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Política trabajadores | informe | Cuesta Duarte

Crece pero no se reparte

Medio millón de trabajadores ganaron menos de $25.000 por mes en 2024 pese a crecimiento de la economía

Un informe del Instituto Cuesta Duarte advierte por el flagelo que afecta a miles de trabajadores con salarios que los condenan a la pobreza.

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Un nuevo informe publicado por el Instituto Cuesta Duarte reveló que a pesar del crecimiento económico de Uruguay, cerca de 500.000 trabajadores ocupados perciben un ingreso líquido mensual por debajo de los $25.000. Este dato alarmante subraya un grave problema de ingresos laborales bajos que persiste en el mercado laboral, afectando la calidad del empleo y contribuyendo a la pobreza y la vulnerabilidad social.

El informe, que analiza la situación de los ingresos laborales al cierre de 2024, destaca una paradoja económica: la actividad económica del país se ubicó un 6,5% por encima de los niveles de 2019, pero indicadores sociales clave como la pobreza y la desigualdad han empeorado. Esto sugiere que el crecimiento no está llegando de manera equitativa a todos los sectores de la población.

"En 2024, alrededor de 503.000 ocupados percibieron ingresos sumergidos por su trabajo, lo que representa un 30% del total. Por franjas de ingresos, se estima que 153.000 personas ganaron menos de $15.000 líquidos mensuales, 350.000 tuvieron ingresos entre $15.000 y $25.000 al mes, 358.000 entre $25.000 y $35.000, 339.000 entre $35.000 y $50.000, y finalmente unos 445.000 ocupados recibieron ingresos superiores a los $50.000 mensuales."

Salarios sumergidos y pobreza: dos caras de la misma moneda

Aunque los salarios sumergidos y la pobreza son fenómenos distintos, el informe señala que ambos están estrechamente relacionados. El primero se enfoca exclusivamente en los ingresos laborales, tomando como referencia un umbral de $25.000 líquidos mensuales (a noviembre de 2022). Este es un indicador que analiza cuánto gana un trabajador por su labor.

Por otro lado, la pobreza se mide de manera más amplia. Se calcula comparando el ingreso total de un hogar con el costo de una canasta básica de bienes y servicios, conocida como la línea de pobreza. Este ingreso no solo incluye salarios, sino también transferencias y rentas.

En diciembre de 2024, la línea de pobreza se situó en aproximadamente $21.400 líquidos para una persona que vive sola en Montevideo y $17.200 para una en el interior (valores a precios de noviembre de 2022).

A pesar de estas diferencias en la forma de medición, el vínculo es claro y directo: la proporción de salarios bajos es significativamente mayor entre aquellos trabajadores que ya viven por debajo de la línea de pobreza. En otras palabras, tener un salario sumergido aumenta drásticamente el riesgo de ser pobre.

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