Respecto a si firmó dijo: “Lo estoy meditando como cualquier plebiscito en Uruguay. Como dije, mi camino hubiera sido otro, y fue el que defendí mientras fui dirigente sindical. La mejor transformación de la seguridad social es hija de los diálogos, como la que se hizo en 2008. Si hay argumentos sólidos para aprobar [la reforma], el pueblo decidirá de una manera u otra. La papeleta me la han acercado mil veces, pero soy racionalista. Firmo si estoy convencido. Tengo muchos argumentos para no firmar y algunos para hacerlo. Si me apurás hoy, lo más probable es que no firme”, sostuvo.
La propuesta de la central sindical y organizaciones sociales propone volver a los 60 años como edad mínima para jubilarse, equipara la jubilación mínima al salario mínimo nacional e impulsa la eliminación de las AFAP.
Para que la iniciativa sea sometida a voluntad popular en las elecciones nacionales del 24 de octubre se requiere la voluntad del 10% de los ciudadanos inscriptos en el Registro Cívico Nacional, o sea unas 270.000 firmas que deben ser presentadas antes del 27 de abril de este año.