Cien años de soledad se ha convertido en la novela más emblemática de la cultura latinoamericana. Macondo es el pueblo donde se desarrolla la acción. Los Buendía hacen y deshacen. Cuando decimos Macondo nos referimos a un pequeño pueblo emblemático dominado a lo largo de su historia por una familia. Artigas, nuestro departamento más norteño, lleva años en manos de los Caram y su parentela. Tienen mucho de Macondo y poco de los Buendía.
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La semana pasada el intendente Pablo Caram bajó a la capital y fue entrevistado por varios medios amigos. El jueves, había expresado en Desayunos Informales que es normal ver a niños desempeñando tareas laborales en la cosecha del tabaco, y que “es mucho mejor ver a un gurí trabajando que con el celular”. Horas más tarde, en el programa Esta Boca es Mía, profundizó sobre el tema. “Hay menores de edad”, llegó a decir, “que luego de ir a la escuela o al liceo colaboran con sus padres, limpiando yuyos, dando vuelta algún cantero, pero no hay ninguna retribución por esas actividades. No es una carga abusiva, de peso… lo hacen en familia, disfrutando”.
“Los tabacaleros de Artigas”, abundó el verborrágico Caram, “me conocen. No les voy a hacer jamás una denuncia”. Pasaron las horas y en declaraciones en Telemundo intentó mejorar sus dichos. Como diría mi abuela “no aclaren que oscurece”. Manifestó: “Creo que me entendieron mal, no conocen a veces la realidad”.
Ante las declaraciones del intendente de Artigas, el primero en reaccionar fue el ministro de Trabajo y Seguridad Social. Según lo que publicó en su cuenta de Twitter, las expresiones de Caram fueron “inadmisibles” y adelantó que se enviaría un equipo de inspectores coordinado con el INAU a los establecimientos de producción de tabaco del departamento.
Pablo Abdala, presidente del INAU, también hizo oír su voz: “En esto no hay dos interpretaciones posibles: el trabajo infantil es ilegal”. Abdala dijo que Caram estaba equivocado y que había mantenido con él una conversación telefónica para hacerle saber su opinión contraria.
Por su parte, el secretariado ejecutivo del Pit-Cnt afirmó, a través de un comunicado difundido en su sitio web, que “condena, rechaza y repudia los dichos de Caram con profunda indignación”.
La central sindical indicó que las palabras del intendente norteño reflejan una falta total de conocimiento sobre la normativa legal vigente en nuestro país, y una carencia de sensibilidad y conciencia frente a una problemática que debería ser prioritaria en la agenda de cualquier autoridad.
Juana conversó con su amigo periodista artiguense para intercambiar figuritas, de las irregularidades de la intendencia norteña que no tienen fin. La juntada fue en una verdadera joyita en la peatonal Bacacay, que es un auténtico rinconcito parisino, Flor de Kaffee, con mesitas en la peatonal y toldo azul que completa la escenografía propia de Montmartre. Compartieron una limonada y eligieron, como dice la carta, “algo rico, salado”, un pan artesanal de masa brié con queso crema y mozzarella. Imbatibles, al igual que el simpático Jeff, un mozo francés que resolvió probar suerte en la ciudad.
Hagamos un poco más de historia. El intendente Pablo Caram fue electo en el 2015 con el apoyo de Desafío Nacional. Larrañaga apostó a Caram y le dio todo su apoyo. En el año 2016, no mucho después de asumir, el intendente pegó un portazo a Desafío Nacional y se unió sin más vueltas al grupo que por ese entonces encabezaba el hoy presidente Lacalle Pou, Aire Fresco. Las visitas de Delgado, Lema y el mismísimo Lacalle eran habituales. Con ellos logró repetir en la jefatura comunal norteña.
El amigo recordó que no podemos dejar de lado otro personaje no tan de reparto, sino de verdadera esterilidad en la administración Caram, la diputada Valentina Dos Santos Caram, que no solo es sobrina del intendente, sino además sobrina del pintoresco dirigente norteño Alma Dos Santos. Todo un símbolo de los años 90 en el departamento fronterizo.
