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Insultos y descalificación: señal de temor

¿Qué les causa tanto miedo?

Por Juan Raúl Ferreira.

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Caras y Caretas Diario

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El otro día un hecho en el cento, donde vivo, me dejó pensando. Caminaba a la plaza Cagancha, donde se iniciaría la marcha contra el intento de Cabildo Abierto a favor de a los presos de Domingo Arenas. Al pasar por el Ministerio de Relaciones Exteriores, lo vi cercado con vallas para impedir el paso de la gente. En el corral, un regimiento policial armado hasta los dientes. Como esperando un invasor.

En rigor, cumplían su misión al revés. En vez de ordenar el paso de tránsito y gente, obligaban a esta a caminar por la calle en el mismo sentido que los vehículos. Está prohibido. Pero lo generó la propia Policía. La marcha fue impresionante. Era esperable. Piden aumento de penas para infractores pobres y domicilio para los culpables de delitos de lesa humanidad. Domingo Arena no es una cárcel marginal. Sin horario de visitas ni encierro en los cuartos de los presos.

Pensando, llegué al punto de concentración: la plaza Cagancha. Arrancamos, caminando. Se veía que se había congregado una multitud. Pero al llegar a las esquinas los propios organizadores debieron evitar la interrupción de la marcha evitando, reduciendo las molestias al tránsito callejero. Ni un policía. Todos en cancillería armados a dientes.

Al ómnibus, que el martes anterior transportaba los jugadores de Plaza Colonia lo rodeaban tres patrulleros, 11 motos y un minibís de personal policial. La marcha popular contra el terrorismo de Estado no la custodió nadie. Bueno, por suerte, porque el viernes siguiente la Policía disparó con balines de goma contra los manifestantes. Mentira que bloqueaban la salida de ómnibus.

Balines como esos disparaba la policía del coronel Zina Fernández en los 60. Contra ello se alzó la voz de Zelmar y de Wilson. Aquel interpeló al ministro, el último denunció la corrupción del coronel, jefe de Policía. Qué retroceso. ¿Qué les causa tanto miedo?

Le temen a la Policía misma. Llevó años componer una relación de confianza institucional entre el cuerpo policial y los gobiernos legítimos. Especialmente, en la lucha contra el narcotráfico. Pero bastó haber estado en el equipo del Frente para que este gobierno sacara de sus puestos a gente clave. Retrocedimos 15 años en la lucha contra el crimen organizado que genera la droga. Recomiendo muchos los respectivos libros de Leal y Ladra sobre este tema.

Otra señal de miedo es es la necesidad de todos los portavoces del gobierno, antes de hablar de tema alguno, lanzar un agravio al Frente. No se pude hablar, si no se descalifica el Frente. El novel ministro de Obras (al subsecretario lo siguen teniendo oculto. ¿Por?) anunció el plan de obras. Les llevó casi dos años después de instalado el nuevo gobierno. Pero empezó diciendo “hacer de nuevo todas las obras del gobierno del Frente, que están todas mal hechas”.

Así hacen todos. Javier García es un show. De no ser por su investidura que ostenta, era para reírse o hacer un personaje de historieta. Heber desmiente por Twitter lo que dice a la TV. Delgado anuncia su respeto por la movilización social descalificando a las organizaciones de los trabajadores. Fue wilsonista Delgado, ¿no?

Pensar que Wilson decía: “No se puede forjar un futuro mejor sin tener, además del respaldo político legitimador, la participación de los grupos sociales, especialmente los trabajadores. En Uruguay se llama CNT, a la que podrán ilegalizar, pero no borrar de la vida nacional”.

¿Por qué la cancillería y el presidente, que la dirige, tienen tanto miedo? Terror a la Patria Grande. A México, a Chile y Centroamérica. Solo coqueteos con Bolsonaro. Se fueron a Catar y el presidente va a pasar las Fiestas al Congo.

¿Por qué prologó un libro sobre Wilson? ¿No dijo que era “esencialmente antiwilsonista”? ¿Por miedo? Recuerdo sus palabras en febrero de 2000 en la reunión tras la derrota electoral (cine Montevideo Shopping). Me tuve que levantar a ir al quinto “insulto” consecutivo a Wilson. ¿Prologa un libro? ¿Aun muerto le tiene miedo?

Nos gobierna gente con miedo. Se juntaron las firmas, en las internas del Frente participo un 40% más que en la anterior, había unas 45.000 firmas válidas más de las necesarias, la gente marchó contra una ley que quita las decisiones carcelarias de manos de los jueces. Una chispa despertó la apatía generada tras el triunfo raspando de la coalición multicolor.

Quizás mucho color y poco olor a pueblo. Es un gobierno con miedo.

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