Ya los uruguayos votaron sus opciones partidarias, sus legisladores y sus sectores políticos. Ahora tienen que votar por un proyecto u otro de país. Para hacerlo entre todos. Debemos tener capacidad de hablar del tema por lo alto. Es triste ver, cuando alguna gente plantea sus dudas en las redes sociales, el torrente de insultos que recibe. No es con insultos ni hablando mal del que opina distinto que vamos a lograr convencer a nadie de nada. He leído argumentos en ambas direcciones. Todos me merecen respeto y, cuando he tratado de convencer a alguien, ha sido sobre la base de que respetaré la decisión que tome, la comparta o no.
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Tratando de elevar la mira de la discusión es que me he puesto a analizar el documento base sobre el cual Lacalle Pou está armando el acuerdo llamado multicolor. Es decir, sin juicio de valores, él mismo está diciendo que ahora no es un voto por los blancos sino por el abanico multicolor. Su lectura a mí por lo menos me ha ayudado a entender por qué Wilson, el de verdad, el real, nunca formalizó un acuerdo con el Partido Colorado, mientras que suscribió varios con el Frente Amplio.
¿Qué temas se plantean? Los que preocupan a la opinión pública, pero ¿sobre qué bases?
SEGURIDAD: Gatillo fácil. Ley de presunción de legítima defensa del personal militar y policial. Este tema no es nuevo. Fue enviado al Parlamento en el primer período de gobierno de Sanguinetti: apoyado por Lacalle (padre) y fundamentado en contra en una exposición en el Directorio del Partido Nacional mediante un alegato por parte de Wilson. Voceros de la coalición multicolor reivindican las medidas aplicadas por el entonces alcalde de Nueva York (Giuliani), hoy abogado personal de Donald Trump. Es cierto que cuando dejó la Alcaldía la seguridad había mejorado. Pero hoy, 30 años después, está peor que cuando comenzó. Eran soluciones para otro tiempo. La droga y sus carteles han cambiado la tipología del delito y las medidas eficaces eran para aquella época, no para hoy.
Ah, muy importante: en la propuesta de acuerdo opositor se aclara que se muda la Republicana de Montevideo al Interior. (¿?)
Educación: La controvertida Ley de Educación de Sanguinetti, cuando fue ministro, comparada con esta es de un bebé de pecho. En vez de un avance, se propone un retroceso. Se postula, contra lo que indica la Constitución, que sea el gobierno el que dirija el sistema educativo. “Sustitución de los Consejos Desconcentrados por Direcciones Generales unipersonales integradas al Codicen, los representantes docentes se mantendrán […] pero sin voto”. No es chiste. Lo leí varias veces para no equivocarme.
¿Qué dice al respecto Robert Silva, quien fue precisamente eso, representante de los docentes en el Codicen? O sea, toda la protección de partidización de la enseñanza queda por el piso. La política educativa paralizada y objeto de intercambio de figuritas en manos del presidente. ¿En Uruguay?
Pobreza. Sostiene el programa de gobierno de Lacalle que mientras que el Frente Amplio apuesta al “asistencialismo”, se va recurrir a sembrar “la esperanza” (sic), pág. 115. No más programas sociales. Pero los discursos tienen esperanza. ¿Suena a Macri?
Política exterior. Las propuestas de Almagro (raro, en la página web del Partido Nacional aún figura que, durante el gobierno anterior del Frente, la colectividad tenía a “cuatros ministros […] en el centro de observación por su gestión […] Almagro, Bergara, Olesker y Bonomi”. ¿Qué les cambió su opinión sobre Almagro? La bendición de Trump y Bolsonaro.
Alineamiento total a las exigencias de Trump: adherir al Grupo de Lima, volver al TIAR (contra el que todos los líderes blancos se han opuesto siempre, por supuesto Wilson, pero también Lacalle padre). Seguir los pasos de Bolsonaro de destruir el Mercosur para que cada país negocie aranceles por su cuenta, en lo cual naturalmente el más chico es el que pierde. Nosotros.
SALARIO Y PASIVIDADES. La abolición de las negociación colectiva traerá una caída del salario real, aunque pocas veces se explica que ello está directamente vinculado a la caída del ingreso de jubilados y pensionistas (salvo los militares). Las pasividades se ajustan con el salario: cae este, caen aquellas.
Resultado: está en la conciencia de cada uno saber si el país se puede dar el lujo de asumir este retroceso. Es un calco del modelo del FMI que naufragó en Chile, en Ecuador, en Argentina, y que se mantiene a pura represión en Brasil. Los pobres cada vez son más y más pobres, los ricos menos y más ricos. Revueltas sociales e inestabilidad política.
Quienes ya cumplieron con sus respectivas traiciones y solidaridades partidarias y sectoriales, el último domingo deben resolver otra cosa. Votar por este salto en el vacío, con resultado conocido en la región, o profundizar los cambios para que el Uruguay siga siendo libre políticamente e internacionalmente soberano. Que siga resonando con respeto en la comunidad internacional.