La investigación sobre los pasaportes que se expedían con partidas de nacimiento falsificadas es una parte de la indagatoria al exjefe de Seguridad de Presidencia, Alejandro Astesiano. De hecho, la fiscal abrió una segunda carpeta investigativa para conocer el resto de los asuntos por los cuales es investigado el custodio del presidente Luis Lacalle Pou, esto es: espionaje a dos senadores de la oposición política, Mario Bergara y Charles Carrera, el seguimiento al exdirector de Policía de la administración anterior Mario Layera, y el seguimiento al presidente del Pit-Cnt, Marcelo Abdala, y el involucramiento de Astesiano con licitaciones en organismos del Estado.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Por lo pronto, en referencia a la investigación madre, es decir, la de los pasaportes, este viernes la fiscal Fossati solicitó audiencia judicial en la que se definen las medidas cautelares del cónsul de Moscú imputado por fraude, Stefano Di Conza, y de la esposa del escribano imputado, Patricia Medina.
En tanto la fiscal ya tiene en sus manos -para retomar la investigación luego de la Feria Judicial mayor- la investigación administrativa realizada por el Ministerio de Relaciones Exteriores que incluyó meses pasados un viaje a Moscú por parte de la instructora que compiló en la investigación administrativa unas 1.500 fojas. El objetivo fue dirimir la responsabilidad del ministerio de Relaciones Exteriores en la expedición de pasaportes a ciudadanos rusos con las partidas apócrifas que beneficiaban al escribano Álvaro Fernández y al ciudadano de origen ruso, Alexey Slivaev.
También era beneficiada Patricia Medina quien tenía a su nombre varios bienes adquiridos -como investiga la fiscal- con dinero proveniente del ilícito investigado. Según conoció Caras y Caretas, tras la investigación administrativa realizada por el ministerio de Relaciones Exteriores no solo se concluyó que no hay responsabilidad del cónsul Di Stefano y tampoco del siguiente que encabezó la oficina en Moscú, Gustavo Piegas, sino que esa secretaría de Estado señaló que la responsabilidad la tiene la Dirección Nacional de Identificación Civil dependiente del Ministerio del Interior.
La voluminosa indagatoria administrativa señala que “se analizaron caso a caso los 12 pasaportes expedidos bajo la administración del cónsul imputado y no se detectó su responsabilidad porque todos los asuntos cuestionados lo son debido a traducciones que los cónsules no podían verificar de ninguna manera”, dijo una fuente vinculada a la investigación.
La fiscal Fossati preguntó al ministerio de Relaciones Exteriores cómo explica que el Ministerio del Interior diga que el responsable de la expedición de pasaportes es Relaciones Exteriores. En la investigación Cancillería respondió que el que debe controlar es la Dirección Nacional de Identificación Civil que a todo esto en varias ocasiones -consignadas en la investigación administrativa- no habilitó la entrega de pasaportes en el exterior.
Caras y Caretas conoció que de hecho la investigación administrativa revela todas las veces que Identificación Civil controló partidas de nacimiento para luego expedir los pasaportes a través de distintos consulados y cómo en el caso de los pasaportes por los cuales está imputado el cónsul Di Stefano Identificación Civil no controló. En tanto, la fiscal Gabriela Fossati continuó investigando al escribano Álvaro Fernández y al ciudadano de origen ruso Slivaev y encontró -pudo saber Caras y Caretas en forma exclusiva- partidas truchas que ambos imputados completaban con datos falsos.
La fiscal también concluyó en esta etapa de la investigación que los dos imputados manejaban partidas vacías o en blanco que fueron encontradas en bolsos propiedad de los imputados. “Los tienen totalmente agarrados”, dijo una fuente vinculada al caso a este medio.
La investigación administrativa indica que los cónsules enviaban partidas de nacimiento desde Moscú a Identificación Civil y esta Dirección no controlaba y de igual manera enviaba los pasaportes al consulado. La investigación indica que la principal posible responsable es la traductora Victoria Rodríguez, ciudadana española-rusa cuyos padres huyeron de la Guerra Civil.
Según la investigación administrativa de Relaciones Exteriores en poder de Fossati se ratificó todo lo que el cónsul Di Stefano describió de su trabajo en el consulado en Moscú. En su declaración ante la fiscal, Fossati había reprochado a Di Stefano que él pretendía echarle culpas a la traductora del consulado pero -según las fuentes consultadas- la investigación administrativa coincidió con el cónsul indagado.
Como ya informara Caras y Caretas la fiscal Fossati dijo durante la audiencia en la que se imputó al cónsul Di Stefano que sería difícil indagar a la traductora Rodríguez. Sin embargo, la instructora perteneciente a Relaciones Exteriores se entrevistó con ella para lograr dirimir la presunta responsabilidad del cónsul.
Acerca del delito de fraude por el que está imputado el cónsul Di Stefano, fuentes de la investigación indicaron que “ese es el problema de la fiscal porque en el caso podría existir negligencia de parte de los cónsules por los problemas de traducción detectados en las partidas, pero lo que no hay es dolo y el fraude se perpetra con intención”.
Según las fuentes consultadas la fiscal sabe que es imposible de probar dolo con respecto al cónsul imputado y por ello Fossati preguntó a Di Stefano por las declaraciones del escribano Fernández quien relató que Slivaev dijo que el consulado en Moscú cobraba 40.000 dólares por expedir pasaportes con partidas de nacimiento falsificadas. Según fuentes del caso no hay pruebas de este extremo y las declaraciones son dichos genéricos “de dos imputados que están muy comprometidos”.
Temas
Dejá tu comentario
Te puede interesar