No integra la lista del 1 % más rico del Uruguay, y su capital original no se acrecentó demasiado luego de dejar la presidencia. Su capital es de algo más de 15 millones, a lo que sumó la compra de una moto y un apartamento. Lo suficiente para que el joven expresidente viva en la flor y nata de la sociedad de Maldonado, surfeando olas artificiales.
Un nido de olas
A Uruguay le pueden faltar niños y niñas que no pasen hambre, que no padezcan desnutrición infantil, pero en las necesidades del expresidente no pueden faltar olas. Y puede resultar comprensible que un hombre que tuvo alta exposición pública en su condición de primer mandatario busque un refugio como el ofrecido en el Nido. “El Nido surge como un refugio único donde la naturaleza y el lujo se encuentran en perfecta sintonía. Diseñado con un enfoque en la sostenibilidad y el sentido de comunidad, este proyecto ofrece un entorno ideal para que las familias vivan un estilo de vida activo, en conexión plena con lo esencial”, ofrece desde su página web (www.elnido.uy).
WaveGarden es una empresa española que desarrolla y fabrica sistemas de generación de olas artificiales, y desembarca por primera vez en la región con el proyecto inmobiliario El Nido, un barrio privado que se ubica en una zona privilegiada entre Manantiales y José Ignacio, sobre ruta 10 y el kilómetro 173.
Para los desarrolladores del proyecto, WaveGarden “es el alma de El Nido”. “Con olas perfectas todo el año, ofrece una experiencia de surf inigualable para principiantes y expertos”, indican en su portal web.
WaveGarden utiliza un sistema electromecánico que genera hasta 1.000 olas por hora moviendo las partículas del agua como ocurre en el mar. De acuerdo a sus impulsores, utilizan 10 veces menos energía que otros sistemas, “para un estilo de vida saludable y respetuoso con el medio ambiente”.
La directora del Departamento de Gestión Territorial de la Intendencia de Maldonado, Soledad Laguarda, había anunciado la aprobación de este proyecto tiempo atrás en FM Gente. “A mí me pareció sumamente interesante tener un elemento atractivo diferente. No es un barrio igual a todos, es un barrio que te ofrece un producto que no existe”, señaló en esa oportunidad.
El masterplan de El Nido, diseñado por el estudio de arquitectura Gómez Platero, contempla canchas de paddle, gimnasio y lagos artificiales, entre otros amenities de lujo, además de un club de playa con eventos exclusivos, noches de música en vivo, bar y restaurante.
El barrio, que se proyecta dentro de un bosque, tiene una superficie de 6.400 metros cuadrados. Lorena Ponce de León, exesposa de Luis Lacalle Pou, expresidente de Uruguay, realizó la estética natural en la entrada al complejo, mientras que el paisajismo del barrio lo realiza Roberto Mulieri, destacado experto en la materia.
Cuenta con alrededor de 400 terrenos de 1.000 metros cuadrados y sus lotes tienen un costo a partir de los 290.000 dólares.
Privilegios de surfista
Luis Lacalle Pou figura como titular de un terreno de El Nido registrado en el BPS como empresa con el Nro. 5037049 y con el número de obra Nro. 740342576, permiso de obra que ya está aprobado y en trámite el sanitario.
El 19 de septiembre de 2025 se toma la Resolución Nro. 08333/2025 donde queda constancia de que se presenta Luis Alberto Lacalle Pou solicitando permiso para construir 267,99 m² (Ley 17.292) en el padrón Nro. 18352/J/002 de la manzana Nro. 406 de Balneario Buenos Aires. La resolución expresa que: “Del estudio de la propuesta se desprende que se ajusta a la Ordenanza Vigente Zona 1.4.2. y se resuelve autorizar el permiso solicitado, condicionado a altura de cercos y taludes”.
El 2 de octubre del 2025, en la resolución Nro. 08808/2025, consta que se presentó Luis Alberto Lacalle Pou solicitando permiso para construir piscina 28,18 m² (Total 267,88 m²) en el padrón Nro. 18352/J/002 de la manzana Nro. 406 de Balneario Buenos Aires, permiso que fue concedido.
Recapitulemos algunos números: los terrenos individuales tienen 270 metros cuadrados, cotizándose en 3 mil dólares el metro de construcción. El terreno tiene un costo de casi 900 mil dólares, a lo que se suma la piscina, otros 100 mil. Un poco más de un millón de dólares que representan, a un cambio de 39 pesos uruguayos, unos 25.641 mil millones. Y acá es donde entran los atributos del expresidente.
