próximos días se estaría realizando, para saber efectivamente cuáles son los alcances de la denominada flexibilización. Algunos de los conceptos que escuchamos en el discurso de la futura ministra de Economía, en la reunión de exportadores, no son compartidos por el movimiento sindical, por ejemplo, la regionalización de los consejos de salarios. Este concepto esconde una realidad muy adversa para los trabajadores del interior. Mientras que el promedio de ingreso de hogares anda en el entorno de 64 mil pesos, en Montevideo son 72 y en el interior son 52. Es decir, los hogares del interior tienen 20 mil pesos menos que los hogares de Montevideo, y ensanchar esa brecha es ir contra el interior. Una segunda cuestión es si efectivamente se empieza la negociación por empresa. Si se comienza así, no va a haber consejos de salarios en Uruguay. Se llamará “consejos de salarios”, pero será una cosa muy diferente a lo que hoy conocemos, porque allí claramente lo que se va a perder es el establecimiento de mínimos de categoría y el laudo de todos los salarios de los trabajadores de forma tal que no solo va a afectar a los asalariados, sino también a los jubilados.

¿Qué hay que hacer en esta situación? En vez de llevarnos por los anuncios de lo que pudimos escuchar en estos días, hay que tener una reunión con Lacalle Pou y ver los alcances de la denominada flexibilización laboral. En principio claramente la vemos negativa. La derogación del decreto de la ocupación para nosotros no es un enorme problema. Creemos que es una señal ideológica profunda para los empresarios, pero que no cambia nada el derecho del pueblo que está consagrado en la Constitución de la República y en la recopilación de normas efectuadas por la Organización Internacional del Trabajo. La ocupación es un derecho que tienen los trabajadores y que yo sepa no hay ninguna ley que prohiba la ocupación en Uruguay, con la cual la derogación del decreto nos coloca en la circunstancia anterior a esa existencia. Es decir, hay un vacío.

 

Más allá de la reunión que ustedes están esperando con Lacalle Pou, ¿se puede decir que los anuncios que ha hecho el futuro gobierno muestran una tirantez con el Pit-Cnt?

Eso va a depender de la acción más que de las palabras. Yo parto de la base de que el presidente tiene una hoja de ruta que nos va a plantear qué va a hacer. Intentaremos reunirnos con el ministro de Trabajo, Pablo Mieres. Parto de la base de que medidas que van a alterar el orden de las relaciones laborales van a generar dificultades, pero no puedo adelantar una posición hasta no conocer de primera mano los actores que tienen que respaldar el trabajo, que son el presidente de la República, el secretario, el prosecretario y el ministro de Trabajo.

 

¿Cree que el futuro gobierno está demasiado asociado a los empresarios?

No. Hay que esperar porque, insisto, prejuzgar es una cuestión que no debe hacer un dirigente sindical. En principio algunos dirigentes de las cámaras empresariales celebraron el resultado electoral. Eso puede hacer presumir que creen que el gobierno de Lacalle Pou es el que tiene más cercanía con el sector empresarial. Pero esto va a depender del conjunto de políticas que el nuevo gobierno asuma. Si son parte de las políticas que se anunciaron por los diversos candidatos de la coalición multicolor, si va a tener mayor cercanía con el sector empresarial; por ejemplo, si tiene un manejo no adecuado de la política monetaria, si tiene un recorte del gasto público de 900 millones, si se contiene el incremento salarial, claramente estas políticas hace cuarenta años que vienen fracasando en el mundo, también van a fracasar en Uruguay. Ojalá el gobierno no asuma esta política ni la impulse en estos cinco años, porque naturalmente los recortes de gastos y la contención salarial lo que deterioran es el mercado interno, que es la posibilidad de los uruguayos de mejorar su calidad de vida, sobre todo de los que tienen menores recursos. Pero todo esto está por verse, insisto.

Mieres es dialoguista, dice Pereira
Consultado sobre la designación de Pablo Mieres como futuro ministro de Trabajo, Pereira dijo a esta revista que dentro de todo ha sido positivo, porque es “dialoguista”. “Yo prefiero tener dialoguistas en los ministerios. Efectivamente podemos tener desacuerdos, pero vamos a tener la posibilidad de dialogar. Mieres es dialoguista, ¿esto quiere decir que vamos a tener acuerdo en todos los temas? No, quiere decir que vamos a poder dialogar de todos los temas. Siempre eso es una posición privilegiada”, agregó. Dijo que en cierta medida en el gobierno de Jorge Batlle (2000-2005) hubo posibilidades de discutir abiertamente. “Después, claro está, hay que ver si el gobierno en esta ocasión es capaz de pasar en algunos temas por encima de las opiniones empresariales, es decir, pasar por arriba no quiere decir aplastarlos, sino escuchar a la otra parte del mostrador, que son los trabajadores organizados”, agregó.

 

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