El Papa León XIV criticó severamente el despliegue militar de Estados Unidos en el Mar Caribe y realizó un firme llamado a priorizar la diplomacia y evitar una nueva «Guerra Fría» en la región. El Sumo Pontífice, respondiendo a periodistas desde su residencia en Villa Barberini, en Castel Gandolfo, expresó su preocupación por el escalamiento de la tensión.
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La situación respecto a Venezuela
“Cada cinco minutos hay una noticia que se dice que están cada vez más cerca de las costas de Venezuela. Pienso que con la violencia no ganamos”, afirmó el Papa, instando a las partes a encontrar una solución basada en la justicia. Subrayó que “lo que hay que hacer es buscar el diálogo, buscar una forma justa de encontrar soluciones a los problemas que puedan existir en algún país”.
Temas internacionales y derechos humanos
Respecto a Oriente Medio, el Papa describió la tregua como “muy frágil”, pero valoró positivamente el avance de la primera fase del acuerdo de paz firmado el pasado 10 de octubre. Instó a que se trabaje para avanzar hacia una segunda fase, que aborde el Gobierno y los derechos de todos los pueblos.
El Pontífice también mostró su preocupación por la situación en Cisjordania ocupada, señalando la complejidad del tema de los colonos: “Israel dijo una cosa y luego, a veces, hace otra”. Hizo un llamado a “trabajar juntos por la justicia, para todos los pueblos”, ante los ataques en Gaza, las provocaciones en la Explanada de las Mezquitas y los asaltos en aldeas cisjordanas.
Inmigración y trabajo digno
Abordando la situación en su ciudad natal, Chicago, donde se ha prohibido a sacerdotes dar la comunión a migrantes detenidos, León XIV citó el Evangelio de Mateo 25: “Al final del mundo se nos preguntará: ¿cómo habéis acogido al extranjero?”. Indicó que las autoridades deben reflexionar profundamente sobre lo que está sucediendo e invitó a permitir que los agentes pastorales se ocupen de las necesidades espirituales de estas personas, muchas de las cuales han vivido en el país por años sin causar problemas.
En vistas al próximo Jubileo del Mundo del Trabajo y ante recientes casos de muertes en la jornada laboral, como el obrero fallecido en el derrumbe de la Torre dei Conti en Roma, el Papa insistió en la dignidad del ser humano: “Es un derecho del ser humano tener un trabajo digno, en el que también pueda ganar dinero para el bien de su familia”. Reafirmó el compromiso de la Iglesia en la defensa de los derechos laborales.