Valentina Dos Santos fue electa diputada en el 2020. Cuentan que milita desde muy jovencita y era un referente de la lista 816 de quien fuera intendente, Julio Silveira, actualmente vicepresidente del Correo.
Todos los consultados coinciden en afirmar que Valentina está más en Artigas que en el Palacio Legislativo. Y algo de razón tienen, porque cuando intentamos ubicarla el día de la primera sesión ordinaria nos informaron que estaba en su departamento.
Es más, es un rumor a voces que tiene un despacho en la Intendencia del que entra y sale como si fuera su propia casa, y tiene un grupo de WhatsApp con funcionarios municipales. Una perlita más a las que ya nos tiene acostumbrados la familia que gobierna la Intendencia de Artigas como hacienda propia.
Los problemas en Artigas no paran. Los ediles blancos, como dice el refranero popular, “mucho grito en la pulpería y se callan en la comisaría”. Estos, en realidad dejan sin quórum las sesiones de la Junta cada vez que algún edil colorado o los frentistas intentan saber y llamar a sala al intendente.
Mi amigo periodista me recuerda y con razón -cuenta Juana- que cuando el año pasado se hicieron públicas las irregularidades en el manejo de las horas extras, que dio lugar a sendas denuncias de la Bancada de ediles del Frente Amplio en la Fiscalía, el BPS y la DGI, en ese momento todos hablaron de un número elevado de funcionarios con exceso de cobros adicionales a sus salarios. Actualmente hay investigaciones al respecto y no se descartan nuevas denuncias, porque es vox populi en el norte que las horas extras, que se pagan con el dinero de todos, han beneficiado a un grupo importante de funcionarios que disfrutan, desde hace mucho tiempo, la manga ancha del intendente Caram.
Juana conversó con la presidente de la departamental del Frente Amplio, Dra. Marianela Olivera, quien manifestó varias cosas. En primer lugar, el repudio y natural rechazo a las palabras del intendente Caram sobre el trabajo infantil en el departamento. Expresó, además, que en Artigas la ciudadanía toda vive una verdadera conmoción social, ya que un día sí y otro también se conocen hechos vergonzosos en el manejo de los fondos de la intendencia.
Hizo ver, además, con preocupación, que la mayoría de 21 ediles que responden a Caram en la Junta Departamental, hace muy difícil los llamados a sala, las investigaciones profundas y la dificultad que tienen a la hora de contestar los informes. Cuando consultamos sobre la marcha del expediente judicial iniciado por el Frente Amplio de Artigas sobre el manejo de las horas extras, dijo que estaba en una etapa de pruebas. Recordó, además, que la funcionaria destituida por Caram, cuando el tema se hizo público, estaría trabajando actualmente en una empresa contratada por la OSE norteña.
El amigo y periodista de Artigas hizo ver que el videíto que circuló en las redes, que muestra al intendente Caram cargando nafta en la localidad Quaraí es una más y van… A esa altura no pude menos que exclamar ¡Pero es Macondo! Y se rieron con ganas.
Juana, para preparar este informe, habló con uno de los principales estacioneros del departamento de Artigas, Gerardo Volpi, entendiendo que más allá de que las imágenes del videíto hablan por sí solas, es grave que el primer ciudadano del departamento bagayee combustible a través de la frontera. Quien debe dar el ejemplo naturaliza un delito y nos recuerda con su actitud lo que cantábamos en los asados familiares en casa de mi abuelo: “Que venga el trigo. Que venga el maíz. Que venga el choclo para deschalar. Es delito el contrabando. Dijo el Sr. presiente. Si lo oyen en Cerro Largo se enoja hasta el intendente”.
Volpi explicó que el vehículo camioneta del intendente Caram, modelo 2023, solo utiliza gasoil S10. Vamos por partes. Informan que ninguna estación del departamento de Artigas vende gasoil S10. Solo gasoil S50. Manifestó, además, que hacer una obra para poder vender Gasoil S10 significaría una inversión de 45 a 50 mil dólares, con lo que la misma no resultaría rentable. No olvidemos -decía Volpi- que una estación de servicio de Quaraí está a 600 metros de la ciudad de Artigas. A eso hay que agregarle el costo-beneficio del litro de gasoil en Brasil.
