En un documento emitido el 10 de diciembre, nuestro Consejo Central recordó el papel jugado por la CJPB a lo largo de sus 95 años de existencia, al cabo de los cuales «ha logrado contar con un conjunto de prestaciones que permiten niveles superiores a los que ofrece actualmente el régimen general», respetando siempre «los principios de solidaridad, justicia retributiva y equilibrada administración de los recursos».
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Más adelante el documento se refiere a la reforma aprobada en 2008 «que implicó un esfuerzo contributivo y sacrificios de todos los actores involucrados», a partir del cual la CJPB se planteó un trayecto con tres etapas, todas ellas sustentadas por un riguroso cálculo actuarial: «Una primera de equilibrio financiero y de acumulación de reservas que se cumplió exitosamente, otra de déficits operativos que deberían cubrirse por las reservas y un final de sustentabilidad a muy largo plazo».
En estos momentos se atraviesa la segunda fase que requerirá utilizar las reservas financieras y posiblemente apelar al patrimonio del instituto. En la tercera etapa del cronograma se proyecta una fase de expansión de los recursos y crecimiento patrimonial de largo plazo. Se defiende además que «las proyecciones realizadas por la CJPB -únicas con la rigurosidad metodológica y acumulación de información y conocimiento requeridos- muestran que las reservas patrimoniales son suficientes para atravesar el período más desafiante para el instituto». Este cronograma se viene cumpliendo y las reservas y el patrimonio de la CJPB garantizan una cómoda travesía por el período deficitario ya previsto.
AEBU destacó a la comisión de expertos «el valor trascendente de la creación de una tasa de aportación vinculada a la productividad de la actividad financiera (PCP), como alternativa tendiente a la desgravación del empleo», una característica que genera estabilidad de largo plazo. En el sistema financiero, mientras todos los indicadores de eficiencia mejoraron apoyados en importantes saltos tecnológicos, paralelamente se registró una reducción constante de los puestos de trabajo. La tasa de aportación PCP «permitió que la caja redujera la proporción de ingresos por los aportes por cantidad de afiliados de un 90% a un 66%, al tiempo que creció la financiación basada en el desempeño del sistema». Con esta medida Caja Bancaria se constituyó en pionera en la aplicación del mundialmente conocido como «impuesto a los robots», que personalidades como Bill Gates proponen acompasar al aumento de la productividad producido por la introducción de tecnología.
Sobre esta base, AEBU defiende la continuidad del instituto previsional del sistema financiero, tanto en su autonomía, como en sus fuentes de financiación y la calidad de sus prestaciones.
La amenaza se hizo propuesta
En las primeras instancias de diagnóstico de la Comisión de Expertos, la Asociación de Bancos Privados del Uruguay propuso clara y desembozadamente incorporar la CJPB al régimen general de BPS, mediante un cronograma de transición en el que las tasas de aportes y niveles de prestaciones se normalizan con el resto del sistema previsional.
Se trata de una iniciativa basada en proyecciones elaboradas por CPA Ferrere, con claras inconsistencias técnicas, tendenciosos ajustes de variables e incluso profundos errores de cálculo. Sobre esa base, intentan instalar en la comisión que analiza la reforma la idea de que la Caja Bancaria no es viable y debe diluirse en el sistema general.
Llegarán las batallas
Está claro que la banca extranjera pretende destruir la Caja Bancaria con el mero objetivo de reducir sus costos, descargar sobre toda la sociedad el peso de las jubilaciones del sector y rebajar las prestaciones de los futuros jubilados. No solo daremos nuestro rechazo en los ámbitos de discusión de la seguridad social, sino que lo haremos frente al conjunto de la población, mientras defendemos nuestro instituto y exigimos que la contribución de la banca extranjera a la seguridad social no se reduzca para engrosar sus ganancias.