Con una flor roja en el lugar donde fue secuestrado, decenas de personas recordaron este viernes a Miguel Mato, el último desaparecido por la dictadura.
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Mato fue secuestrado hace 39 años, el 29 de enero de 1982, en la intersección de 8 de Octubre y Larravide.
Hasta ese momento militaba en la organización clandestina y era dirigente de la Unión de la Juventud Comunista (UJC).
Al momento de ser detenido se dirigía a una reunión y trabajaba en la empresa Funsa.
De acuerdo a la Secretaría de Derechos Humanos para el Pasado Reciente, Mato salió para su trabajo en Funsa, pero nunca llegó.
Señala que hizo un contacto con una compañera en un café de 8 de Octubre y Larravide.
Al salir se dirigió hacia el Hospital Pasteur siendo seguido por una camioneta Volkswagen de color blanco”.
Versiones
En cuanto a las circunstancias de su muerte, indica la investigación realizada por la Comisión para la Paz, que “al ser interrogado después de su detención, trató de engañar a sus captores simulando conocer lugares donde se hacían reuniones clandestinas. El 8 de marzo de 1982 era transportado en un vehículo del Ejército junto a cuatro militares a los efectos de localizar una de esas fincas ubicada en las inmediaciones de la calle Serratosa y Camino Corrales, cerca de Funsa”.
Precisa que “al acercarse al lugar, tratando de escapar de sus captores, le arrebató la pistola a uno de los soldados produciéndose entonces un forcejeo en el cual el arma, en manos de Mato Fagián, se disparó e hirió en una oreja y lado derecho de la cara al chofer del vehículo militar. Otro de los soldados hizo fuego con una subametralladora dentro de la camioneta, impactando varias balas en su cuerpo y tres en la cabeza”.
Miguel Mato es el padre de la diputada frenteamplista Verónica Mato, integrante de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara baja.