El presidente Luis Lacalle Pou salió a defender la flexibilización de la normativa antitabaco y reconoció que la criticada medida fue a pedido de la empresa Montepaz, la que colaboró con fondos para su campaña electoral.
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Por si esto fuera poco, el tono de su planteo rozó el sarcasmo y la ironía: “¡No, si me lo pidió una fábrica de chicles! Obvio (que sí), ¿quién se dedica a producir cigarros en Uruguay? Montepaz, y ¿quién le pidió esto al Ministerio de Industria? Montepaz”.
Estas declaraciones movilizaron las reacciones de algunas figuras del Frente Amplio, como la intendenta Carolina Cosse, o los senadores Mario Bergara y Daniel Caggiani , quienes cuestionaron tanto la medida como el tono del presidente.
¿Qué dijo Cosse?
“Efectivamente admitió que a solicitud de una tabacalera hizo este cambio y también escuché con preocupación el tono, banalizando la opinión de quienes hemos expresado nuestra preocupación profunda porque esto afecta a la salud de los uruguayos y uruguayas”, dijo la intendenta Carolina Cose.
“Realmente me parece que es un paso que va en contra de la política hacia la salud de las personas, de la política antitabaco y verdaderamente me parece que no es ni el tono ni banalizar opiniones. Ya que eso fue hecho, mi pedido es que se consulte a la academia, a la facultad de medicina, a la OPS y a la OMS”, agregó.
¿Qué dijo Bergara?
“Confesar que se hacen decretos a pedidos de empresas o intereses particulares es muy peligroso, no corresponde hacerlo y sobre todo genera antecedentes que pueden ser muy complicados para lo que es la propia naturaleza de la democracia”, manifestó el senador frenteamplista Mario Bergara.
Al igual que Cosse, Bergara cuestionó el tono y la actitud del presidente, y sentenció: “Claramente, estas declaraciones confirman que no hay una visión sobre el tema, sino que se actuó como reacción a un pedido de una empresa particular”.
Las políticas de Estado, dijo además, "no pueden ser la sumatoria de los reclamos de los intereses particulares".
“A quién le puede resultar obvio que porque una empresa haga un reclamo el gobierno tiene que sacar un decreto atendiendo ese reclamo. No es nada obvio, es más, no debería ser así. Los gobiernos deben tener sus políticas, su visión y actuar en consecuencia sopesando todos los intereses que hay en la sociedad, pero naturalizar que un gobierno obviamente responde al reclamo de los intereses particulares, es sí cuestionar la naturaleza de la democracia y lo vemos con enorme preocupación”.
Y para rematar, afirmó: “Nadie dice que deban desaparecer los intereses en la sociedad. Los intereses están, tienen que estar, habrá intereses encontrados también y es tarea de los gobiernos ver cómo incorpora toda esa información para gobernar en base a una visión, a un enfoque y a una cuestión ideológica, incluso, en cómo gobernar, cómo hacer políticas y cómo desarrollar políticas públicas. Lo que sí creo peligroso es naturalizar que se gobernó obviamente, como dice el presidente, en base al reclamo de una empresa privada”.