Identidad de izquierda
Michelini destacó que es “una lista que está a favor de los trabajadores, que no les puede cerrar la puerta, porque son una parte fundamental", y subrayó esta alianza construida sobre la base de la lucha sindical y el compromiso con los derechos laborales. Constanza Moreira hizo hincapié en el compromiso de la lista con los derechos humanos, los trabajadores y las trabajadoras y con el feminismo, al mencionar la importancia del Sistema Nacional de Cuidados y los avances en la legalización del aborto, ambos impulsados por el movimiento feminista.
Para el primer candidato al Senado, Óscar Andrade, esta lista común representa los intereses de los oprimidos y construye una representación política que defiende los logros alcanzados por los gobiernos frenteamplistas, como el fortalecimiento de los derechos laborales, la mejora del sistema educativo, el acceso a la salud y la reducción de la desigualdad.
La lista 1001 vuelve a ser una de las listas que no se desmarca de un claro perfil de izquierda en esta etapa política de identidades progresistas. La presencia de un sector socialdemócrata y claro referente como Rafael Michelini habla de una amplitud de acuerdos. En ese sentido, en la lista se ubican varios referentes del movimiento sindical, social y de la cultura como Marcelo Abdala, Eduardo Larbanois, el actor Pepe Vázquez, el actual intendente de Canelones, Marcelo Metediera, el exintendente Marcos Carámbula, entre otros.
Los desafíos
Más allá de la suerte electoral de la lista y del objetivo de fortalecer una bancada con definiciones de izquierda, los sectores sociales que tienen algunos de sus integrantes en la lista enfrentan batallas paralelas. Sin lugar a dudas el plebiscito por la Seguridad Social, la presencia entre los trabajadores organizados, el movimiento estudiantil, los movimientos sociales, imprimen una impronta que trasciende el mero marco electoral, apostando a pensar una sociedad organizada en tiempos de hiperindividualismo.
En ese perfil, el desafío parece ser para el sector de Michelini (ESA) que, como lo definió en su momento, “la lista 99.000 es un nuevo proyecto político que, en síntesis, implica en esta primera etapa apoyar desde un sector ‘renovado’ de la socialdemocracia a Carolina Cosse, para, entre otras cosas, generarle a ese espacio la amplitud del espectro político e ideológico necesario”. Michelini ve en su agrupación, una de las puertas de entradas para los colorados batllistas y los blancos progresistas.
Y ese perfil resulta interesante ya que, en un discurso que no es nuevo, Andrade ya en las elecciones internas rechazó el concepto de que la elección se gane por el centro ideológico: “Cualquiera que milite y no esté con la cabeza adentro de un tupper se encuentra con que los sectores que no tienen decidido el voto es porque están alejados de la política, porque entienden que la política no tiene que ver con su vida, pero no están alejados de los problemas de la política porque los viven”. Por eso, sostuvo que “no es cierto que logremos superar esta desconfianza en la política debilitando nuestra propuesta”.