El triunfo de la coalición multicolor ha dado, entre otras cosas, para que los discursos de odio se sigan visibilizando. La doctrina de la seguridad nacional resurge de lo que parecían ser las cenizas que dejó la derrota política de las dictaduras y el Plan Cóndor, que dejaron a su paso por el continente una estela de muerte y dolor.
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El turno ahora ha sido para el periódico Nación, de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de las Fuerzas Armadas, este medio en su editorial del presente mes, donde afirma que «con paños tibios nada sólido se puede construir. Hay que evitar que el enemigo vuelva a triunfar; para eso hay que trabajar reparando los perjuicios que ha dejado en todas partes donde llegó su mano cruel y retorcida.» Es claro que para ellos el Frente Amplio, organización política que ha ocupado el gobierno durante los últimos 15 años, y por el que siguen siendo considerado una opción válida de gobierno para casi el 50% de la población, es el enemigo.
El editorial habla de la defensa de la constitución que, según ellos, ha sido «violada flagrantemente en varias decenas de ocasiones» por lo que «alguien tendrá que responder por eso y hacerse cargo de la verdad republicana». En conexión con esto habla de la lucha contra el aborto y quienes han enarbolado la bandera de los derechos como «Esos predicadores de la muerte tienen que ser expuestos como lo que son, y por lo tanto tratados como tales y no premiarlos con cargos de decisión e influencia en la administración de los derechos de las personas.»
Esta publicación se ha encargado de darle voz a posturas ultraconservadoras, lo que en términos generales haceparte del manejo editorial que cada medio tiene; sin embargo, el último número no se limita a defender lo que consideran su válido, sino que pone la defensa del argumento en términos del combate al enemigo, que es donde desaparece la línea que separa la libertad de expresión del discurso de odio.