El caso Marset tiene nuevas derivaciones. El fiscal Alejandro Machado será el encargado de la “Segunda Causa”. La investigación penal apuntará a presuntos delitos de cohecho, abuso de funciones y destrucción de documentos.
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Las revelaciones surgidas a partir de los audios y los chats entregados por la exvicecanciller Carolina Ache a la Fiscalía de Delitos Económicos donde se investiga la entrega de un pasaporte uruguayo por vía exprés al narcotraficante Sebastián Marset, tuvieron el impacto de un verdadero tsunami en el Gobierno, la opinión pública y, en particular, en el Partido Nacional.
Ahora bien, el caso Marset es complejo, engorroso y con varios actores principales, y alguno de reparto. Ya se ha llevado puestos dos ministros, dos subsecretarios y al asesor estrella del presidente Lacalle, el publicista Roberto Lafluf. Éste, actuando en nombre del presidente y quien trabaja codo a codo en el mismo piso 11 de la Torre Ejecutiva, instó a la viceministra Ache a borrar chats comprometedores para que no constaran en las investigaciones administrativa y judicial que se llevaban adelante por esos días.
Como si esto fuera poco, para tener ribetes dignos de una serie de Netflix, el mismísimo Lafluf le dijo a la vicecanciller que él había sustraído y destruido una parte del expediente de la investigación administrativa de la Cancillería. Esa calurosa tarde de noviembre del año pasado, Lafluf no se anduvo con chiquitas. Le planteó a Ache que hiciera un acta notarial falsa a través de los servicios de una nueva escribanía.
El Gambito de Dama, es una apertura de ajedrez. Es una de las más antiguas. Tradicionalmente se describe como un Gambito porque las blancas parecen sacrificar el peón-C; sin embargo, esto podría considerarse un término erróneo, ya que las negras no pueden retener el peón sin incurrir en una desventaja. El Gambito de Dama es uno de los principales sistemas para jugar una apertura cerrada. Jugado desde los tiempos del ajedrez moderno, aún se encuentra entre la práctica habitual, campeonatos del mundo incluidos.
Sorpresivamente para muchos -y no tanto para otros que saben entender el mensaje- en el sentido literal significa “apertura del juego”, pero en el sentido metafórico invita a la apertura de mirar diferente la realidad que nos toca presenciar…
La protagonista
Juana, inquieta como siempre, abrumada de tanta información que una semana sí y otra también, gracias a las irregularidades del Gobierno de Lacalle Pou, invaden su mesa de trabajo, resolvió conversar con un amigo para ordenar las novedades que hoy son tapa de todos los diarios.
Como la tenida iba a ser larga, y tenía que ser discreta, Juana no dudó. Lo citó en el viejo Bar Iberia, ese que permanece estoico y detenido en el tiempo, pero con el mejor sándwich caliente de Montevideo desde 1954. Siempre atendido por la familia Alonso y desde hace mucho por el simpático mozo Adrián.
Para la charla, eligió una típica mesa de boliche de esas chiquitas con tapa de formica, sillas thonet, gastadas, pero con historia. “Es la mesa donde se sentaba Rosa Luna”, se apura en decir el mozo mientras le pedían la vedette de la casa, un sándwich caliente y dos refrescos.
Fue directo al grano. Le preguntó a su amigo, un veterano periodista ya retirado -que, como gusta decir él, “ahora sólo me dedico a choferear a mis nietos”-, “contame quién es Carolina Ache”.
Carolina Ache Batlle nació, por definición, en un hogar donde se hablaba esencialmente de política y de fútbol. Las dos familias eran coloradas y fanáticas del Club Nacional de Fútbol.
Su abuelo materno fue Marcos Batlle de los Santos, medio hermano de quien fue presidente, Luis Batlle Berres. Su abuelo paterno fue diputado colorado en dos oportunidades e histórico dirigente del CNF, Nasim Ache Echart. Es, además, sobrina del ingeniero Eduardo Ache, quien fuera pachequista, acompañó a Bordaberry y actualmente asesora a Cabildo Abierto. También, varias veces presidente del Decano del fútbol nacional.
“Como vemos -recuerda el viejo periodista- Carolina escucha hablar de política desde que empezó a gatear. Su primera participación militante fue en las elecciones juveniles del Partido Colorado del 2007. Después se sumó a Vamos Uruguay, el sector que lideró el exsenador Pedro Bordaberry. En el 2018 se sumó a Ciudadanos, grupo que lideraba el Ec. Ernesto Talvi”.
Cuenta la historia que el haber conocido al expresidente Batlle de toda la vida influyó en sus inicios. Jorge, amigo de todos los jóvenes que querían militar, le dio siempre para adelante para que se vinculara en las actividades partidarias.
El resto es historia conocida. Carolina Ache fue designada vicecanciller y sobrevivió a Ernesto Talvi cuando éste dejó el Ministerio de Relaciones Exteriores. Además de ser abogada hizo un posgrado en Relaciones Internacionales en la Universidad de Boloña. “Cuando terminé el colegio, tenía la duda de estudiar Derecho o Relaciones Internacionales. Y fue Jorge (Batlle) el que me dijo ‘hacé Abogacía y después especializate’”, contó en una entrevista en Desayunos Informales (Canal 12) luego de asumir.
