Lo sorprendente del caso es que el cable, que según estudios posteriores habría sido instalado en torno a 1981, no estaba documentado en ningún plano ni registro accesible. Lusiardo explicó que, normalmente, los trazados de infraestructura de este tipo suelen estar registrados, por lo que resultó inusual el hecho de que no hubiera planos disponibles.
¿Por qué demoró tanto la solución?
El proceso de reparación del cable de alta tensión que bloqueaba las excavaciones duró apenas una semana. Entonces, ¿por qué tomó dos años para que se iniciara la solución? Lusiardo lo atribuye a una serie de factores que ralentizaron los avances.
Una de las explicaciones de esta demora es la necesidad de coordinación entre múltiples instituciones. La Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH) tiene el mandato de llevar adelante la búsqueda de los restos de desaparecidos, pero depende de la colaboración de otros organismos estatales para ejecutar tareas específicas.
En este caso, la participación de UTE y el Ejército era fundamental para resolver el inconveniente del cable, y según Lusiardo, hubo un "enlentecimiento de las tareas" debido a la falta de definición en las responsabilidades. Dos años se retrasaron las excavaciones en el Batallón 13, aunque no se señala una obstrucción intencional hay factores que prolongaron una situación que, técnicamente, podía haberse resuelto en poco tiempo.
La antropóloga subrayó que la instalación de un nuevo tendido eléctrico, que fue finalmente la solución adoptada, se realizó en pocos días, una vez que las instituciones involucradas tomaron acción.
La reanudación de las tareas en el Batallón 13, que comenzó a este lunes 16, marca un nuevo capítulo en la búsqueda de justicia para los detenidos desaparecidos. Lusiardo enfatizó que, aunque el incidente del cable ya está resuelto y el equipo retomó las labores, el tiempo perdido es irrecuperable.
Embed - Pasaron Cosas martes 17 de setiembre 2024