Tras la polémica generada por la instalación de unos cien nuevos radares de velocidad en rutas nacionales, el presidente Lacalle Pou y el ministro de Transporte, José Luis Falero, mantuvieron una reunión para analizar la situación.
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Luego del intercambio, Falero explicó a la prensa que el mandatario pidó que se revise el funcionamiento de los radares recientemente instalados y que se evalúe si requieren modificaciones. Al respecto, el jerarca manifestó disposición para realizar la revisión "en la medida que sea oportuno”.
“Lo que dijo [Lacalle Pou] es que tenemos que tener el cuidado de que [los radares] no se transformen en una fuente de recaudación, que no es el objetivo. Y por ese motivo nos pidió que analizáramos bien en profundidad estos primeros 30 días para que aquel infractor que excede en forma desmedida y reiterada es una cosa, pero que tengamos precaución para que eso que habíamos propuesto de que la primera sea una notificación quizás podamos revisar e inclusive una vez que analicemos el comportamiento de los conductores, modificar alguna velocidad si así se entiende oportuno”.
Con respecto a los radares móviles, centro de la polémica, Falero confirmó que serán eliminados gradualmente. “Los radares móviles ayudaron mucho, pero en esta nueva etapa se van a eliminar, salvo el que está en Parque del Plata porque estamos en obras”.
Consultado por los dichos del senador nacionalista Da Silva, quien declaró publicamente no respetar los límites de velocidad, Falero expresó: “El que no respeta los límites de velocidad, sea senador o lo que sea, va a tener que cumplir, o sino va a ser sancionado, como corresponde”.