La gran prensa anunciaba a grandes titulares y repetía una y otra vez como noticia principal en radios y emisoras de televisión aquél dos de agosto del 2002, que muchedumbres (mas específicamente hordas) bajaban del Cerro de Montevideo rumbo al centro de la capital a sumarse a los saqueos, no dejando comercio sin asaltar a su paso.
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En el imaginario colectivo estaban frescas las imágenes de la crisis argentina del 2001con su cuota de saqueos, represión en la calle y la huida en helicóptero del Presidente de la Rúa.
En setiembre del mismo año, habían derribado las Torres Gemelas en Estados Unidos, y el ministro del interior uruguayo, Guillermo Stirling, hablaba de que la acción de pequeños grupos que habían llevado adelante algunos saqueos en Montevideo, era obra de un "Bin Laden uruguayo".
El 31 de Julio el Gobierno de Jorge Batlle había decretado el feriado bancario, la cesación de pagos y reconocido la crisis institucional.
Miles de uruguayos habían pasado a integrar el contingente de ciudadanos en la indigencia, mientras varios de clase media se manifestaban angustiados por haber sido estafados en sus depósitos bancarios por los hermano Peirano.
Un enorme despliegue policial por aire y tierra se puso en marcha desde el dos de agosto hasta el cuatro, cuando no tuvieron mas remedio que aceptar que había muchedumbres hambrientas, niños comiendo pasto, pero no se habían abalanzado sobre los comercios.
La gran prensa sin chequear la información, amplificó el rumor como forma de justificar la gran represión que se dio sobre los sectores mas humildes y allanaron radios comunitarias, acusadas de alentar los saqueos.
Lo cierto es que en aquellas jornadas del dos y tres de agosto, pequeños grupos de gente que luego se supo, algunos eran militantes del diputado de la Unión Colorada y Batllista Daniel García Pintos, algunos posiblemente funcionarios policiales de los servicios de inteligencia y algún despistado, llevaron adelante saqueos en distintos puntos de la capital.
El Frente Amplio y el Pit Cnt, sin alentar los saqueos si manifestaron su preocupación por la crisis institucional que atravesaba el país y advertía que "El estallido social" era posible ante la gran crisis económica que golpeaba a enormes sectores de la población.