Es decir, cuando el intendente Caram compró su nueva camioneta sabía de antemano que siempre iba a tener que cargar nafta de contrabando. Como Caram es pícaro y de respuesta rápida, salió al cruce diciendo que será mientras el auto esté en garantía. Pero Juana también es pícara y averiguó que ese modelo de camioneta siempre precisará ese Gasoil S10. No son compatibles con el Gasoil S50. Andan unos pocos metros y se apagan.
Juana, curiosa y testaruda como siempre, habló con el intendente Pablo Caram. Tenía su celular e insistió. Esta vez tuvo suerte. Al principio se negaba a hablar pero aclaraba enseguida que está suscrito a Caras y Caretas, aunque “solo me dan palo y palo”.
Cuando se le consultó por las irregularidades de las horas extras no las negó, pero afirmó: “Yo duermo tranquilo, soy gente honesta, tengo 65 años y 38 de vida comercial. En Montevideo todos saben que soy honesto”.
Cuando se le insistió sobre cuántas horas extras paga la Intendencia por mes, dijo que no tenía la información cerca, y con relación a si el caso ya famoso era un hecho aislado, insistió: “No, hay más, pero yo soy honesto y en mi Intendencia no hay corrupción”.
Sobre la denuncia presentada ante la Fiscalía por los ediles del Frente Amplio, exclamó: “¡¿Quiénes son?!” -a los gritos-. “Yo tengo todo claro y en mi Intendencia nunca hubo corrupción, ni habrá”. Antes de despedirse, invita a hablar mano a mano en Artigas, para decir su verdad.
Caram no se anduvo con chiquitas. Sobre las declaraciones de Mieres en respuesta a sus palabras del trabajo infantil, dijo: “Mieres la pifió feo. El del INAU también. Le erró. Hablan sin conocer”. Cuando se le recordó que Abdala, hoy presidente del INAU, forma parte de su partido y Mieres de la colación, que él también integra, dijo: “No me importa nada, cuando mato, mato”. Y volvió a insistir que en Artigas todo crece, que la ciudad y el departamento están cada vez mejor y que hay que visitarla antes de hablar porque sí.
Luego volvió a insistir en que hay que ir a recorrer Artigas antes de hablar. Que Las Láminas mejoró mucho, aunque reconoció que hay otro asentamiento y manifestó que hay un proyecto productivo en marcha, que será una verdadera revolución para Artigas.
Al preguntárselo por la polémica sobre su nueva camioneta que sólo admite gasoil que se vende en el Brasil, contestó: “¿Y qué quiere que haga? Es lo que hay. No la compré para tenerla parada. Tampoco para que se me funda por usar un gasoil que no corresponde”. Volvió a decir que es solo hasta que termine los 100 kilómetros de garantía y, cuando se le retrucó, insistió: “Es lo que hay”.
Juana, al preparar este informe, consultó con dirigentes del departamento, quienes le manifestaron que en la actualidad la producción tabacalera en el departamento de Artigas es menor, es una pequeña economía productiva que nuclea a grupos familiares y se destinan no más de 500 hectáreas en total.
El amigo periodista hizo, además, ver que si bien hay una línea tenue en el trabajo familiar que incluye menores, la actitud del intendente al minimizar el impacto y la gravedad de la situación llevaron al rechazo inmediato de todos los organismos e instituciones encargadas de velar por la no explotación de los niños de conformidad a la legislación vigente.
Después de hablar con el intendente Caram, Juana sonrió y, mientras terminaba la nota, pensó: “¡Ay, Sagrada Familia Blanca! Pobre Intendencia de Artigas. Se ha transformado en Macondo, nuestro Macondo del Norte. Nos faltan los Buendía, pero tenemos a los Caram”.