Además, Lima sostuvo que esta administración multicolor ha dejado “un país inseguro, donde el narcotráfico está instalado en las calles, donde faltan policías en el territorio”, con "un Ministerio del Interior que ha tratado de obstaculizar el accionar de la Justicia para cuidar, para proteger a sus amigos presos”.
Heber no se quedó callado y eligió su cuenta en la red social X (antes Twitter) para despacharse: “Lima busca hacer pie en una precandidatura a presidente que se hunde, agraviando y haciendo comentarios mal intencionados”.
Y disparó “el retruque” y una predicción electoral: “Salto, bajo la administración del FA, es el departamento del Interior más atrasado en inversión y servicios. No solo perderá Lima la candidatura, sino que el FA perderá la Intendencia debido a su desastrosa gestión”.
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Esta reacción de Heber responde a una cuestión de estilo discursivo, donde la vehemencia y las reacciones altisonantes son marcas distintivas.
Y a la vez se suma a sus intentos por tapar al sol con un dedo y buscarle la vuelta a tema de la seguridad, que, como lo ratificó un reciente informe de la Usina de Percepción Ciudadana, es el tema que más preocupa a la sociedad uruguaya.
Para Heber, sin embargo, “estamos mejor que antes”. Con respecto a los homicidios sus cálculos le permitieron afirmar que “antes morían 50” personas y “ahora mueren 10”; “es horrible que mueran diez pero es mucho mejor”.
En declaraciones al programa Arriba Gente (Canal 10), Heber aseguró que "la gente que no está vinculada a la actividad delictiva muere muchísimo menos" y que "la gente trabajadora no muere por rapiña como moría antes". Por tal motivo, opinó que "no se puede decir que las cosas no han cambiado. Sí cambiaron".
También manifestó expectativas en que al finalizar el actual periodo de gobierno se va a llegar al 30% de abatimiento de la rapiña.
Y añadió: "Mucha gente relativiza los números porque mataron en la esquina a uno y el barrio queda compungido. Y dice: ah, mirá los números de Heber, los números del Ministerio del Interior".
Pese a este intento de “vuelta de tuerca”, los homicidios siguen angustiando a la población, la percepción de la seguridad está cada vez peor. Y como han señalado varios analistas, los números siguen sin cerrar y las políticas del gobierno solo apuntan a las acciones represivas y no a atacar las causas del problema.