Carolina Ache está casada con Tomás Romay, uno de los tantos herederos de Canal 4 y Radio Montecarlo, las Estancias Nueva Melem y San Lorenzo, los canales de cable del interior. Todavía resuena en mi memoria aquella investigación del Semanario Brecha que nos recordó que Tomás Romay fue uno de los vendedores de los terrenos que hoy albergan el complejo Fórum del Puerto del Buceo, en 24 millones de dólares, en sociedad, con el testaferro de Alfredo Yabrán.
Como vemos, Carolina Ache, no sufre apreturas económicas por haber renunciado a su cargo en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Juana no ha olvidado que el día de aquella histórica interpelación con gusto a poco, y que escondió mucho, en el Senado de la República, la Dra. Ache lució unos stilettos Louboutin, con un taco de 12 cm. que atraparon la mirada de esta cronista que los observó y no dejaba de pensar que con esos tacos come una familia tipo durante un mes.
Mientras apuran un segundo refresco porque la conversación venía larga y el veterano periodista estaba imparable, comentó éste al pasar que hay un rumor que circula entre los blancos y especialmente en el Gobierno: Carolina es una verdadera Caja de Pandora. Primero, porque no tienen claro si tiene bajo la manga más grabaciones de conversaciones privadas como las que presentó la semana pasada en la Fiscalía y se publicaron luego en el semanario Búsqueda y, acto seguido, se viralizaron en las redes. Además, de sus vinculaciones familiares les preocupa que su abogado defensor sea el exfiscal general Jorge Díaz.
Como piedra en el zapato del presidente Lacalle Pou y compañía, está también la relación que la exvicecanciller tiene con Pedro Bordaberry, quien, aunque está retirado de la política, fue quien arrancó con su defensa un caluroso domingo de enero en la columna que escribió en página editorial del diario El País.
Ese día, Juana se sorprendió al leer, bajo el título Cherchez la femme, que Bordaberry no se anduvo con chiquitas. “¿Quién mintió en el Senado? Carolina Ache: no. ¿Quién fue responsable y permanece en el cargo como si nada?”.
Juana se sonrió para adentro y recordó una frase que circuló en el viejo Palacio Santos, que el hoy excanciller Bustillo manifestó tras leer el editorial de Bordaberry: “A mi no me sacan de acá ni de culata”. Con el diario del lunes a la vista Bordaberry volvió a defender a Carolina el último domingo y Bustillo se fue por la puerta del fondo y espera ser citado en la segunda indagatoria que lleva adelante el fiscal Machado.
La segunda causa
Es un rumor a voces en el ambiente politizado en el que se mueve Juana, que las declaraciones y las denuncias de Carolina Ache pueden traerle responsabilidades penales, no sólo a los exministros Luis Alberto Heber y Francisco Bustillo, sino también a los Dres. Maciel y Ache, al publicista Roberto Lafluf y, no se descarta, al presidente de la República Luis Lacalle Pou.
Según fuentes de Fiscalía consultadas por Juana, la próxima semana el fiscal Machado comenzará a conformar la lista de personas que llamará para indagar en la Fiscalía, además de repasar todas las declaraciones ya realizadas por los exjerarcas y funcionarios de Cancillería en la causa sobre la entrega del pasaporte a Marset.
Se repetirá el criterio adoptado en la causa original. Convocará en carácter de imputados a todas las personas mencionadas directamente en los hechos que se investigan, y en calidad de testigos a quienes puedan tener información relevante, que no fueron mencionados directamente en las denuncias o en los audios.
Ahora bien, ¿cuál podría ser la responsabilidad penal del presidente? En la conferencia de prensa del 4 de noviembre, el mismo reconoció que fue él quien ordenó a su asesor de comunicación y estrategia, Roberto Lafluf, reunir en la Torre Ejecutiva a los viceministros Maciel y Ache, donde nos dejó esa deliciosa frase de colección “pasé a saludar”.
La compleja maraña jurídica que se desprende de todo lo ocurrido en esa reunión del 25 de noviembre deja un abanico de posibilidades y distintas figuras jurídicas que habrá que analizar.
Otro aspecto que tendrá que ver el fiscal Machado es determinar la calidad de funcionario público de Lafluf, que dada la definición del art. 175 del Código Penal parece clara y amplia, y otorga esa condición a “todos los que ejercen un cargo o desempeñan una función retribuida o gratuita, permanente o temporaria de carácter legislativo, administrativo o judicial en el Estado”.
Por último, no hay que olvidarse que este punto es sensiblemente relevante para determinar los agravantes vinculados a los delitos contra la administración pública o de Justicia, pero también para determinar en qué medida Lafluf está obligado a denunciar un hecho con apariencia delictiva según el 177 del Código Penal, ocurrido en su repartición, algo que también alcanzaría a la Dra. Carolina Ache.
Será un caso complejo. Se investigarán esta vez las actuaciones de Heber y Maciel, Bustillo y Ache, Roberto Lafluf y el presidente Lacalle Pou. Los hechos conocidos hasta ahora apuntan a posibles delitos de cohecho, abuso de funciones y destrucción de documentos.
Esto recién empieza. Como digo siempre, este gobierno blanco da mucha tela para cortar y demasiadas notas para escribir. Esta vez, la Dra. Carolina Ache jugó su primera mano. Gambito de Dama con final abierto.