Luis Lacalle Pou, como buen vecino, guía a sus compinches tramitar ante la Comisión Asesora de Plan de Inversiones (COMAP), organización interinstitucional del Ministerio de Economía y Finanzas, obtener para la empresa EL NIDO BEACH & SURF HOMES (mixta) y la exportadora Manantial de Azares SAS una exoneración de 34 millones de dólares (unos 872 millones de pesos uruguayos).
Los vecinos y socios de un expresidente
Alejandro Curcio, Federico Fisher, Maximiliano Schabsis y Fernando Odriozola son algunos de los nombres vinculados a El Nido, amigos exclusivos de las olas artificiales de Lacalle Pou. El proyecto está ubicado en una tierra de casi 200 hectáreas adquirida por Donato Schabsis (ahora Donato Group) en 1977, plena época de la dictadura cívico militar.
Donato Schabsis ha sido un importante aportante de las campañas del exedil y actual diputado herrerista Rodrigo Blás. Esta dato no es menor, pues en varias oportunidades ediles nacionalistas aprobaron un expediente de 1.200 páginas sin haberlo leído (para obtención de terrenos sobre la costa), según afirmó el edil Joaquín Garlo (MPP-FA) porque “si lo hubieran hecho, habrían corroborado que no solo falta el documento que prueba la propiedad del bien, sino también otros documentos indispensables para la aprobación”.
Donato Group desarrolló 500 proyectos exitosos en los últimos 50 años en Uruguay, Argentina y EEUU. Comenzó a construir en Uruguay en La Barra, en los años setenta. Hoy, es líder en exclusivas zonas de la costa como José Ignacio, Montoya y Manantiales. Todo empezó con El Club de la Barra, sobre un terreno de 500 hectáreas compradas en una gran apuesta del empresario argentino Donato Schabsis, con la visión de edificar barrios con muchos servicios.
En septiembre del 2022, el periodista Carlos Pelaez aportó datos sobre los negociados de don Donato en el artículo “Sombras de corrupción sobre la costa de Maldonado”. Pelaez denuncia: “El mercado inmobiliario, con el apoyo de gobernantes, presiona para construir lo más cerca del mar que se pueda. El último caso que está generando protestas en Maldonado se llama Marina Beach. Se trata de un proyecto para construir 26 residencias unipersonales de hasta 5 dormitorios en otros tantos lotes y un hotel en el predio más grande. El fraccionamiento se ubica sobre la franja costera a la altura del kilómetro 170 de la ruta 10, una zona conocida como San Juan del Este, siguiente al balneario Buenos Aires”. Según informó Brecha, “el promotor del proyecto es el empresario Maximiliano Schabsis, cuyo padre Donato (fallecido hace unos años) era propietario y desarrollista de varios emprendimientos ubicados al este del arroyo Maldonado, como los edificios Moorea Bay I y II, el Club de la Barra y el hotel Casa Bikini en Manantiales; además de poseer locales comerciales en la zona, entre otros emprendimientos”.
Pelaez explica la maniobra que permite hacerse de algunos de esos terrenos privilegiados: “El predio fue adquirido mediante el artilugio legal de la ‘prescripción treintenal’, por el cual se accede a una propiedad abandonada cumpliendo con requisitos tales como ‘la posesión pacífica, ininterrumpida, pública, inequívoca y con ánimo de dueño’, además de pagar los tributos. Hasta 2021 esos requisitos debían cumplirse durante 30 años ‘cuando el poseedor no tiene las cualidades de justo título y buena fe’; una vez cumplido ese tiempo y trámite judicial mediante se debía emitir la escritura de propiedad correspondiente. La LUC redujo ese plazo a 20 años cuando ‘se trate de tierras públicas’. Pero en Maldonado hay muchas personas y profesionales enriquecidos con una maniobra que se inicia cuando alguien acude a un escribano y declara que ocupó un terreno durante cierta cantidad de tiempo, por lo general, años. El escribano lo certifica sin pedir mayor documentación ni testigos que confirmen la posesión. Con el documento, el supuesto poseedor vende el inmueble, operación que también requiere de un escribano. Entonces el terreno pasa de mano y se reclama su propiedad en la Justicia mediante la figura de prescripción treintenal. Es decir, se obtiene la propiedad del inmueble sin esperar los 30 años establecidos por la ley anterior a la LUC. En tanto, la tierra se valoriza”. El Nido cuenta con el asesoramiento legal del escribano Eduardo Simón.
Un hambre nada artificial
No hay que cansarse de decir que el problema de las injusticias de nuestras sociedades tiene que ver con la desigualdad. A Lacalle le asiste el derecho a asegurarse tener sus propias olas, aunque haya decidido surfear olas naturales, quizás como una terapia para distraerse de la tragedia de los muertos por el coronavirus, o en este presente, que Uruguay heredó 250 mil niños y adolescentes entre 0 y 17 años, y 150 mil entre 0 y 6 años en la pobreza.