Protección de ecosistemas y biodiversidad
Una de las prioridades será la recuperación y conservación de ecosistemas esenciales. Para lograrlo, se fortalecerá la planificación territorial, atendiendo a la capacidad y valor de conservación de cada región. Espacios marinos, costeros y terrestres serán protegidos mediante la implementación de políticas basadas en evidencia científica.
Además, se avanzará en la regulación estricta del uso de plaguicidas peligrosos y se fomentará la agroecología como una práctica sostenible para garantizar alimentos saludables, proteger la biodiversidad y reducir el impacto ambiental.
El agua como derecho humano fundamental
La gestión del agua ocupará un lugar central en la agenda del Ministerio de Ambiente. El acceso al agua potable y al saneamiento será tratado como un derecho humano, reforzando las capacidades de OSE para garantizar su distribución equitativa y sostenible.
Se priorizará la protección de cuencas y la mejora de la calidad del agua bruta mediante medidas preventivas y correctivas. Asimismo, se buscará involucrar a todos los sectores de la sociedad en un "gran diálogo por el agua", que permita abordar desafíos como la escasez, la calidad y la gestión participativa.
Gestión de residuos
El desarrollo de una economía circular será una meta fundamental del MA. Esto incluirá el rediseño de procesos productivos para maximizar la reutilización de recursos y minimizar el desperdicio. La gestión de residuos sólidos urbanos y agrícolas se alineará con prácticas de reciclaje y valorización, promoviendo un cambio cultural hacia el consumo responsable.
Mitigación y adaptación al cambio climático
Uruguay reafirma su compromiso con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y los acuerdos internacionales en materia de cambio climático. Para ello, se promoverán políticas de mitigación que incluyan la reducción de emisiones en sectores importantes como el transporte y la industria.
Por otro lado, se desarrollarán estrategias de adaptación para enfrentar fenómenos climáticos extremos como sequías e inundaciones. Estas medidas protegerán a las comunidades vulnerables y garantizarán la resiliencia de los ecosistemas y la economía.
La transición ecológica representa una oportunidad para Uruguay. Al invertir en sectores como el ecoturismo, la bioeconomía y las energías renovables, el país puede generar empleo de calidad y posicionarse como referente en sostenibilidad. Con políticas integrales y una visión a largo plazo, el Frente Amplio tratará de garantizar un futuro en el que el bienestar humano y la salud del planeta vayan de la mano.