Las protestas en Birmania contra el golpe militar que el pasado 1 de febrero derrocó al Gobierno que había sido democráticamente elegido, se mantienen en ascenso y junto a ellas, la represión del gobierno golpista.
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Desde el comienzo del golpe, más de 500 personas han perdido la vida y centenares han resultado heridos y detenidos.
“Durante el fin de semana del 26 y 27 de marzo, el ejército abrió fuego contra civiles que se manifestaban contra el golpe militar en decenas de ciudades y pueblos de todo el país”, consignó Democracy Now¡.
En el ataque emprendido por las fuerzas represivas, se estima que, “al menos 141 personas murieron (…) entre ellas un niño de 5 años, una niña de 13 y posiblemente otros menores de edad, según un informe de Amnistía Internacional”.
La represión se ha constatado en otros escenarios, por ejemplo, “en el funeral de un estudiante de 20 años asesinado en una manifestación”, en esa ocasión las fuerzas militares también, abrieron fuego contra los presentes.
“Nos despertamos cada día con más malas noticias, más muertes”, expresó al sitio de noticias un joven estudiante del Instituto de Tecnología de Nueva York, quien resaltó el papel que juegan las mujeres en el mantenimiento y desarrollo de las protestas de resistencia al golpe.
La situación de represión sistemática ha llevado a que la ONU advierta “que Birmania se encamina a una guerra civil”.
En atención a la gravedad de la situación, señala el sitio de noticias, “un funcionario de la ONU pidió al Consejo de Seguridad que tome medidas para evitar un inminente “baño de sangre”.
Como parte de sus acciones intimidatorias y en un intento de impedir se conozcan las acciones represivas, el jueves pasado, “la junta militar cortó toda la conexión inalámbrica a Internet del país”.
Junto a ello, “acusó a la líder depuesta Aung San Suu Kyi de violar la Ley de Secretos Oficiales”.
Como reacción ese mismo jueves, los manifestantes antigolpistas realizaron una quema pública de copias de la Constitución militar de 2008 en las calles de la ciudad de Rangún.
Mientras las manifestaciones de resistencia continúan, el Gobierno civil paralelo continúa exhortando a llevar a cabo una “revolución” con el objetivo de contrarrestar a la junta militar.
Representantes del Gobierno paralelo, han señalado, destaca el sitio de noticias, que trabajarán para formar un Gobierno de unidad nacional y redactar una nueva Constitución.