El caso fue investigado de oficio y archivado por el fiscal Alejandro Machado. Sin embargo, al declarar Ache –en noviembre de 2023– reveló que el gobierno de Luis Lacalle Pou buscó ocultarle a la Justicia las conversaciones que ella había mantenido con el subsecretario de Interior, Guillermo Maciel, acerca de Marset.
En esos chats, Maciel le decía que se trataba de un narcotraficante “muy peligroso y pesado”, lo que contradecía la versión de que “nadie sabía” quién era Marset que había dado el gobierno en una interpelación realizada en agosto de 2022.
En Fiscalía, Ache dio a conocer grabaciones de Bustillo en las que le sugería que “perdiera el celular” e informó sobre la presunta destrucción de un acta notarial con los chats en Presidencia por parte del publicista Roberto Lafluf, asesor de Lacalle Pou.
Sus declaraciones motivaron la renuncia de Bustillo, Maciel, Lafluf y el titular de Interior, Luis Alberto Heber. A su vez, el fiscal Machado decidió abrir una nueva causa, la cual aún no ha avanzado ni hay citaciones previstas.
El caso, uno de los principales escándalos de la administración anterior, volvió a ocupar la agenda pública este año por dos asuntos diferentes. En primer lugar, porque una investigación administrativa de la Cancillería determinó que el papel destruido era parte de un expediente y dispuso sumarios a Bustillo y Carlos Mata –otro funcionario involucrado– pero también por la designación por parte de Yamandú Orsi de Ache como embajadora en Portugal, lo que fue señalado por la oposición como una “devolución de favores”. Blancos y colorados apuntaron a que Jorge Díaz había sido el abogado de Ache y ahora se desempeñaba como prosecretario de la Presidencia.
Con estos dos asuntos como contexto, tanto Bustillo como Da Silva y Botana realizaron declaraciones públicas en las que Ache se sintió injuriada y difamada, dijeron las fuentes.
Las declaraciones
En el caso de Bustillo, el excanciller le dio una entrevista en la que aseguró aseguró que la designación de Ache al frente de la embajada de Uruguay en Portugal era el pago de un "favor".
—¿Usted dice que Carolina Ache es embajadora...?
—Favor con favor se paga.
—¿Cuál fue el favor?
—Y bueno, todo este entramado que armaron que obviamente el objetivo final es el presidente de la República (por Luis Lacalle Pou), porque hizo una gran Presidencia y obviamente lo saben un rival de fuste para cualquier instancia. Esa es la realidad. En el camino vamos apareciendo y somos los daños colaterales. Pero la realidad es esa.
Respecto a Da Silva, la denuncia cita declaraciones en Canal 5. Allí el senador nacionalista dijo que había un “elemento fáctico” que “todo Carrasco sabe” acerca de que ella conocía meses antes de asumir Orsi que iba a ser designada por el gobierno en una embajada.
“En diciembre del año pasado, Ache sacó a sus hijos del colegio y los mandó a otro”, dijo, y sostuvo que el centro educativo que eligió tiene vacaciones durante el mismo período que los países europeos.
Por último, respecto a Botana es por haber dicho en rueda de prensa que fue ella quien le dio el pasaporte a Marset. “Fue la que empezó todo este proceso (...) negoció con el abogado de Marset (Alejandro Balbi) (...) es la que pide, con su abogado Jorge Díaz, que no se incluya en el expediente la conversación en la que Maciel le advertía que era darle el pasaporte a un narco peligroso, y después es ella la que pide que esté en el expediente, luego de aquella reunión en Presidencia”, sostuvo.
“¿Es confiable alguien que es capaz de grabar a sus compañeros de trabajo y a sus jerarcas en una reunión particular? ¿Es una buena representante del país? Lo de Marset es delicado, porque no se escapó de la cárcel, lo largaron de la cárcel”, sentenció.