OSE presentó el informe de Viabilidad Ambiental de Localización del Proyecto Arazatí-Neptuno al Ministerio de Ambiente (MA), en el cual se reconoce que se identificaron 93 tipos de impactos ambientales en el lugar.
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El documento, al que accedió Caras y Caretas, que fue elaborado por la consultora CSI Ingenieros, añade además donde estará ubicada exactamente la planta potabilizadora, la laguna artificial que funcionará como reserva de agua dulce para los períodos de salinidad del estuario, el trazado de las cañerías y los posibles padrones que deberán ser expropiados.
Con respecto a los impactos ambientales que fueron identificados: 27 tienen "potencial negativo significativo que necesitan una evaluación específica", 31 tienen "potencial negativo que pueden ser eliminados o minimizados mediante la implementación de prácticas ambientales conocidas y que no demandan proyectos o estudios de ingeniería específicos"; y 35 "no son significativos" para la empresa.
La propia consultora, en el mismo informe, recomienda que la iniciativa sea tratada por la Dirección Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental; lo que implica que se requerirá "un estudio de impacto ambiental completo". Lo cual el ministro de Ambiente, Robert Bouvier, reconoció en las últimas horas, pero de igual manera confirmó que el proyecto es un hecho.
Consecuencias subyacentes
Por otra parte, otro aspecto hasta el momento poco tratado, son las expropiaciones que deberán realizarse en la localidad del departamento de San José donde se hará toda la infraestructura. Allí, se deberán expropiar 230 hectáreas solamente para la reserva de agua dulce, otras 17 hectáreas para la planta de tratamiento, 14,7 hectáreas para el monorelleno donde se dispondrán los lodos –desechos–, dos hectáreas más para la estación de bombeo de agua bruta y se sumarán otros 90 kilómetros para "servidumbres necesarias para las líneas de impulsión de agua bruta y tratada".
"Las expropiaciones se realizarán de acuerdo con la normativa legal vigente [...] que les asigna una indemnización económica a los propietarios en compensación de la propiedad de la tierra y construcciones, así como eventuales daños y perjuicios. El precio se ajusta de manera de realizar una transacción que sea aprobada por los damnificados", detalla el informe.
Respecto a ello, el informe también reconoce que la construcción "podrá afectar a los propietarios de los padrones por pérdida de una fracción de terreno y generar posibles efectos sobre la distribución predial y usos actuales del suelo". Lo cual implica un "impacto socioeconómico sobre la población", el cual aún "debe dimensionarse". Y queda en el tintero si las expropiaciones están incluidas en los costos del proyecto, ya que aún hay predios que no están definidos.
Cóctel de sal y cianobacterias
Otro de los aspectos que fue altamente cuestionado, sobre todo por la Academia, son los altos niveles de salinidad presentes en la zona y el riesgo de eutrofización; contaminación por nutrientes que genera entre otras cosas, cianobacterias. El informe presentado ahora por OSE reconoce estos aspectos, admite que se tomó como criterio de diseño "un evento de salinidad de hasta 70 días consecutivos" y afirma que en los períodos de alta salinidad del Río de la Plata no se extraerá agua -momento en que se extraerá del estuario artificial-.
Este lago artificial que se creará como reserva para cuando la salinidad sea alta, "puede ser un foco de generación de eutrofización de los cursos de agua de la zona con los que tenga vinculación", según reconoce el informe. Además, se detalla que la reserva artificial podría modificar "escorrentías superficiales y régimen hidráulico de cursos de agua", generando "erosiones" y su "mala gestión" podría "contaminar las aguas subterráneas", como el acuífero Raigón que se encuentra al sur de San José.
Por último, el informe también advierte que habrá afectación de la fauna y flora del lugar, tanto acuática como terrestre. Lo que se suma a que "el tramo final de la aductora, en el cruce del río Santa Lucía, discurre dentro de una zona SNAP [del Sistema Nacional de Áreas Protegidas], con presencia de flora y fauna nativa", por lo que se espera la "migración o muerte de fauna debido a la destrucción del hábitat".