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Política

Tic, tac, tic, tac

Corre el tiempo y la situación de Guillermo Besozzi sigue sin resolverse

Si todo sigue igual, el 10 de julio Guillermo Besozzi asumirá como intendente de Soriano pese a que la justicia confirmó su procesamiento.

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La situación de Guillermo Besozzi continúa sin cambios ya que la jueza Ximena Menchaca no comunicó aún a la Corte Electoral la formalización del proceso en su contra, requisito indispensable para que el tribunal lo inhabilite para asumir la intendencia de Soriano.

Besozzi, está imputado por los delitos de peculado, tráfico de influencia, concusión, cohecho, abuso de funciones y omisión de denunciar delitos. El Tribunal de Apelaciones en lo penal de 4º turno confirmó por mayoría la formalización del proceso en su contra, hecho que debe ser notificado por la jueza Menchaca a la Corte Electoral antes del 10 de julio, fecha en que Besozzi debe asumir como intendente de Soriano.

El trámite formal resulta indispensable en función de lo que plantea el artículo 80 de la Constitución de la República, en el que se prevén las circunstancias para la suspensión de la ciudadanía.

Si la Corte Electoral recibe la notificación y suspende la ciudadanía de Besozzi, quedaría inmediatamente inhabilitado para ocupar cargos públicos.

Como ocurre siempre en los casos judiciales en que están en juego intereses poderosos, lo que parece un mero trámite queda sujeto a un fuerte debate con dos posibles bibliotecas que actúan como presión para la decisión de la magistrada.

El artículo 80 de la Constitución establece que es causal de suspensión la “condición de legalmente procesado en causa criminal de que pueda resultar pena de penitenciaría”. Algo que en el caso de Besozzi parece claro ya que los delitos por los que fue imputado prevén posibles penas de penitenciaría, es decir, dos años o más de privación de libertad.

Sin embargo, no todo es tan claro como parece y la defensa del dirigente sostiene que de acuerdo a una acordada de la Corte, no deberán comunicarse los procesamientos sin prisión efectiva, lo que deriva en aclarar si la prisión domiciliaria a la que fue sometido Besozzi, representa o no prisión efectiva.

El dilema está en manos de la jueza Menchaca que se está tomando su tiempo para resolverlo, y mientras el reloj corre el 10 de julio parece cada vez más cercano.

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